Te voy a amar hasta morir •JUANTIN•

3· ¿Hetero?

No me podía creer que lo tuviera delante.

La persona a la que le había tirado el café encima, por culpa suya no por culpa mía, estaba delante de mi y seguramente era amigo y compañero de piso de Denna y Álvaro.

Me quede pillado mirándolo por alguna extraña razón que en ese momento no quería pensar hasta que sentí como alguien me sacudía para que reaccionara.

— Eo, Martin reacciona — hablo Chiara.

— ¿Que? perdón — hable confundido cuando salí del trance en el que estaba hace escasos segundos.

— ¿Que te pasa? te has quedado bloqueado — dijo Chiara mientras sonreía.

— Nada, nada me he quedado pensando en algo.

Mire a Ruslana  que me devolvió la mirada de la misma manera que la mía, ambos estábamos en shock porque intuíamos que se podía liar una buena si el chico misterioso nos reconocía y efectivamente fue lo que paso, nos reconoció.

— ¿En serio? — dijo el chico con fastidio — No te basta con tirarme el café encima que ademas tienes que estar aquí.

— Oye ya te dije antes que no era mi intención y te pedí perdón, pero si tu vas como un gilipollas por la vida haciéndole mas caso al móvil que mirando por donde vas y si hay alguien delante de ti, eso es culpa tuya no mía, así que la culpa de que mi café se cayera en tu camiseta no fue mi culpa — dije cabreado por como me había tratado antes y como me estaba hablando ahora.

— Mira... — no pudo terminar porque Denna lo interrumpió.

— ¿Entonces Martin es el "gilipollas despistado" que te ha tirado el café encima?

— Y la culpa encima la tendré yo — dije irónico — yo miraba por donde iba, el que estaba mas pendiente del móvil que de mirar por donde anda eras tu no yo, así que callate un rato.

Los demás se estaban aguantando carcajadas lo veía en sus caras y en cuanto se miraron esas risas salieron como si no hubiera un mañana.

— Oye ni puta gracia — dijo el moreno que estaba enfrente de mi.

Mire a Ruslana porque quería saber si ella se estaba riendo y efectivamente lo hacia, lo que provoco que se me contagiara su risa y me echara a reír yo también.

— Juanjo vamos reconocelo, te lo tomas todo muy a pecho, Martin te ha pedido perdón cuando la culpa ni siquiera ha sido suya pero tu eres tan terco que no aceptas tus errores — le dijo Denna entre carcajadas.

Así que se llamaba Juanjo, no le pegaba mucho era demasiado guapo para llamarse así pero bueno.

Espera, ¿que acabo de decir?

Que es guapo Martin, eso acabas de decir.

Conciencia callate, no es guapo y tampoco lo he dicho, lo he pensado, así que por lo general eso se queda en el aire.

— Te lo vuelvo a decir, te pido perdón por tirarte el café encima, ¿ya nos podemos sentar y comer?

— Las acepto, pero porque no tengo ganas de discutir y tengo hambre — el intentó no sonreír pero no lo consiguió ya que le salio una pequeña sonrisa.

— Aja, seguro que es por eso — le dijo Denna con  una sonrisa

— Denna eres mi mejor amiga, pero a veces me dan ganas de darte de ostias cariño mio — dijo mirándola y Denna rio

— Me amas y no podrías vivir sin mi.

Después de esa pequeña discusión sobre el café sobre la camiseta de Juanjo nos sentamos todos en la mesa y nos pusimos hablar de temas varios empezando de donde eramos cada uno, bueno mas bien me lo preguntaron a mi ya que ellos se conocían de antes y así me informaban.