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— Aplicaste delicadamente las últimas pinceladas de maquillaje, cada movimiento era un testimonio de la anticipación que palpitaba en tus venas. La voz de Sofía resonó desde la otra habitación, instándote a acelerar tus preparativos.
"Vamos, vamos a llegar tarde", gritó, con una sutil urgencia subyacente en sus palabras.
"Ya casi termino", le aseguraste, asegurando el último arete en su lugar.
Al mirar tu reflejo en el espejo, una oleada de orgullo surgió en tu interior. El vestido negro se ajustaba elegantemente a tu figura, acentuando tus curvas. Combinado con tacones y joyas que complementaban el brillo de tus ojos, sentiste una tranquila confianza en la transformación. El maquillaje, un poco más atrevido que el habitual, conservaba un encanto natural y su cabello caía libremente en cascada sobre sus hombros.
Este conjunto marcó un marcado alejamiento del atuendo utilitario al que se había acostumbrado en los últimos meses. Las exigencias de trabajar en condiciones duras y gélidas te habían relegado a capas sobre capas, priorizando la calidez sobre el estilo. Tu cabello, la mayoría de las veces, estaba recogido en una práctica cola de caballo o escondido debajo de un gorro ceñido.
Sin embargo, no encontró lugar para quejarse. Ayudar al director de fotografía Pedro Luque había sido un sueño hecho realidad. De sus días de trabajo en producciones estudiantiles en la universidad y modestas películas independientes, "La sociedad de la nieve" representó su primera incursión en un largometraje importante. Este hito en su carrera marcó un salto significativo y no podía evitar imaginar un futuro en el que estaría al mando de la cámara como director de fotografía principal en grandes producciones.
Al salir de su habitación, el sonido de silbidos llegó a sus oídos y llamó su atención. "te ves re bien eh", sonó la voz de Sofía en señal de aprobación, y no pudiste evitar sonreír.
Sofía había evolucionado sin problemas de colega a una de tus amigas más cercanas durante los meses que pasaron trabajando juntas en la película. Como miembro del equipo, tenía el papel de creadora de contenido de redes sociales, experta en capturar la esencia de los momentos detrás de escena. Armada con su teléfono, documentó sin esfuerzo la producción, y ocasionalmente convenció al elenco para que protagonizara sus esfuerzos creativos en TikTok.
Al unirte al proyecto un poco más tarde que tú, la escuchaste todavía confinada en una habitación de hotel durante los primeros días de rodaje. Sin pensarlo dos veces, una generosa oferta se escapó de tus labios. La invitaste a vivir en tu apartamento en Sierra Nevada, una decisión que rápidamente se convirtió en una de las mejores. Sofía aceptó con entusiasmo y el compañerismo que surgió entre ustedes dos se volvió inseparable.
