Capitulo 6

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Estaba asombrada al igual que Brenda por aquel regalo. Por más que lo pensase no encontraba razones para que Alexander Cassel enviase un obsequio para mí y menos uno como aquel, un diseño exclusivo de su colección.

—¿Tú sabias de esto? —le pregunto a Brenda.

—Por supuesto que no —frunce el ceño—. Ese vestido no se encuentra en la colección de este año, debe ser uno de sus nuevos diseños.

—Lo regresaré —respondo devolviéndolo a la caja.

—¿Estás loca? —me mira perpleja.

—Le dije a Alexander que no aceptaría ser su modelo, lo dejé claro aquella vez. El mundo del modelaje no es lo mío Brenda.

—Es un regalo por ayudarle en su pasarela, además me intriga, es muy quisquilloso con sus conquistas.

—¿Conquistas? —enarco una ceja.

Ella se sienta enfrente mío se cruza de brazos y sonríe.

—Solo hay una razón para que un hombre como Alexander Cassel envíe un regalo como este, has llamado su atención, me atrevería a decir que los has dejado más que boquiabierto.

—¿Él acaso no es....?

—¿Gay?

Asiento a su pregunta y Brenda se suelta a reír.

—Alexander Cassel es uno de los hombres más codícianos de Italia, es un casanova empedernido, amante del buen vino y de las marcas lujosas.

—¿Esa es tu descripción de él? No dice mucho a decir verdad.

Brenda se tumba sobre el sofá como si le emocionara el tema, se relame los labios y comienza a hablar.

—¿Cómo describir a Alexander Cassel? Alexander es como una buena copa de vino, lo degustas lento, lo saboreas y sientes el licor bajar por tu garganta, no es frío ni cálido, es la temperatura ideal para poder deshacerte en sus brazos, es misterioso, seductor e inteligente, no le gusta mostrar su vida privada. Le gustan las obras de arte antiguo y adora escuchar blues. Su padre era el sastre de muchos políticos de Italia y su madre es una importante diseñadora de interiores, así que Alexander es bastante exitoso y estricto en lo que hace.

—En efecto, regresaré el vestido.

—Anneliese —suspira—. Alexander no va aceptarlo de igual manera. Lo mejor es que te lo quedes.

—Sabes muy bien que no me va el aceptar regalos que vienen de gente desconocida, es como si me sintiese en deuda con alguien, lo que creo es que Alexander ha querido convencerme de esta manera de seguir con la carrera que dejó mi madre, y no alimentaré la idea que se ha hecho en la cabeza.

Ella rueda los ojos, su móvil suena en alguna parte de la casa y Brenda corre hecha un cohete para tomar la llamada.

—Es Alexander —dice mirando el móvil.

—Dile que me de la dirección a donde debo llevar esta caja —me cruzo de brazos.

Brenda contesta la llamada y sonríe.

—Oh hola Alexander —sonríe—. Si, ha recibido tu obsequio, esta encantada, es precioso.

—Brenda dile la verdad —replico en respuesta.

—Sí, es un diseño hermoso. ¿El Edén? —abre los ojos grandes—. Si, por supuesto que estaremos allí.

Le hago señas de que la mataré.

—Anneliese estará más que encantada de verte, no te preocupes.

Me acerco para quitarle el móvil de sus manos pero ella es más rápida en esquivarme.

Guardián Oscuro (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora