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Es difícil cuando un hijo se casa, se va de casa, tiene su casa, hijos y si tienes suerte te visitan una vez por semana; en mi caso nunca me dijeron que jamás volvería a ver a mis hijas pues eran unas transformadas, debería haber un manual de que diga prepárate posiblemente tus hijas se enamoren de vampiros pura sangre y no las vuelvas a ver. Pero ¿que madre quiere eso? Ninguna. Han pasado cincuenta meses desde que Kara se casó y no e vuelto a verla o a Alex.
Quito la mariposa de mi cabeza liberando mi melena dorada y canosa. Estoy por meterme en la cama cuando llaman a la puerta así que decido bajar las escaleras y enfrentarme a quien sea.

Abro la puerta notando a un hombre no mayor de cuarenta años, sus ojos son oscuros, su piel más pálida de lo normal y su cabellera cobriza esta despeinada por el viento

—¿necesitas algo?

—serás mía perra!

Revela un par de colmillos afilados, se abalanza contra mi, cierro la puerta con fuerza escuchando un especié de alarido pero me niego a abrir la puerta, me quedo a espaldas de la misma mientras me deslizo hacia el suelo donde abrazo mis piernas contra mi pecho.

Me e negado a dormir la noche anterior y lo sé porque puedo ver la luz del sol comenzar a entrar por mis ventanas, un llamado a la puerta me hace despertar del todo por un tiempo, abro la puerta notando a una mujer de mi edad, pelo es castaño oscuro pero se puede confundir con el negro, sus ojos son amarillo con toques azulados, su piel es pálida y entonces recuerdo al hombre dé ayer

—luces muy cansada, estas débil, eventualmente necesitaré alimentarme y eso será una señal para los chupa sangre para venir por ti

Me e quedado con los ojos muy abiertos, ella toma mi mano para llevarme al interior de la casa es en ese momento que noto el frío en sus manos y retrocedo

—eres una chupa sangre como el de anoche

—no, soy una vampira purasangre que es muy diferente

—¿cual es la diferencia? Ambos beben sangre

—hay tres especies de vampiros, los purasangre nacemos de otros vampiros para mantener la especie, vivimos en clanes, los chupa sangre son aquellos que crean sus propias reglas, son nómadas no viven en clanes, el que te visito anoche era un chupa sangre y su deceso además de tu sangre era violarte... ellos son así. Por último están los sangre fría conocidos por ustedes como los convertidos, son aquellos que se vuelven vampiros por que se le da otra oportunidad de vivir de acuerdo a una junta de vampiros o porque se enamoran de un purasangre y quieren unirse a ellos

—como mis hijas...

—tus hijas son parte mi clan

Aquello a captado mi atención, ha visto a mis hijas cosa que a mi se me ha negado desde que se unieron en matrimonio a dos vampiras que resulta y resalta son hijas de esta mujer

—entonces nos tienes que decir a hora, dejar tu humanidad...

—pero quiero ser una vampira como tu, solo hazlo quiero poder ver a mis hijas ya tengo cuatro años sin verlas

Ella asiento con la cabeza, se posó a mis espaldas apartando mi cabello para dejar expuesto mi cuello; en forma automática mi cabeza se inclina aún lado, puedo sentir el aliento de esta mujer sobre mí cuello hasta que finalmente siento como sus colmillos atraviesan mi piel, la sensación es una mezcla completamente entre, tranquilidad, placer, excitación y miedo. Cuando se aparta estoy mucho más débil que esta mañana cuando le abrí la puerta

—debo llevarte a mi casa, aún estás en un estado de vulnerabilidad mientras te transformas

Siento como pasa uno de sus brazos por debajo de mis rodillas y el otro cerca de mi espalda baja, reconozco esa forma de ser cargada pero no recuerdo exactamente de donde, termino por desmayarme en sus brazos.

—había un chupa sangre cerca de su casa, era cuestión de tiempo... sino le arrancaba la cabeza iba a entrar por alguna parte y abusar de ella

—¿entonces no tiene que ver con la sangre de mi madre?

—oh querida Kara, tu madre era la tua cantante de muchos vampiros que pudieran olerla... pero ahora es una de nuestro clan, una sangre fría como Alex y tu

Kara! Kara está en donde quiera que me encuentre ahora, lucho por abrir los ojos e podido ver a mi hija muy poco, es más pálida, hermosa y está embarazada. Alex está del otro lado también puedo verla, hay una niña de unos dos años junto a ella, me recuerda a cuando Alex era de esa edad pero lo único diferente es su cabellera de un rojo sangre

—ella está luchando por mantenerse despierta

—lo sé, aún debe hacerle efecto la ponsoña, para mañana por la mañana estará en todos sus sentidos y podrán volver para verla

¿Que? No! Aún no e podido conseguir verlas del todo y ¿ya se van? Sigo luchando por despertar pero es imposible, veo como mis hijas son llevadas por sus esposas lejos de mi, quiero llorar pero no puedo. Siento una mano acariciar mi mejilla y se que es la líder de mi nuevo hogar, me dejo arrastrar por la incertidumbre de la oscuridad.
Para cuando despierto no hay más luz que aquellas lámparas led amarillas provenientes del techo, en mi memoria de la noche anterior recuerdo haber visto a la vampira completamente desnuda, un deseo de tomarla y poseerla me invadía por completo y aún cuando lo recuerdo también. Ella entra y deja caer el cadaver de un puma delante de mi; la sed es mucho más fuerte que yo así que entierro colmillos en aquel felino de gran tamaño.
Aún estaba caliente y la sangre era completamente deliciosa. Mis ojos se posan sobre ella cuando termino, siento una gota de sangre correr por la comisura de mi boca; me doy cuenta de lo que ansío es más fuerte que la sangre porque la quiero a ella más.

Luna NuevaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora