Capítulo 23

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Narrador omnisciente

JiMin esperó paciente a JungKook, y mientras tanto aprovechó el momento para hablar con el servicio de profesionales de la salud que atenderían a Taehyung durante la internación.

Primero les tomó los datos personales,  ordenó firmemente a que el Omega sea revisado cada veinte minutos (si es que no había una emergencia ), y prometiendo que sí hacían un buen trabajo, recibirán un pago extra. También de que por obvias razones no permitan ingresar a nadie a la sala, ni si quiera a los guardias. Sólo JungKook y ellos dos.

Jin y NamJoon prometieron volver por la mañana temprano, pero si deseaban ver a Taehyung, ellos ya estarían allí desde antes para corroborar todo.

Los Park/Jeon no iban a superar jamás la traición de uno de sus empleados, y mucho menos lo haría JungKook.

Cuando ya le pareció hora de pedirle a su cachorro volver a casa, su teléfono sonó. Atendió sin dudar al ver el nombre de su marido en la pantalla.

-¿Cariño?- Respondió dando una mirada dentro de la habitación, un nudo formándose en su garganta al ver a JungKook sentado al lado de la camilla, tomando un brazo del Omega y refregando su rostro allí, marcándolo con su aroma mientras sollozaba. Jungkook derrotado y triste era de las peores cosas que pudo ver en su vida.

-Amor, ya conseguí a los guardias de confianza- Informó YoonGi - Se llaman Park JaeBeom y Lee Hoseok, estarán aquí en media hora. Yo me encargaré de recibirlos y darles todas las indicaciones. Tú acompaña a Koo a su casa, asegúrate que descanse-
JiMin asintió, por más que su esposo no podía verlo - Trata de no volver muy tarde- Rogó con la voz entrecortada. Aún no sabían todo sobre los secuestradores de Taehyung, y la incertidumbre sobre aquello los estaban matando. El peligro podía estar muy cerca y ellos quizá ni sospechaban, por eso mismo debían estar alerta, y cuidarse entre ellos como lo estuvieron haciendo a lo largo de su vida -Te espero en casa -

-Lo prometo, mí amor - Respondió el mayor de los Jeon mientras se ingresaba a la cafetería del hospital para pedir una taza bien cargada de café. Ya perdió la cuenta de cuántas había bebido las últimas horas -Te amo, ten cuidado y mantén el teaser cerca-

-Te amo más, amor mío- Respondió el menor y cortó.

Ahora venía la parte más difícil:

Pedirle a JungKook que se despida, por hoy, de su Omega.

Y cuando logró su cometido, se sorprendió de que no tardaron más de quince minutos. Pero no había que conocer muy bien a Jungkook para saber que la idea de irse no le gustaba para nada.

Envolvió al menor en sus brazos y de esa manera se encaminaron hasta la salida del hospital. El Alfa menor había amenazado a los dos guardias que cuidaban la entrada de la habitación de su pareja. Por más que serían suplantados muy pronto, no alcanzó a despedirse de Minjae ni de Jackson, pero sabía que seguían haciendo rondas por los pasillos cercanos.

Cuando padre e hijo llegaron al estacionamiento, Koo empezó a olfatear el aire de manera un poco desesperada. En el lugar se encontraba un aroma bastante fuerte que llamaba la atención de él y de su lobo.

Trató de seguir el rastro, mientras tenía a su padre preocupado cuestionando que sucedía. Pero, lamentablemente, no encontró a la otra persona dueño del extraño aroma.

-Yo...Creo que enloquecí- Murmuró con la voz baja y tan rota que fue casi inaudible.

Park tragó saliva y negó con la cabeza mientras abría la puerta del lado del copiloto para que su hijo se ingrese- Por supuesto que no, cariño- Expresó con la voz más suave que pudo formular - Se le llama estrés postraumático. Es normal en estas situaciones. Debés descansar - Insistió.

MAKE A WISH [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora