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— Desde que tienes uso de razón soñaste con escribir tus propios libros, tu mamá y tu papá recuerdan que cuando eras niño hacías tus propias pequeñas historias con papel, crayones y un lápiz, y tu papá te grapaba las páginas.
luego usaste cuadernos y escribiste pequeños cuentos o poemas propios, te surgió una gran obsesión por los libros y la literatura, así que tenía sentido cuando eras tu carrera y entraste en uno de los mejores colegios de España para estudiar.
Ahora vive solo, trabaja a tiempo parcial para pagar las necesidades y otras facturas importantes, excepto el alquiler y la escuela, ya que tu padre aceptó pagarlo siempre y cuando prometieras hacer algo por ti mismo, estabas listo. Un pequeño problema era que Tenías un profesor que era demasiado atractivo para su propio bien.
Las conferencias eran difíciles a veces, él era un buen educador, sin duda, pero parecía llamarte para todo, por supuesto, a veces tu mano era la primera en levantarse, pero incluso cuando no lo era, te llamaba diciendo que confía en eso. entendiste la conferencia y el tema y puedes responder sus preguntas, y lo hiciste, perfectamente
Hacía alarde de tu trabajo perfecto ante la clase, usándote a ti y a tus tareas como ejemplo para el resto de la clase, también te elogió porque ahora eso te confundía la cabeza, comenzaste a pensar que probablemente sabía cuánto te gustaba realmente. .
Acababas de asistir a una de esas conferencias dolorosamente duras después de que él hiciera innumerables preguntas que tú respondiste en su mayoría y ahora la clase estaba trabajando en el trabajo de investigación que él había asignado para el tiempo restante de la clase.
"Señorita T/n" llamó y usted levantó la vista, él le indicó que se acercara y se le cortó el aliento en la garganta, pero recuperó la postura y se levantó caminando hacia su escritorio. "Sólo quería decirle que hizo un excelente trabajo en este papel". "Eres una alumna muy dedicada y hasta puedo decir mi favorita", se rió entre dientes y tú sonreíste, pero el cálido sentimiento dentro de ti se estaba volviendo difícil de ignorar cuanto más cerca estabas de él, especialmente con los innumerables elogios que te da.
"Gracias Profe que amable" dijiste, él te sonrió con una pequeña y suave sonrisa pero sus ojos clavados en tu alma prácticamente te pusieron la piel de gallina, en el buen sentido, "Bueno, te dejo que sigues trabajando" dijo y tú asentiste. "Muchas gracias Profe" le agradeciste una vez más mientras él asentía y regresabas a tu asiento.
La clase había terminado pero antes de que pudieras salir por la puerta "Señorita T/n" te llamó y te volteaste "¿Mande?" caminaste hacia su escritorio mientras él miraba algunos papeles "¿Me puedes hacer un favor?" preguntó y usted asintió ajustando la correa de su bolso
