En Busca Del Prisma: Amor en Medio de la Aventura

Cap 04: Sonic, ve con el mago

Era un sueño reconfortante, donde su hogar se mostraba ante él con una sensación agridulce al comprender que tal vez nunca más lo vería. Las escenas se desplegaban ante sus ojos: un vasto y hermoso mar que rodeaba la isla, palmeras majestuosas que se alzaban hacia el cielo sin ser molestadas, la arena que se colaba en sus zapatos mientras corría. A cada paso que daba, saludaba a un amigo: Tails, Amy, Knuckles, Rouge, Big e incluso Eggman aparecían en su sueño, recibiendo a Sonic con alegría y una gran sonrisa en sus rostros. Realmente no quería despertar, pero tenía que hacerlo. Él era el héroe destinado a salvarlos a todos, aquel que llevaba el peso del mundo y del universo en sus manos, solo él...

"No estás solo", una voz susurró en su cabeza, como un eco lejano en la vastedad de su mente.

-¿Quién...? -preguntó Sonic, su voz apenas un susurro en la oscuridad de su sueño, buscando desesperadamente una respuesta en el vacío.

"Despierta, Sonic", la voz resonó con más fuerza, como un faro en la niebla de sus pensamientos, llamándolo de vuelta a la realidad

-Despierta, erizo azul-

Repentinamente, sintió un golpe frío en todo su cuerpo, como si un torrente de agua helada lo hubiera golpeado con fuerza, provocando espasmos en su adormecido cuerpo y una sensación de ahogamiento en la oscuridad de su sueño. Con un esfuerzo sobrehumano, intentó levantarse del suelo de piedra húmeda, luchando contra la desorientación y el frío que lo envolvía, solo para caer de nuevo con un golpe sordo, quedando boca abajo en el suelo resbaladizo, empapado hasta los huesos y envuelto en una manta gélida de confusión y sorpresa.

-¿¡Pero qué...?! - exclamó Sonic, tosiendo fuertemente en confusión. Sus brazos y piernas estaban aprisionados por lo que parecían ser grilletes de hierro que le impedían moverse. El frío metal le mordía la piel, dejando marcas rojizas a su paso. Lo único que podía hacer era apoyar sus codos en el suelo para levantar su cabeza, mientras el eco de sus propias palabras resonaba en la oscuridad que los rodeaba. -¿¡Qué diablos te pasa!? - espetó Sonic con enojo al individuo que estaba frente a él, un hombre con una mirada inexpresiva que sostenía un balde de madera del cual aún caían un par de gotas.

-Hasta que finalmente despiertas... - dijo el caballero Sir Lancelot, mirando con indiferencia al erizo en el suelo. Se inclinó hasta quedar a la altura de su cabeza. -No despertabas, y como no sabía si estabas muerto, tenía que comprobarlo de alguna forma-

-¿Y-y lo único?- Sonic seguía tosiendo, el agua que aún quedaba en sus pulmones provocaba que su voz fuera entrecortada, pero aún así intentaba con todas sus fuerzas hablar. -¿Y la única forma que encontraste era lanzarme agua? ¡Pensé que me estaba ahogando!-

-No sé quién eres ni de dónde vienes. No quiero correr ningún riesgo tocando más de lo necesario a alguien como tú- Al decir eso, el caballero lo miraba con indiferencia, con una expresión impasible que apenas dejaba entrever alguna emoción. La luz débil que se filtraba por las grietas del lugar apenas iluminaba su rostro. Con un gesto calmado, dejó caer con un golpe el balde de madera que sostenía en una de sus manos, el sonido del choque resonaba en el estrecho lugar.

-¡Ja! No pues, es lo que pasa cuando no dejas que alguien se presen- ¡¿QUÉ DIABLOS ES ESO?! - Sonic quería quejarse, pero al ver una sombra negra pasar rápidamente frente a su cara en el suelo, dio una voltereta hacia atrás, sintiendo cómo el frío metal de los grilletes le mordía la piel al moverse con torpeza. Golpeó fuertemente la cabeza contra una superficie dura, el dolor punzante retumbando en su cráneo. -¡Auch! - exclamó, su voz resonando en el estrecho espacio, mientras intentaba en vano protegerse del golpe con los brazos aprisionados -¿¿Era una rata?? ¿¡Era una rata, verdad?? ¿¿Dónde diablos estamos??-