Ir a la casa de la amiga de su madre, fue mucho mejor de lo que esperaba, y no se iría hasta que el lindo pelinegro este encima suyo, rebotando sobre su polla.
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Chan salió de la universidad una hora más temprano, pues estaba en fechas de examenes pero por suerte él habia exentado inglés, asi que tranquilamente podria irse a su casa.
Se sentía todo un genio, fue el único en no presentar examen, ya estaba hecho, el inglés era su primera lengua, literalmente...
—Oh my god—se dijo a sí mismo al ver el auto de Min estacionado frente a su facultad—. Why is he here?
El azabache bajo del auto al verlo, se acercó a él con una enorme sonrisa, mientras se quitaba sus lentes de sol.
—Hola, iba a esperar a que salieras, pero tuve suerte de encontrarte, ¿ya saliste de todas tus clases?
—Of course, baby.
Mimi borró su sonrisa, mirándolo confundido.
—¿Chris? ¿Estás bien?—exageró, tocando su frente y pecho como si tuviera calentura. Chan rio, rompiendo su faceta australiana.
—Ya, sólo estaba practicando mi inglés—el castaño se acercó a Min abrazando por la cintura—. ¿Que haces aqui, cosita?
—Venía a invitarte a comer.
—Me encanta la idea, voy al estacionamiento por mi auto y te sigo, ¿te parece?
—Por supuesto, ve, aquí te espero, Channie.
Después de largos minutos conduciendo, llegaron al lugar favorito de Min, era una cafetería con temática de los años 60.
Estacionaron sus autos y pudieron entrar.
—¿Por qué está inesperada salida, cosita?—habló cuando ya ambos estaban sentados en una de las mesas.
—Confronté a Yiju, y le hice saber que si o si vamos a terminar. Christopher Bahng, voy en serio contigo, espero que tú también
—Sabes muy bien que también voy en serio contigo, te adoro, cosita, si ese día quedé encantado cuando te vi por primera vez, no te me irias a escapar tan fácil—el pelinegro iba a contestar, pero la mesera del lugar llegó a su mesa
—Buenos días, sean bienvenidos a Candy Blue, me presento, soy Giselle, estaré siendo su mesera, ¿qué desean ordenar?—explicaba mientras sacaba una pequeña libreta para apuntar.
Min volteó a ver al mayor, este al no saber el menú del lugar solo se encogió de hombros.
—Vamos a querer la orden grande de pyeonyuk y una jarra de limonada, por favor—la chica asintió, anotando todo lo que había salido de la boca del pelinegro.
—En un momento queda listo—se retiró, dejando a la pareja sola.
El menor volvió a ver a Bang Chan, ahora que lo pensaba, no había prestado atención a su vestimenta, consistía en unos pantalones de mezclilla ajustados, podía ver lo trabajado que tenía sus piernas, en la parte superior una camisa negra de botones, dejando a la vista parte de su pecho por los botones desabrochados a propósito, esta la tenía fajada; puede que no sea una vestimenta tan elaborada, pero en el simple hecho de que Chan la llevara puesta, tenía prácticamente babeando a Minnie.
—Min, ¿me estás escuchando?—el nombrado llevo su mirada hasta los ojos del mayor—. Ya veo, estabas tan concentrado mirando mi cuerpo ¿no?
—Sí, te ves tan sexy.
Chan lo miró sorprendido, ¿desde cuando Minseo había tomado esa actitud tan directa? Hace unas semanas muy apenas podía hacer contacto visual con él.
—¿Qué pasa?—volvió a hablar el azabache.
—No, no pasa nada, es solo que tu respuesta me tomó por sorpresa.
Aquello fue lo que Im necesito para verlo avergonzado, llevó sus manos a su cara ocultando su sonrojo.
—Lo siento, mi respuesta estuvo muy fuera de lugar.
—No, no, de hecho, me gusta esa faceta tuya, que seas tan directo.
❝Tengo que cambiar de tema antes de que mi cara explote❞
—Im Minseo, ¿qué voy a hacer contigo?
—¿Amarme?—soltó inocente.
—Con gusto.
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