|❥| Capítulo 5

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“In the stars - Benson Boone”

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“In the stars - Benson Boone”


Ella odiaba ése día.

Según Mía San Valentín o cómo todos los llaman, el día del amor, es sólo una excusa para dejar a aquellos que no tienen una pareja en ridículo. Pero a veces recordaba que también era el día del amor y la amistad.

Era catorce de febrero y en LostVille no había nadie que no lo celebrara.

Mía había llegado a la preparatoria y lo primero que vió fue a parejas acaramelas y con carteles enormes que decían cuánto se amaban mientras llovía corazones invisibles alrededor de ellos.

Ella odiaba ése día.

—¡Hola novia! —saludó muy animado Mike. Ella miró a los lados apenada que alguien los hubiera escuchado, aún no se acostumbraba.

Ya había pasado una semana en la cuál ella luchó por no morir derretida de amor por él.

Ellos habían pasado mucho tiempo juntos, más que en toda su vida. También en ésa semana le contó a Samy que estaba en una relación con su hermano, incluso el hecho de ser falsa, la morena se lo tomó mejor de lo que ella pensaba.

—Hola, novio. —dijo lo último en voz baja y empezaba a caminar pero un ramo de flores se entrometió en su camino.

—Para tí. —le dijo Mike acercando las flores hacia ella, margaritas, sus favoritas.

—¿Gracias? —Mía aceptó las flores pero estaba muy confundida porque a pesar de ser mejores amigos nunca se habían regalado nada en ése día.

—Salgamos. —Ella dejó de caminar abruptamente cuándo castaño dijo aquello tan rápido cómo una ráfaga de viento.

—¿Qué dijiste? —preguntó lentamente Mía con miedo de haber escuchado mal.

—Salgamos. Se supone que somos pareja, las parejas salen en un día cómo hoy. —respondió Mike balanceando su pierna izquierda mientras se apoyaba en la pared.

—Pero nosotros no somos una pareja real. —Mía dijo aquello sintiendo un sabor amargo en su boca. No le gustaba decir éso pero sabía que no se podía engañar a sí misma por mucho tiempo más.

—Entonces salgamos cómo mejores amigos. Anda, tengo preparado una sorpresa para tí. —dijo con una sonrisa y la pelirroja copió su acción emocionada. Ella amaba las sorpresas y si venían de su amigo mucho más.

—Está bien. ¿Qué haremos? —preguntó oliendo las margaritas que aún se encontraban en sus manos.

—Si te lo digo no sería una sorpresa. Nos vemos a las cuatro, no te pongas vestido. —dijo y se fue dejando a Mía más confundida que antes.

No quiero que seamos un cliché #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora