II

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Limpio la sangre que corre de la comisura de mi boca hacia mi barbilla, llevando a mis labios para después comenzar a acercarme a aquella mujer como si fuera mí presa. Ella no retrocede en ningún momento así que llevo mi boca a su cuello para comenzar a lamerlo

—espera ¿que tal un tecito?

Gruño

—es para conocernos ni siquiera sabemos nuestros nombres y ya quieres saltar sobre mi... me llamo Lillian Luthor

—Eliza!

Gruño y muerdo todo su cuello provocando los gemidos de Lillian, no pone resistencia así que llevo mis manos a su blusa para romperla junto con su sostén, paso la punta de mí lengua por la piel desnuda, cuando con esta toco su delicado pico la escucho gemir como si no hubiera un mañana, llevo su pezon a mi boca, las manos de Lillian van directamente a mis caderas pero para apartarme sino para indirectas sus uñas. Cuando siento que queda duro cambio de pezon, me atrevo a mirarla a los ojos, la cabeza la tiene para atrás con los ojos cerrados, si respirara sería errática.

Con el segundo pezon húmedo y duro sigo mi camino más abajo, me pongo de rodillas ante ella, desabrochó lentamente su pantalón y lo bajo con una lentitud turtuosa y se que se desespera porque gruñe; cuando logro despojarla de sus últimas prendas se abre para mi, no puedo evitar saborearla, tomo una de sus piernas para subirla a mi hombro. Mi lengua se barre por eso perfectos labios carnosos y húmedos, en el momento en que mi lengua la penetra suelto un gruñido de satisfacción, se que a ella también le gusta, la vuelvo loca.
Ingreso uno de mis dedos notando lo apretada que está, su cuerpo está arqueado, sus ojos cerrados y su precioso clitoris está palpitando para mi lengua, lo lamo volviendo loca a esta mujer. Recorro cada centímetro de ella hasta que sus paredes atrapan mi dedo dejándolo empapado.

La ropa me comienza a molestar así que mientras ella se recupera (no necesita mucho tiempo) yo me desnudo bajo su mirada atenta; aprovecho que el sofá está detrás de mí y me siento abriendo las piernas, Lillian se sienta generando que nuestros centros se toquen. Ambas comenzamos a mi movernos de arriba a abajo soltando gemidos de placer cuando nuestros clitoris entran en contacto entre sí, mis manos van directamente a su trasero mientras que las de Lillian van por mis hombros, ella entierra sus uñas en mis hombros y parte de mi espalda mientras que yo aprieto y masajeo sus nalgas, ambas aumentamos la velocidad hasta corrernos juntas.
Lillian se acomoda a mi lado así que aprovecho para acariciar su clitoris con la palma de la mano, lleva la cabeza hacia atrás, sus piernas se abran más si es que eso es posible y se corre aún más.

Con ello e terminado, Lillian se acuesta en el sofá mientras yo comienzo a vestirme, dirijo en busca del baño para poder asearme, no quiero quitarme su esencia en mi piel pero realmente lo necesito. Encuentro el baño y abro la llave de una bañera, paso un tiempo aceptable antes de salir del agua; reviso uno de los cuartos hasta que encuentro creo yo el de Lillian, tomo un vestido rojo sangre y una medias de red negras, reviso entre otros cajones hasta encontrar ropa interior de encaje que realmente me queda así que me visto, me pongo unas zapatillas sin tacón antes de salir nuevamente a la sala donde Lillian ya estaba vestida, Kara y Alex ya están ahí con sus respectivas esposas además de otras chicas jóvenes

—Lillian ya conoces a mis hijas y a tus hijas, te quiero presentar a los demás miembros de mi clan... Lauren y su esposa, Daniela y su esposa, Jade y su esposa

—creí que solo habías tenido dos hijas

—y fue así, estas tres chicas se unieron después de ser convertidas a punto de morir, eran jóvenes y sin saber nada así que les di un hogar

Asiento con mi cabeza, mis dos hijas se reúnen conmigo, me alegra finalmente poder verlas y estar con ellas

—wow mamá luces... muy diferente, como humana creo que no te verías así

—lo sé pero es una vida completamente diferente

—¿como lidiaste el despertar?  Yo me fui sobre Andrea después de que regresamos de cazar

—oh por demonios, Lena y yo lo hicimos con algo de sangre

—¿ustedes follaron con esposas después de ser transformadas?

—si, eso pasa cuando estas a solas con quien te convirtió pero si este no acepta corre el riesgo de ser violado

Al oír a mis hijas quisiera poder ponerme roja pero se que eso ya no pasa, miro a Lillian hablando con sus cinco hijas, cada una similar a ella... eso explica el deseo intenso que sentí a penas la vi... no puedo imaginar a otra tomándola como yo lo hice, la sola idea me repugna... por Erzabeth posiblemente tubo a alguien antes ya que dos de esas chicas son biológicamente suyas. Tengo la sensación de querer saltar sobre ella, de enseñarle que sólo a mí me pertenece...

—mamá, esta es Esme Luthor Danvers tu primera nieta

Mis ojos se posan sobre la pequeña niña de melena roja la cual sonríe dejando marca de un par de ojuelos, me permito cargarla y besar su frente, es hermosa, se parece mucho a Alex; veo a Kara con una barriga de siete meses, mi segundo o segunda nieta está en camino, Kara acaricia su vientre con una sonrisa cuando veo que la bebé se mueve

—su nombre será Lori, Lena y yo acordamos en que yo sería la primera y después ella tendría a nuestra siguiente hija

—me alegra saber que no me perderá absolutamente nada más de ustedes mis hijas

Siento una gratitud hacia Lillian por ser quien fue por mí detrás de aquel chupa sangre, ver a mis hijas comenzar a tener su familia me llena el corazón y saber que siempre podré verlas me deja con una paz inimaginable.

Luna NuevaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora