MATRIMONIO JEON 🌹

892 64 4
                                    

—Están haciendo redadas a los extranjeros indocumentados desde esta mañana—El bartender en frente suyo murmuró a su amigo mientras le servía el wiskey a tope.

Jungkook no se quejó siempre y cuando ese extra no saliera de su bolsillo. Apreciando el calor del wiskey  atravesando su pecho, mientras lo bebía con languidez.

—No son redadas, es que lo mataron a uno de estos líderes de la mafia y lo despacharon como cerdo—Su compañero habló y por primera vez en esa insípida mañana, a Jungkook se le pararon las orejas, escuchando la conversación con una cara desinteresada a pesar de que la noticia fuera bastante desconcertante para él—Le cortaron el cuello.

—¿Ah si? Yo escuche que varios lo agarraron a golpes y le abrieron el cráneo—El bartender le sirvió otro poquito cuando se dió cuenta que el contenido del vaso del chupito había desaparecido—¿Desea algo más señor?

Jungkook sonrió de lado cuando el Alfa contrario le habló en un inglés masticado, asientiendo brevemente como si no acabara de escuchar una cruda conversación sobre un asesinato. Aunque eso no le afectaba para nada, tenía que ser sincero.

Mas bien, le pareció que la historia era un tanto exagerada, pero si estaba de acuerdo en que la muerte de esta persona fue una emboscada grupal. Después de todo, deshacerse de alguien como un lider de mafia requería trabajo sucio en equipo, no podías ir con los cojones al aire y enfrentarte a gente que estaba armada hasta el culo. No era como ir a tomar el té y hablar sobre el clima. Aún así, pensó que fue un trabajo muy desordenado.

Si todos hablaban de aquello, significaba que no limpiaron bien su mierda-

—Señor ¿me esta escuchando? tiene que identificarse ahora—Un hombre habló en una voz casi militar, lo que le hizo girar su cabeza con interés—Respóndame o tendrá que acompañarnos.

¿Le estaban hablando a él? Se entendía que tan Tailandes no se veía, pero tampoco resaltaba como una luz de neón entre la gente del bar. Vamos, a lo mucho y pasaba desapercibido con su pantalón de chándal crema y una camisa de manga corta con florecitas que a su opinión lucia sus brazos de Alfa. Muy varonil.

Antes de abrir la boca para replicar en coreano, frunció el ceño al girarse y ver la escena frente suyo. Dos policías tensos y  listos para desefundar su pistola dirigiéndose a un hombre pequeño. Olió el ambiente notanto que ambos eran Alfas, por las feromonas picantes que le hicieron arrugar la nariz.

Pero también captó un aroma que le hizo posar sus ojos sobre la belleza de cabellos café y labios de ensueño mirando atentamente por todo el bar. Analizando.

Le causó gracia que unos Alfas que le doblaban el tamaño al omega, estuvieran tan a la defensiva con el ángel en frente suyo y es que su mirada escondía inocencia pero a la vez un fuego que encendió el lobo de Jungkook y le aceleró la sangre a través de sus venas.

Inhalo un poco más fuerte.

Su lobo siendo codiciosos para mantener el aroma grabado en su memoria. Sus ojos lo escanearon de arriba a abajo sin ser tímido apreciando su figura atlética pero a la vez muy suave. Le pareció muy atractivo, sobre todo el pensamiento de apretar la carne de sus caderas.  Las clavículas que resaltaban por la blusa que llevaba puesta denotaba una piel se tersa, por lo que no le sorprendió cuando su mandíbula dolió al querer punzar la tierna e inamculada piel.

—Señor usted está detenido ahora—El policía dijo más nervioso.

Jungkook juró que el Alfa se pondría a berrear como un cachorro en cualquier momento, por lo que se contuvo una risa.

Fue cuando los ojos del lindo omega se posaron en los suyos, experimentando un fuego en su pecho. El castaño le sonrió y Jungkook no tuvo más remedio que devolverle el gesto, levantando su chupito recargado con wiskey a forma de saludo.

