24 · Primera vez contigo

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Después de la gala decidimos salir de fiesta ya que el Martes no tendriamos clase gracias a la gala.

Pero antes decidimos ir a casa a cenar ya que estábamos todos muertos de hambre. Mientras Denna, Juanjo y Bea se encargaban de la comida, yo decidí que era el momento para hablar con Rus sobre su rayada durante la gala y la de toda la semana en general.

– Rus ¿se puede? – dije mientras daba unos pequeños golpes a la puerta

– Si pasa – dijo en voz baja y entre lentamente

Cuando entré por completo a su habitación, la vi tirada en la cama modo estrella mirando al techo, así que no me lo pensé dos veces y me tumbé a su lado.

No dije nada, no quería agobiarla, le daría su tiempo para que ella me dijera lo que pasan y si no lo hacía, pues entonces ya le preguntaría yo.

– No entiendo nada Martin – dijo y yo gire mi cabeza para mirarla

– ¿De que? – le pregunté sin entender

– De esto que estoy empezando a sentir – dijo y yo no hable para que siguiera hablando – no se si esta bien esto que siento, es algo que nunca he sentido por nadie y que sinceramente me da mucho miedo, se supone que es mi mejor amiga.

– Rus – le dije y ella giró su cabeza para mirarme – uno no elige de quien se enamora.

– Pues es una mierda – dijo ella y yo solté una pequeña risa –

– No tiene nada de malo lo que sientes por ella – le dije y le agarre la mano

– Ya lo sé, pero ni siquiera se si yo le gusto a ella – sus ojos se empezaron a llenar de lágrimas poco a poco – Ni siquiera se si yo le gusto a Chiara.

– Y no lo sabrás hasta que hables con ella. – le dije sonriendo – No quiero que lo que te voy a decir ahora quiera decir algo para que te hagas ilusiones pero, y si tu a ella también le gustas – le dije y ella me miró sin entender a lo que me referia – tu misma lo dijiste la semana pasada que la notabas más distante contigo y que hoy cuando ha visto el beso con Violeta se había levantado y se había ido, ¿y si tu tambien le gustas a ella y por eso reacciona asi?

– No lo sé Martin, simplemente... – la interrumpi antes de que siguiera hablando

– Simplemente nada Ruslana, no quiero que las dos estéis tensas siempre que esteis cerca, vivimos en la misma casa durante los 7 días de la semana, hablar las cosa un dia que esteis las dos solas y yo no esté en casa, si lo que sentis es mutuo, perfecto y sino pues ya veremos lo que se hace – dije y le sonreí – pero hasta que no hableis las cosas y lo aclarais ninguna de las dos va a saber lo que piensa la otra

– ¿En qué momento has pasado a ser tu mi psicólogo Martin Urrutia? – dijo riendo

– En el momento en el que la que se empezó a rayar por problemas amorosos fuiste tu y no yo – dije y se echó a reír

– Me alegro de que hayas llegado a mi vida Martin, creo que le doy las gracias a Hugo porhaberte empujado a venirte a Madrid y asi poder haberte conocido – dijo y yo rei – Gracias por estar siempre para mi, Juanjo tiene suerte de tenerte – dijo y yo la abrace – que pena que no seas hetero – me dijo y yo solte una carcajada

– No soy htero, pero soy bisexual, lo que conlleva a que me gusten las dos cosas, igual que a ti, pero te recuerdo que a ti te gusta una guiri y a mi un jotero osea que – dije y ambos nos echamos a reir

– Te quiero millones Pumuki

– Yo te quiero mucho mas Ruslania

Tras esa bonita y sentimental conversación, salimos de la habitación para ir al salón y ponernos a cenar.

Te voy a amar hasta morir •JUANTIN•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora