Guardián Oscuro (Pausada)

Capitulo 9

Las luces del lugar parecen moverse al ritmo de la música, visualizo parejas intercambiando besos y caricias, otros solamente se juntan en la pista de baile para mover su cuerpo junto al otro.

—Esta es nuestra mesa —Alexander señala una esquina en particular de aquel lugar en el que se logra leer "Zona VIP"

—Bienvenido Alexander —una mujer esbelta y alta de cabello largo negro baja los escalones para hacerse a un lado de nosotros. Me mira de arriba a abajo y sonríe—. Has venido esta vez acompañado —termina de decir.

—Ella es la señorita Moretti —responde Alexander ajustando su brazo alrededor del mío.

La mujer me regresa una media sonrisa.

—Bienvenida a "éxtasis" querida.

—Anneliese, te quiero presentar a Tamara, es una amiga y la hermana del dueño del bar.

—Un gusto, Anneliese Moretti —le extiendo mi mano.

—La hija de la ineguable Sylvanna, es un gusto tenerte aquí.

Algo en sus palabras me hace creer que no le agrada mi presencia en el lugar, lo he podido notar por la forma en la que ve a Alexander y la forma en que los celos hablan a través de ella.

—Lucca vendrá en unos minutos ¿les ofrezco un trago? —pregunta.

Alexander me mira.

—Un vodka —le respondo y él sonríe.

—Que sean dos vasos de vodka —le responde a la pelinegra—.

—Creí que solo tomabas vino y malas decisiones —se cruza de brazos sorprendida por la elección de Alexander.

—He empezado a probar nuevos cambios en mi vida —le regresa un guiño.

—Entiendo —responde ella y se aleja de la mesa para ir a donde se encuentra la barra.

Me tomo mi tiempo para admirar el lugar, me gusta el ambiente y me gusta la música, es un lugar al que nunca podría haber imaginado ir, y supongo que necesitaba en parte escapar de pensar todo el tiempo en Stavros.

—¿Todo bien? —pregunta Alexander.

—Todo bien —le regreso una sonrisa.

—No estaba seguro de traerte a este lugar, pensé en un inicio que no eras una mujer con la que fueran estos ambientes, pero creo que me he equivocado.

—Digamos que he aceptado solo porque quiero escapar de la realidad por unos momentos.

—¿De la realidad o de alguien?

—Bueno...., quizás de alguien también, quiero distraerme —digo sincera.

—Déjame ser entonces esa distracción esta noche —Alexander extiende su mano a la mía—. ¿Qué dices? —Señala la pista de baile a sus espaldas—. ¿Bailamos un rato?

—Acepto su invitación señor Cassel —le respondo tomándolo de la mano.

Alexander y yo vamos directo a la pista de baile para movernos al ritmos de la música como la primera vez, él ajusta sus manos a mis caderas se me pega por la espalda y pronto siento su respiración cercana a mi cuello.

—Me atraes Anneliese, lo hiciste desde el primer momento en que te vi lucir una de mis creaciones.

Trago en seco cuando siento que el ambiente se ha vuelto un poco tenso entre ambos.

—Alexander, yo.... —titubeo.

El brazo de Alexander pronto mi gira para pegarme a su pecho, mis ojos se cruzan con los suyos azules claros como el cielo.