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Gojo se dirigía a una reunión con los altos mandos, sin embargo, detuvo a Ijichi y lo despidió rápidamente en medio de la pista.

- Ya puedes salir - una maldición especial al parecer buscaba eliminar al más grande hechicero de la historia, lástima, no sería así y sería utilizado como objeto de estudio para Yuuji.

Peleó un rato con la maldición, midiendo su poder. No era tan fuerte así que fue por su estudiante rápidamente.

-¡Eh! ¿Qué hago aquí? ¿Qué pasa? Hace un momento estaba en el sótano.- Gojo había traído consigo a Yuuji para el siguiente estudio. Yuuji ya sabía sobre el poder de teletransportación de su maestro pero una cosa era verlo y otra vivirlo en carne propia, se sentía un poco mareado pero fascinado, ya sabía que vendría.

Yuuji estaba emocionado por la pelea que vería con sus ojos, lástima, aun no podía ver la velocidad a la que se movían.

-No te preocupes Yuuji, nada podrá pasarte, soy el más fuerte. Estás aquí para aprender más sobre la hechicería, específicamente sobre los dominios.- Yuuji celebró internamente por lo que vería, estaría atento para aprender cualquier mínima cosa, aunque Sukuna también lo vería. Por precausión, era mejor que no aprendiera tanto de como era la técnica de su maestro. Sukuna en cambio estaba fastidiado por la peticion de su recipiente.

- Sensei, quiero aprender viendo, por favor no me explique nada.- Gojo se extrañó de la petición pero cumpliría con su adorable estudiante. Últimamente era muy propenso a cumplir cualquier cosa que el chico le pedía -Ok Yuuji, observa muy bien y que los postres estén listos para cuando termine- Yuuji pensó que debería tener lista su mochila con los postres y llevarla siempre, solo por si acaso, y se le daba hambre también.

La batalla acabó muy rápido pero para Yuuji fue increíble y fascinante.

- Sensei, usted es increíble y poderosos, aunque no pude ver del todo, me servirá mucho para mi entrenamiento- Gojo miró la sonrisa iluminadora de Yuuji y le sonrió de vuelta, acarició la suave cabeza de yuuji y asintió a lo que dijo.- Claro que tu sensei es super fuerte, no olvides que también guapo, pero no te distraigas con mi fabulosidad y volvamos al entrenamiento y por mis deliciosos postres.- Gojo los transportó rápido al sótano.

Tan pronto como estuvieron ahí, Gojo analizó la petición de Yuuji, era extraño pero con como avanzaba tan rápido el chico, pensó que el aprendizaje era visual. De pronto los sonidos de Yuuji lamentando la ropa quemada lo trajeron de vuelta.

Gojo volvió a desaparecer y aparecer. Cuando Yuuji lo vio de  nuevo frente a sus ojos, se había ido como por media hora y en ese tiempo había servido los postres y té, vio como su sensei le extendia unas bolsas que decían, Chanel y Gucci. Los nombres de las bolsas, las conocía pero no recordaba exactamente de que, agradeció Yuuji el regalo, dándose cuenta de que eran para él por la ropa quemada.

A Gojo le agradaba ver a Yuuji vistiendo bien, el alvino tenía buen gusto en la moda y Yuuji con la ropa elegida se veía como modelo, se felicitó a sí miso por su buen gusto, para luego empezar a degustar los postres.

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Gojo podía observar el gran avance que Yuuji había tenido en poco tiempo, ya habían pasado dos semanas pero el chico era capaz de manejar correctamente su energía maldita.

Yuuji también notó su avance y a comparación de la historia original, el avance se sintió más rápido. Yuuji sintió como si ya lo hubiese hecho antes, verlo no contaba. Pero él sentía que debía hacer mucho más.

En uno de los descansos del almuerzo, en compañía de su profesor, Yuuji propuso algo inédito.

-Gojo sensei- habló Yuuji con el cuerpo cansado.

Transmigración en un cuerpo compartido con una maldiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora