—Sólo con verte y ver tu magnífico físico, se que mi hijo estará en buenas manos y será querido por el resto de su matrimonio—El padre de Jimin sollozó un poco, luego de mencionar aquellas palabras, y Jungkook no tuvo más remedio que forzar a sus labios a dibujar una sonrisa—Jeon Jungkook, se un buen Alfa, tengas muchos cachorros y siempre se-
—Gracias...Papá—Jimin le interrumpió levantando la voz para llamar la atención de los invitados. Le miró de reojo, como si se estuviera disculpando por su padre, pero a Jungkook no le importó demasiado.
Sabía que estos discursos eran muy peculiares. Llenos de mocos, babas y anécdotas innecesarias. Así que sólo apretó la mano de su esposo y le guiñó el ojo.
Pero ni bien la madre de Jimin se levantó para hablar de su preciado y único hijo, Jungkook se sintió el hijo de puta más grande de la historia.
—Me lo están arrebatando de la forma más dulce, pero aún así nunca esperé que te quedes al lado de esta vieja, porque ahora tienes tu propio camino y eso está bien—La madre de Jimin lagrimeo un poquito y Jungkook apretó los puños para no llorar con ella—Sólo, no te olvides de mi, ¿si cachorro?
¿Por qué tenían que hacerlos tan malditamente emotivos? Jungkook ya no estaba siendo tan discreto para camuflar su llanto, y si giraba un poco la cabeza casi que podia ver la cara de asco de Seokjin. Si como no, que se jodan, él no tenía madre. Ya no, así que no recordaba que era sentirse un hijo amado desde hace mucho tiempo.
—Mi amor, ¿seguro que no quieres que te acompañe a los servicios para lavarte la cara?—Jimin le secó la nariz con el puño de su saco—¿Hmm?
—No quiero hacer una escena—Le susurró, mientras sorbió con fuerza, perdiéndose en la tierna imagen de su ahora esposo.
Tan bonito, con un traje negro y corbata gris. Con los labios pintados de un ligero matiz rojizo y las mejillas naturalmente rosadas. Estaba brillando esa noche.
La risita de su esposo le alertó que se había perdido en esa imagen por mucho tiempo, así que le observó con una ceja levantada.
—Créeme que retirarnos de la mesa llamará menos la atención que tu nariz.
—Culpa a tu madre, parece que lo tenía guardado desde que naciste—Jungkook se secó los ojos con una servilleta—A parte soy un Alfa sensible.
—Me quedará consolarte, mi esposo llorón—Jimin le tomó de la mandíbula para acercar sus labios en un beso profundo, que el Alfa deseó alargar pero las miradas ajenas no le permitían sobrepasar límites. Que molesto ¿a que hora se todos se iban ya? O ¿era al revés?—Que haré contigo ¿eh?
—Mimarme.
La lengua de su esposo lo mantuvo ocupado, hasta que la música junto con el maestro de ceremonias no le dejó seguir en su propio mundo.
—Es ridículo tener que dar un espectáculo para entretener a los demás—Jungkook le dijo al oído, mientras se balanceaban al ritmo de una balada—Y gratis.
—¿En verdad te molesta tanto? Eres un buen bailarín.
—Me molesta que te vean mucho—chasqueo con la lengua, apretando la cintura del omega—Vas a gastarte y ni siquiera te admiré lo suficiente.
—Podrás gastarme de otra manera más tarde—El brillo en los ojos de su esposo era inconfundible—Y no sólo me ven a mi, creo que tendré que morderte en frente de todos para marcar territorio.
Jungkook aspiró el aroma a excitacion del omega, que era muy tenue bajo la ropa, pero que por la cercanía lograba distinguirlo. Olía malditamente bien, y si estuvieran solos no dudaría en hundirse en aquella fuente que exudaba ese perfume.
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Honey Trap • Kookmin (SLOW)
FanfictionDespertarse con una pistola apuntando a su cabeza no era lo usal para Jeon Jimin. Después de 5 aburridos años de casado, podía decir que esa era la mañana más interesante de su matrimonio. Pues quien pensaría que el tranquilo contador de su esposo...