Iba a abrir la boca para ayudar la situación  pero no fue necesario cuando el castaño avanzó hasta su asiento en la barra, ignorando las réplicas de los policías. Le tomó del rostro y estampó sus labios pomposos sobre los suyos.

Por un momento, probó un rico melocotón en su lengua, y experimento estrellas bajo sus párpados.

Mierda, eso se sintió mejor que el whisky que se estaba tomando. Y el no comparaba el trago con un beso.

—Mi amor—Susurró el omega contra su boca, frotando la carnosidad tibia de sus belfos, mientras se separaba de él. Jungkook se sintió embobado por unos segundos—Es mi esposo.

Lo último, dijo el desconocido dirigiéndose a los policías, imitando un inglés muy pobre. El castaño lo volvió a mirar con una sonrisa un poco tensa.

Jungkook no se hizo de rogar.

—Gracias por traerlo oficiales, temía  que se hubiera perdido tan rápido en la ciudad—Tomó una de las manos del castaño que reposaba sobre su cara, y besó sus nudillos sin despegar la vista de sus ojos como excusa para tocarlo. La recompensa fue un bonito rubor en las manzanas de las mejillas contrarias—Y mire que  recién nos acabamos de casar.

—¿Marca?

—¿Huh?—Quitó los ojos con brevedad para ver al policía señalar su cuello.

—Marca, ¿dónde?—Habló conciso.

—Hoy en la noche, está usted invitado—Respondió con avidez el omega castaño, descansando su peso contra su cuerpo y una mano en su pecho. Jungkook sólo lo disfrutó sin borrar la sonrisa, aprovechando de tomar ambos lados de la cadera del omega que habia querido sostener desde que lo vio. Si jugaba el papel de esposo, tenía que hacer el sacrificio de tomarlo en serio—Eso si, no se que opinas, cielo.

Se giró para sonreirle con los ojitos en media luna. Que bonito, pensó.

Jungkook fingió meditarlo unos segundos hasta que dejó salir una risa, y de paso creyó oportuno dejar salir por un isntante a su lobo. Quien ya se sentía bastante posesivo sobre el omega. Que peculiar.

—Diría que es bienvenido, si lo quiere tomar como última experiencia de vida, usted me entiende—Le guiñó el ojo, mostrando ojos ambar ante el policia.

El oficial no llegó a responderle por una explosión no tan grande que se escuchó a varios metros del hotel. Alguien estaba haciendo su rabieta por la muerte de ese sujeto. Ni  Jungkook, ni el lindo omega se inmutaron, quedándose en los brazos del otro. Observando como los oficiales corrían a las calles, hasta perderse en el caos.

Ambos lobos, sin percatarse, estaban más que cómodos en la presencia del otro hasta que él castaño giró su cuerpo acercándose a él. Ingenuamente, Jungkook pensó que lo besaría de nuevo, pero solo le susurró al oído.

—Gracias, cielo—Dijo con un besito en la mandíbula.

—Es lo que hace un buen marido, ya no encuentras de los míos hoy en día.

El castaño soltó una risita que iluminó su cara.

—Supongo que gané la lotería contigo...¿te veré luego?

Jungkook aprovechó para acercarse también y susurrarle en el oído.

—Tenemos una marca pendiente, claro que me verás luego—Le besó detrás de la oreja—Y no te sacaste la lotería, porque el premio mayor parece que me lo gané yo.

Cuando le alejó el omega se mordía el labio con una sonrisa contenida. Jungkook quizo morderlos por él.

—¿Sin espectadores?

—Solo tu y yo mi amor.

—Que así sea—Y se inclinó para beber lo que restaba del wiskey sin hacer ningún mueca. Eso sí que le prendió a Jungkook—Hasta entonces  extraño.

Y Jungkook tuvo que tomar varios wiskeys más para aplacar la calentura en su cuerpo.

🌹🥷⛓️

Me pasa que veo una peli y ya me estoy imaginando al kookmin de protas.

Nos es tal cual la historia de la peli, porque es omegaverse. Así que espero les guste.

Los quiero

Honey Trap • Kookmin (SLOW) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora