22.02.2024 • Marcas

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Un mapa de besos y tus manos en mi cuello.
Tus uñas grabadas en mi espalda y suaves suspiros en mi oido oído.
Mis dientes en tus muslos y leves jadeos.
Tus dedos se enrroscan en mi pelo y miro tus ojos. Encendidos en un pedido silencioso que acato sin perder el tiempo. Tu mirada nublada, extasiada, me invita a recorrer tu pecho. Mis dientes, entretenidos en tu cuello, mi lengua dibujando el camino hacia tus labios.
Una pequeña mordida y me pierdo en ellos.
Mis manos firmes en tus caderas presionan juntando nuestros cuerpos. Deslizó lentamente mi palma por tu cintura bajando cada vez más.
Tus ojos me miran fijamente, y tus labios levemente entreabiertos me invitan a seguir. Recorro el contorno de tu pierna y me aferro fuertemente a ella.
Una de tus manos baja con una tortuosa lentitud hasta situarse en mi cadera, presionas con fuerza y tus uñas se clavan en mi.
Giro sobre mi espalda y te cedo el control.
Tus dientes se apoderan de mi cuello y mis manos son prisioneras sobre mi cabeza. Intento no cerrar mis ojos, pues quiero grabar en mi recuerdo lo que cuentan los tuyos.
Una de tus manos recorre mi cuerpo mientras la otra retiene mi cuello. El aire falta y busco tus besos.
Todo se acelera y cubres mi boca; mis dientes presionan y me pierdo en tus ojos.
Mis oídos se tapan, devoras mis labios.
Busco el aire y todo se acompasa.
Te colocas a mi lado y envuelvo mi mano en tu cintura; tu cabeza, recostada en mi pecho.
Te sonrió y me devuelves la sonrisa. El calor nos rodea y morfeo nos recibe.
Juntas una vez más.

Escritos de una Noche de InsomnioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora