13. Meeting a boy

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—¿Isaac?, ¿Olvia? —pregunto para si misma, entrecerrando los ojos para ver mejor dada la distancia

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—¿Isaac?, ¿Olvia? —pregunto para si misma, entrecerrando los ojos para ver mejor dada la distancia

Dio un par de pasos más adelante, los que hicieron ver la escena mucho más clara, tenía razón, era el, con Olivia, charlando animadamente sin darse cuenta de la presencia de esta, se aferro fuertemente a su bolso, y camino con la mirada baja y un nudo en la garganta, estaba decidida a no llorar, por lo menos no en el cine.

Camino dentro del centro comercial y se introdujo al patio de comida, mirando el suelo, tratando de regular su respiración, la cual cada vez se volvía más intensa al recordar la imagen de los chicos riendo, diviso la mesa más cercana a ella, tiro de la silla hacia fuera y se sentó en ella, apenas puso sus brazos en la mesa, y sus cabeza sobre ellas empezó a llorar, sabiendo que nunca sería suficiente, ni para un chico ni para nadie, ¿en serio su compañía era tan aburrida?, estaba sumida en sus pensamientos, cuando una voz la interrumpio

—Amiga, ¿Estas bien?

Un chico pelirrojo la miraba confundido, al ver que de repente una chica desconocida se sentó en su mesa y se puso a llorar

La rubia subió la mirada, abriendo los ojos abruptamente cuando vio que se sentó en una mesa que ya estaba ocupada
—Perdón, no me fije —dijo levantándose

—No, si quieres quédate —interrumpió mientras comía una hamburguesa

—¿Seguro? —pregunto sorbiendo su nariz y tratando de controlar sus lágrimas que aún seguian saliendo

—Claro —señalo la silla

La chica volvió a sentarse, pasando las mangas de su chaqueta por sus ojos.

—¿Como te llamas? —pregunto sin dejar de verla

—Arley, Arlette, y tu? —respondió aún con la voz temblorosa

—Milo

Se veía uno o dos años más grande que la chica, era bastante lindo, y sus  incontables pecas lo hacían más atractivo. Tomo la hamburguesa entre sus manos y la partió a la mitad, dejó una de las mitades en una servilleta y la empujó hacia Arley.

La chica miró la hamburguesa frente a ella y luego al chico.

—Es para ti ¿no tienes hambre? —hablo el pelirrojo señalando la servilleta

Sonrió
—Yo puedo comprarme una, no te preocupes

—No te estoy preguntando eso, te pregunte si tienes hambre

—O sea, un poco, pero vas a quedar tu con hambre

—Comete el pedazo de hamburguesa, no voy a quedar con hambre, ya me comí las papas —insistio

Lo miro no totalmente conforme, pero tenía demasiada hambre, había comido muy pocas palomitas, por miedo a que Isaac pensara que comía mucho, por lo que tomo el trozo de pan en sus manos y le dio el primer mordisco, suspirando con satisfacción al sentir el sabor de esta.

Pasaron unos minutos en silencio, mientras la chica comía a paso lento, por la misma razón por la cual no comio palomitas.

—Y... ¿que ocurrió? ¿Por que llorabas? —pregunto el chico sin mirar directamente a la chica

—¿En serio quieres que te cuente? —respondió dejando el resto de la hamburguesa a un lado

—Si

Dio un par de suspiros antes de hablar
—Bueno, un chico me invito a salir al cine, y yo me sentía quizás, un poquito atraída por el, entonces le dije que si, cuestión que llevábamos un poco más de la mitad de la película y se levanta diciéndome que va a ir al baño, pero pasaban los minutos y no volvía, hasta que acabo la película, y seguía sin volver, salí de la sala y me lo encontré metros más allá, sentado, conversando con una chica de nuestra escuela, me sentia triste y enojada, creo que una mezcla de sentimientos, pase por un lado de el y ni se volteo a mirarme, por lo que sali llorando y llegue aquí —respondió conteniendo las lágrimas— y sabes que, me da pena porque yo estaba tan emocionada y feliz, me aregle durante mucho tiempo, llame a mi amiga para contarle todo, y pasa esto

Con lo último que dijo no puedo contener el llanto y volvió a la posición de hace un rato, a lo que el chico movio su silla a un lado de ella y comenzó a acariciar su cabello, a pesar de que se conocían hace unos pocos minutos, Milo sabía lo que la rubia sentía.

—Tranquila, solo un idiota dejaría sola a una chica como tu

La rubia levantó su cabeza, para después pasar sus manos por su cara, y dedicarle una tierna sonrisa al muchacho

—¿Quieres que te lleve a tu casa? —pregunto con los ojos clavados en Arlette

—No, no quiero ser molestia, pero muchas gracias

Si algo le habían enseñado sus padres, era no estorbar, ni molestar, por lo que la chica siempre rechazaba favores

—Pero si no es molestia, te lo digo en serio —trato de convencerla

No tenía tantas ganas volverse sola, pero tampoco iba a ir a buscar a Isaac

Dudo
—Mmm, ¿Estas seguro?, es que de verdad no quiero molestar

—Segurisimo —dijo levantándose de la silla, seguido de la chica quien no tardo en aceptar

Salieron del centro comercial, y después bajaron hasta el estacionamiento, en donde el chico quedó parado frente a una moto negra, bastante bonita

—Sube —indico, golpeando el asiento del copiloto

—¿Es tuya? —pregunto sorprendida

—Si, ¿te gusta?

—Si, es linda

—Pues sube

Abrió la cajuela dejando ver dos cascos, uno azul y el otro rojo, tomo el azul para el y le extendió el rojo a la chica.

Ayudo a la rubia a sentarse en el asiento
—Puedes agarrarte de mi, digo solo si quieres —dijo lo último trábandose en el proceso

—Bueno, gracias

Emprendieron camino luego de que Arlette le diera las indicaciones para llegar. Fue un viaje tranquilo, ya que era medianamente cerca, a si que no iban a gran velocidad, la rubia iba abrazada a la espalda de Milo, ya que nunca había andado en moto, a si que estaba un poco asustada.

—Y llegamos —menciono el chico bajando una pierna de la moto y después la otra cuando estuvieron fuera de la casa Walter

La chica se bajo de la moto y se saco el casco, teniendo que acomodar un poco su cabello
—Bueno, muchas gracias por traerme —agacho la cabeza, estaba un tanto avergonzada y nerviosa

—No hay problema —sonrió

—Ya me voy, adiós —dijo, para después dar un par de pasos, hasta que el chico la detuvo

—Espera, ¿me puedes dar tu número? —pregunto moviendo la mano ansioso

—Claro

Le dicto su número y se despidieron con una sonrisa, sin duda el pequeño paseo en moto, y el pedazo de hamburguesa ayudaron a Arlette a olvidar por un rato lo antes sucedido.

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N.A

Q les pareció la aparición de ese nuevo chico?

Perdón por este capítulo tan corto, pero esta semana he estado muy ocupada, pero tratare de esta semana actualizarles más este fic y el otro, los quiero

-Javi ☆

𝗖𝗢𝗡𝗙𝗨𝗦𝗘𝗗 ▪︎ (Isaac Garcia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora