𝐈 𝐊𝐍𝐎𝐖 𝐏𝐋𝐀𝐂𝐄𝐒 | ❛❛ just grab my hand and don't ever drop it, my love ❜❜
En un mundo al borde del colapso, Blair se encuentra en una encrucijada. Con el peso de Jusheda sobre sus hombros, debe enfrentarse a la verdad mientras lucha contra...
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❛❛ Ladies always rise above Ladies know what people want Someone sweet and kind and fun The lady simply had enough ❜❜
JUSHEDA APENAS HABÍA DORMIDO los últimos dos días.
Y todo aquello tenía una razón en específico: estaba planeando un asesinato. La resultaba extraño. Jamás hubiera imaginado a la Blair del Campamento planear un asesinato con tanta delicadeza. En realidad, no era por decisión propia. Blair había aceptado el encargo de Roan, el cual la decía que debía ocuparse de Cyll y acabar con él. Jusheda pretendía hacerlo directamente, sin piedad, pero el rey de Azgeda la había recomendado planear el crimen con antelación. Esto se debía a que Cyll era una figura muy importante en el ejército de Azgeda, y probablemente los clanes acusaran a cualquier skaikru del asesinato.
Así que se había pasado esos dos días prácticamente persiguiendo a Cyll. Había tomado atención a su rutina diaria, esperando el momento perfecto en el que podría finalmente matarlo. La vida de Cyll era muy desordenada, y Jusheda aún no tenía muy claro cómo asesinarlo. Cada vez estaba más segura de que lo mejor era acabar con él y ya, sin importar las consecuencias.
Ya estaba anocheciendo cuando Blair terminó su espionaje a Cyll. Por la noche, algunos hombres fieles a Roan vigilarían a Cyll después de que la arquera avisase al rey de un posible ataque por su parte. Blair recogió su arco del suelo y lo colgó en su espalda, lista para dar media vuelta y regresar a la torre. No pudo dar ni un solo paso cuando Cyll se colocó frente a ella, con una sonrisa cruel en sus labios.
—Jusheda, que bueno verte puntual— Blair alzó una ceja, e intentó moverse. Rápidamente, fue detenida por el hombre— Pensaba que llegarías tarde a nuestro entrenamiento de hoy.
—¿Qué?— fue lo único que Blair logró articular. Nadie la había dicho nada de entrenamientos. No tenía por qué seguir con Cyll.
—¿Te sorprende?— cuestionó el de Azgeda, agarrando con fuerza el brazo de Blair para arrastrarle con él. Tomaron un callejón perdido de Polis y comenzaron a caminar con cuidado de no ser vistos— Sigo siendo tu mentor. A no ser que le hayas dicho algo a Roan, porque en ese caso ya sabes lo que le puede pasar a Octavia...
—No he abierto la boca.— afirmó Jusheda rodando los ojos. En realidad, la única razón por la que aún no había echado a correr era por las consecuencias que tendrían sus acciones. No quería que hicieran daño a Octavia, jamás podría perdonárselo— Y no eres mi mentor. ¿Quieres soltarme el brazo? Si quisiera huir, ya lo habría hecho.
Cyll gruñó, pero acabó soltándola.
El callejón por el que caminaban no le estaba dando ninguna buena vibra a Blair, la cual cada vez sentía que debía irse corriendo. Pero no quería huir. Si se quedaba sola con Cyll, muy probablemente podría matarlo. Sin testigos. La calle llegó al final, y Blair frunció el ceño cuando el de Azgeda la guió hacia una pequeña casa algo escondida. El hombre abrió la puerta y pasó después de que Blair lo hiciera.
