separados x el destino, la vida los vuelve a encontrar.
¿podrán exequiel y florencia ignorar ese sentimiento tan familiar que les invade el pecho?
¿que va a pasar con sus vidas ya planeadas luego de un encuentro inesperado?
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en un lapso de 15 días, el cáncer consumió por completo a mi papá. el 14 de agosto dio su último suspiro, su corazón latió por última vez, y se apagó.
en el instante en el que su corazón se detuvo, el mío cambio para siempre.
mi papá se había ido. ya no lo iba a abrazar más, ya no íbamos a merendar juntos nunca más, ya no me acompañaría a los partidos de exe, ya no me celaría, ya no me desearía las buenas noches, ya no me plancharía el pelo, ya no me enseñaría sobre la historia de boca, ni me acariciaría el pelo hasta que me durmiera. ya nada seria igual.
mi papá había dejado este mundo luchando hasta el ultimo segundo, por mi, por theo, por mamá. pero eso no alcanzó, nada hubiese alcanzado. papá se había ido.
y fue raro, no pude llorar, pero por dentro, mi alma estaba hecha pedazos.
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no dejo de doler. no se si algún día dejara de hacerlo.
hace más de una semana fue el funeral y todavía se siente como si estuvieran a punto de arrancarme el corazón. todavía siento el dolor tortuoso en mi pecho y, todas aquellas cosas que pude haber dicho o hecho con él se sienten como una puñalada en el estómago.
el llanto había aparecido pocas horas después del velorio, cuando llegué a casa y no lo encontré sentado en el sillón mirando un partido random que había encontrado haciendo zapping en la tele. desde ese entonces las lágrimas habían disminuido considerablemente, pero aún no se iban del todo. no pude dejar de lamentarme todos los días por todas las cosas que pude haber hecho diferente.
se que llorar no va a traerlo de vuelta, pero sigo haciéndolo de vez en cuando. lo hago porque me ayuda a aliviar la presión que me ahoga todos los días y las pesadillas disminuyen notablemente.
por ahora sigo sin acostumbrarme a su ausencia, sigo creyendo que en algún momento volverá a casa. nunca había entendido lo que era extrañar tanto a alguien, hasta que quise abrazarlo y él ya no estaba.
algunas veces pienso que la soledad acabara conmigo, pero entonces miro al cielo, lo veo del otro lado de las estrellas, y recuerdo que no estoy sola, que tengo un ángel que me cuida desde arriba, aunque aún no logro entender su repentina partida.
lo extraño y lo voy a extrañar todos los días de mi vida. papá se había ido, pero su amor y los buenos recuerdos que me dejo van conmigo a todas partes, en un rinconcito de mi mente y ocupando todo mi corazón.
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exequiel había estado conmigo desde el comienzo de esta pesadilla. no se había alejado de mi ni un minuto. de alguna manera se daba cuenta que yo lo necesitaba cerca y era incapaz de apartarse.
