Era la mitad del periodo de almuerzo. Había comprado un pan de melón y me encontraba subiendo al segundo piso donde se encontraba mi clase. A mitad de camino me encontré con Fuuka, quien parecía dirigirse a la cafetería a comprar su almuerzo. Cuando se percató de mi presencia, me sonrió con un gesto de ánimo y pude leer en sus labios la palabra "ánimo". En ese instante, me di cuenta de que me estaba animando a pedirle la cita a Aigis durante el almuerzo. Sentí mi temperatura corporal subir y, aunque no podía verme en un espejo en ese momento, podía deducir que mi cara se había puesto roja.
"Tengo que hacerlo, es solo una cita. No puede ser más difícil que confesarse... ¿Verdad?" La duda me empezó a invadir. La parte más complicada había pasado, solo debía de pedirle una cita. Vamos Kotone, tú puedes.
Sin darme cuenta, ya había llegado al salón, absorta en mis pensamientos. Aigis se encontraba en su asiento junto al mío, terminando de tomar apuntes en su cuaderno cuando notó mi presencia. Rápidamente volteó la cabeza hacia mí y me miró expectante, aguardando mi próximo movimiento, o tal vez solo esperando que me sentara a su lado como siempre. Pero no pude moverme. Aigis se veía hermosa en su asiento, y podría quedarme viéndola todo el día ahí mismo. De pronto, mi pequeño momento de fantasía se vio interrumpido por una compañera de clase que entraba al salón. Me dio un leve empujón que me devolvió a la realidad. Rápidamente avergonzada de que alguien me viera rara por quedarme parada en la entrada, decidí caminar hasta mi asiento. Al sentarme, Aigis me dijo:
- Bienvenida de vuelta.
- Sí, um... Aigis, ¿puedo preguntarte algo?
Solo debía preguntarle si quería salir conmigo después de la escuela, pero por alguna razón se me dificultaba más de lo normal.
- Claro, puedes preguntarme lo que quieras.
Aigis lo dijo con una sonrisa en su rostro. Esa vista hizo que mi cara volviera a sonrojarse y mi mente se quedó en blanco.
- ¿Ocurre algo?
Me había quedado en blanco, no encontraba las palabras para pedirle una cita y el tiempo seguía corriendo.
- U-um A-Aigis, tú eh... ¿Q-quieres...?
- ¿Sí?
- ¿Q-quieres un poco de mi pan de melón?
Al final no pude preguntarle lo que quería, los nervios se habían apoderado de mí.
- Um, no, yo no necesito alimentación para sobrevivir, sin embargo, tú sí. Mejor cómetelo tú, pero gracias por ofrecerme un poco.
- Oh, está bien.
Después de eso me centré en mi pan de melón sin decir ni una sola palabra más. Ya la había invitado a salir antes, ¿por qué ahora era tan difícil? Aigis siguió trabajando en sus apuntes de la clase al ver que no tenía nada más que preguntarle.
Cuando terminé de comer me relajé en mi asiento. ¿Cuándo le preguntaré? No tenemos mucho tiempo hasta que llegue el 31 de enero, quiero dejar zanjado el asunto antes de eso.
Entonces sentí como alguien tomaba mi mano izquierda. Era Aigis. Cuando volteé a verla, vi cómo me miraba con una mirada preocupada.
- ¿Estás bien, Kotone? Sabes que si algo te preocupa puedes contar conmigo siempre.
Cierto, ¿por qué me había preocupado tanto? Conozco muy bien a Aigis. Ella no solo aceptó mis sentimientos, sino que también me confesó los suyos. No hay nada que temer.
- De hecho, sí. Hay algo que te quiero preguntar.
- ¿Es por lo del pan de melón?
- ¿Qué? No, jajaja. Aigis, ¿quisieras ir a una cita conmigo?
Esta vez no dudé, lo dije de manera clara y directa. Estaba decidida. Hoy le pediría formalmente a Aigis que fuera mi novia.
- ¿Una cita? ¿Te refieres a salir juntas?
- Así es, Aigis. Quiero salir contigo. Solo tú y yo. Juntas.
- Claro, no hay nada que me haga más feliz que estar junto a ti.
- Entonces es una cita.
Con eso aclarado, sentí como un gran peso se me quitaba de encima. Concordando justo con la campana para el comienzo de las clases de la tarde, ambas nos volteamos hacia el pizarrón para recibir al maestro, expectantes por el fin de las clases de hoy.
La campana del final de clases sonó. Estaba junto a Aigis en la puerta del instituto, tomadas de las manos. Nos dirigimos hacia nuestra cita.
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Kotone & Aigis
FanfictionEl S.E.E.S. se encuentra escalando la torre Tártaro para enfrentarse a Nyx. Puede ser la última aventura del grupo y Kotone tiene que aclarar sus nuevos sentimientos que surgieron hacia su compañera de grupo, Aigis. ¿Será amistad? ¿Admiración? o qui...