Capítulo 6: Los pensamientos de Fuuka

24 3 0
                                    

Un nuevo día había llegado, me encontraba preparándome para ir a estudiar cuando vi a Kotone bajando las escaleras, se veía bastante distraída, como si su mente estuviese en otro lugar, más bien ausente. Decidí acercarme para saludarla y ver si se sentía bien cuando me acordé de nuestra conversación de ayer. Resulta que ella se había confesado a Aigis y según me dijo, Aigis correspondió a sus sentimientos también, pero no habían establecido estar en una relación. Se notaba la falta de experiencia de parte de ambas, tampoco es que yo pueda presumir de ello, pero por las historias de romance que había leído en este punto siempre solía haber un espacio en blanco y cuando volvía a la historia la pareja ya estaba saliendo. La historia que me había contado Kotone de como empezó a tener sentimientos por Aigis, también me contó sobre lo que ocurrió anoche en el Tártaro, aunque ya sabía la mayor parte de la historia.

Ayer durante la hora oscura, cuando me encontraba con Juno monitoreando al grupo que subió al Tártaro Kotone me avisó que se separarían en dos grupos, no entendía muy bien la razón en ese momento, así que decidí dividir mi atención dando soporte cada poco tiempo a cada pareja, si alguno se encontraba en una pelea, le daría más atención, era peligroso por si ambos entraban en combate, pero confiaba en que ambos equipos tendrían más cuidado al ir únicamente en parejas.

La pareja de Ken y Koromaru decidió quedarse terminando de explorar y encontrar objetos en el piso en el que se encontraban mientras que Kotone y Aigis decidieron subir al siguiente piso, ellas dos eran las más fuertes de todo el SEES probablemente, así que no veía demasiado problema en que decidieran seguir subiendo solas, cuando les dí más atención fue cuando noté algo extraño, ambas estaban tomadas de la mano, ¿pasó algo? Había leído situaciones de dos personas tomándose de la mano, pero todas esas situaciones eran en historias románticas, no había tenido demasiadas amigas en mi vida así que tampoco sabía si era algo normal entre amigas, había salido en muchas ocasiones con Natsuki desde que nos hicimos más cercanas pero nunca habíamos caminado tomadas de la mano, ¿Quizá no eramos lo suficientemente cercanas? Todos estos pensamientos fueron interrumpidos con una llamada de Kotone pidiendo soporte, habían entrado en batalla, me calmé rápidamente y empecé a apoyarlas durante la pelea.

Cuando la batalla acabó eché un vistazo rápido al estado de Ken y Koromaru, todavía seguían en el mismo piso que antes, ¿Estaban vagueando? Bueno, no importa, el piso está despejado así que no debería de haber mayor problema con ellos, y me facilitan el no tener que dividir tanto mi atención en ambas parejas. Cuando volví para ver a Kotone y Aigis fue cuando lo escuché, "A-Aigis... Te amo", ¿¡Qué!? Estaba segura de lo que había escuchado pero no lograba terminar de asimilar las palabras que Kotone había dicho, ¿Te amo? Esa palabra podía usarse para diferentes situaciones pero en este contexto el único significado que se le puede dar es de un amor romántico ¿Verdad? ¿En serio ella se siente así hacia Aigis? Suelen estar mucho tiempo juntas pero es más que nada por decisión de Aigis que por Kotone, ¿O acaso siempre tuvieron este tipo de relación y lo estaban ocultando? Si es así, lo han sabido ocultar muy bien. La vergüenza me impedía husmear aún más en la conversación de ellas pero mi curiosidad por conocer la verdad me pedía a gritos escucharlas. Tras un breve momento de conflicto decidí escuchar un poco más de su conversación pero no oí nada, usé a Juno para ver como se encontraba y las encontré a ambas de rodillas abrazándose, tuve un sobresalto ante tal escena pero no pude dejar de verlas, se veían ambas muy felices, desconecté la vista de Juno con ellas y volví con Ken y Koromaru para ver como iban, quizá husmeé de más en donde no debía, pero ya había cometido el crimen.

Cuando la hora oscura estaba por terminar vi a Ken y Koromaru salir del tele-transportador, me saludaron y se unieron al resto del grupo para volver al dormitorio, las siguientes en salir fue Aigis seguida de Kotone, Kotone se veía muy contenta, claro nadie sabía por qué, solo yo, pensar en todo eso hizo que me sonrojara al punto que tuve que voltearle la cara a ellas, con mi actitud sospechosa creo que Kotone se dio cuenta y supo exactamente la razón porque rápidamente me volteó la cara igual, se había dado cuenta de mi crimen.

Una vez en el dormitorio todos se despidieron y se dirigieron rápidamente a sus habitaciones, pero mi curiosidad no me dejaría dormir así que decidí esperar a que todos los demás se fueran. Cuando ya todos se habían retirado llamé a Kotone antes que terminara de subir las escaleras, por su mirada supe que sabía exactamente de lo que quería hablar, la invité al salón junto a mi. Ninguna de las dos quería empezar con la conversación o ninguna de las dos sabía como empezar, después de un rato decidí ser yo la que empezaría la conversación.

- Entonces... ¿Tú y Aigis no son novias? – Nuestra conversación comenzó con una pregunta simple pero que desarrolló una conversación mucho más complicada de lo que pensaba en su inicio. No se alargó demasiado pero si más de lo que pensaba que sería en un inicio. Al final parece que Kotone no le dijo nada a Aigis sobre ser novias y ese pensamiento le empezó a molestar, era obvio que todo saldría de manera natural a partir de ahora, pero verla en ese estado me hizo querer animarla en su relación, así que la incentivé a preguntarle mañana a Aigis a salir en una cita. Con eso nuestra pequeña conversación nocturna acabó, me despedí de ella y fui a mi habitación pensando en mi buena acción para ayudar a una pareja. Eso era lo que pensaba anoche, Kotone me había explicado que no solo planeando si no que por los propios nervios no había dormido en toda la noche, me sentí muy culpable.

- Um, lo-lo siento, es mi culpa, si no te hubiese metido esas ideas anoche... -

- ¡Ah! No Fuuka, no es tu culpa, de hecho te agradezco por lo de anoche, me diste la confianza que me faltaba para seguir adelante. Quizá vuelva a pedir tus consejos en el futuro. -

- No fue nada, pero no tengo experiencia en este tipo de cosas, solo lo que he leído en novelas de romance. -

- Bueno, pues tendrás que hablarme más de esas novelas en el futuro entonces. -

- S-si, me encantaría. -

Y así con una gran sonrisa Kotone siguió su camino al vestíbulo. Quizá involucrarme no fue tan malo como pensé.

Kotone & AigisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora