THE PROLOGUE

283 25 17
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En el vasto lienzo del multiverso, donde los universos se entrelazan como hilos de un telar cósmico, en cada rincón de este tejido infinito, surgen realidades divergentes, donde las líneas del tiempo se trenzan en danzas caprichosas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


En el vasto lienzo del multiverso, donde los universos se entrelazan como hilos de un telar cósmico, en cada rincón de este tejido infinito, surgen realidades divergentes, donde las líneas del tiempo se trenzan en danzas caprichosas.

En algún universo, quizás el susurro del destino los condujo a un encuentro diferente, donde la guerra no fue más que una sombra lejana. En esa realidad alterna, sus almas se entrelazaron en un baile de risas compartidas y apoyo incondicional. Donde los versos de su historia resonaron en armonía, lejos de la discordia y la tristeza.

Pero el lienzo del multiverso es vasto y complejo, y en otras dimensiones, sus destinos divergieron. En esos universos, tal vez nunca se encontraron, y sus corazones, que en algún lugar laten al unísono, siguieron rutas separadas, despojados de la dicha de compartir momentos efímeros en este vasto universo de posibilidades.

Era el amanecer de un nuevo capítulo en la U.A, el prestigioso instituto donde los sueños de jóvenes aspirantes a héroes comenzaban a forjarse. En este escenario vibrante y lleno de promesas, es donde nuestra historia toma sus primeros pasos.

Con determinación palpable y una mirada gélida que reflejaba su singular quirk, el prodigio de la clase 1-A, Shoto Todoroki, avanzaba con paso firme por los pasillos. No pasaba desapercibido, su presencia resonaba entre los estudiantes que se cruzaban en su camino. El hijo menor del pro-héroe número 2 de Japón, Endeavor, había ganado su lugar en la U.A en su primer año, generando expectación y curiosidad en sus compañeros de clase. Todos ansiaban descubrir el inmenso potencial que yacía en el joven de fuego y hielo, pero Shoto solo tenía una meta clara.

Su único deseo era destacar como el mejor utilizando únicamente su don de hielo.

El joven avanzaba por el pasillo, ignorando las miradas que se posaban sobre él. Su rostro impasible y su actitud distante no eran un mero capricho, sino la manifestación de una resolución férrea. Shoto Todoroki no buscaba la aprobación de sus compañeros ni la atención innecesaria; su única búsqueda era perfeccionar su habilidad única.

A pesar de su aparente indiferencia, los estudiantes no podían evitar observar, algunos con temor, otros con asombro. La fama de ser el vástago de Endeavor no era la única razón de su reconocimiento instantáneo; la cicatriz que cruzaba su ojo izquierdo contaba una historia propia. Una marca que llevaba desde su infancia y que había definido su destino desde muy temprano.

MULTIVERSE - Shoto TodorokiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora