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lizzy: florcita, tu mamá dice que vayas a tu casa me habló lizzy, mi segunda mamá necesita hablar con vos

flor: ¿le pasó algo? pregunté preocupada, mientras agarraba mi campera

lizzy: no flor, tranquila me calmó no se de qué quiere hablar, no me dijoexplicó pero no le pasó nada, ella está bien, no te preocupes.

yo solo asentí, y respiré.

lizzy: exe, acompáñala hasta la casa que ya es tarde– le habló a su hijo, pero éste no le dió bola, estaba jugando a la play– EXEQUIEL!–

exe: ay dios mujer– se quejó– ahí voy –

lizzy: abrígate que hace frio– le tiró una campera

exe: veni florcita, vamos que esta mujer está loca– rodeó mis hombros con su brazo–

flor: chau, ma– la saludé con un beso en el cachete.

aunque no fuese mi mamá biológica, yo la quería y trataba como tal. al igual que con oscar, el papá de exequiel.

nuestras casas no quedaban muy lejos, 2 o 3 cuadras quizá.

con exe nos conocemos desde siempre, nuestras mamás eran amigas y se embarazaron casi al mismo tiempo, y bueno, acá estamos.

les cuento como es mi relación con exe. somos muy unidos, desde siempre. siempre me trato como su hermanita menor.

hasta q bueno, fuimos creciendo y experimentando cosas nuevas.

con exe di mi primer beso, fue lindo, y fue el primero de varios.

en ese momento éramos chicos, de vez en cuando nos robábamos piquitos, pero no mas que eso.

hasta que con el tiempo esos piquitos pasaron a ser chapes, y demás.

se podría decir q somos "amigos con derechos", ambos nos comprometimos a no confundir las cosas, a no mezclar sentimientos ni nada de eso.

pero me trataba tan bien, era atento, me cuidaba, me celaba, me la hacia re difícil.

exe: bueno, un besito antes de llegar– habló sacándome de mis pensamientos y agarrándome de la cintura– ¿puedo?–

flor: mmm no se, lo tendría q pensar– dije mientras me acercaba a sus labios–

exe: no pienses, no estas acostumbrada, te va a hacer mal– me jodió, y cuando yo me iba a soltar de su agarre, estampo sus labios sobre los míos.

sus labios eran suaves, dulces, tiernos. te transportaban a otro planeta, te hacían sentir bien, sentías que estabas en casa. o, por lo menos, eso sentía yo.

extrañarte || exequiel zeballosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora