Capítulo 44

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Pov Thiago
Hoy es sábado. Tengo partido a las tres y media contra el RB Leipzig, pero jugamos en casa y eso quiere decir que Mads podría verme. Yo estoy entrenando en el jardín trasero.

Madelaine.- brasileño.

Bajo la pelota y la sostengo con mi pie. Se acerca a mí con un batido de proteínas recién hecho.

Madelaine.- aquí tienes.

Thiago.- gracias, princesa.

Acepto el batido y le doy un sorbo.

Madelaine.- ¿cansado?

Thiago.- un poco, pero soportable.

Madelaine.- ven conmigo al sofá. Que en una hora debes irte hacia el estadio.

Thiago.- bien. Debería ducharme.

Madelaine.- te acompaño.

Entra en casa y la miro, con una sonrisa. Me bebo el batido de un sorbo y voy tras ella. Al llegar a la habitación, la veo desnuda.

Thiago.- se me va a salir el corazón.

Madelaine.- no tardes, Thiago.

Contonea sus caderas caminando hacia el baño privado y me deshago de mi ropa. Cierro la puerta del baño para que Olive no entrase.

Madelaine.- no quiero sexo.

Thiago.- yo tampoco.

Entra ella primera en la ducha y luego yo, el chorro de agua caliente cae por su cuerpo.

Thiago.- están más grandes.

Madelaine.- ¿el qué?

Thiago.- tus pechos.

Madelaine.- ya mismo menstruo.

Thiago.- otra vez no, por favor.

Madelaine.- cállate, no sabes lo que se siente.

Thiago.- ¿qué no? Sí me mandas al sofá.

Madelaine.- será por algo.

Thiago.- soy muy bueno.

Madelaine.- a veces.

Thiago.- eso ha dolido.

Madelaine.- exagerado.

Thiago.- se me pasa con un besito.

Madelaine.- es con más de un beso.

Thiago.- ¿me lo das o no?

Madelaine.- si marcas tres goles, sí.

Thiago.- perfecto. Acepto el trato.

Madelaine.- el balón para mí.

Thiago.- obvio.

Madelaine.- aún sigo esperando el viaje a Madrid, no sé a qué esperas a llevarme.

Thiago.- prontito.

Madelaine.- ¿no tendrás a otra allí?

Thiago.- ¿yo? Sí no puedo contigo, voy a tener otra mujer en mi vida en Madrid.

Madelaine.- no sé si sentirme halagada u ofendida. Eres muy malo, Thiago.

Paso mis brazos por su cintura, rueda los ojos y corto el espacio para intentar besarla, pero me hace una cobra y suelto una risa.

Thiago.- ¿puedo lavarte el cabello?

Madelaine.- sí, criado.

Me da su champú para que lave su cabello y cambiamos para que el agua caiga sobre mí.

Simple casualidad || Madelaine Petsch Donde viven las historias. Descúbrelo ahora