"Vete, vuela a dónde tú quieras, que si vuelves eres mía"
SHANA
Chase...
¿Por qué cojones tenía que encontrármelo a él?
Sí, mi suerte era una basura y mi vida también, ¿pero acaso el destino también estaba en mi contra?
-Madre mía... -fue lo único que dije mientras me sobaba la frente.
-Hey... -me detuvo cuando le pasé por un lado dispuesta a marcharme -¿Qué pasa?
Miré sus ojos azules e intenté no perderme en ellos. Sinceramente Chase podía hipnotizar con su atractivo, pero a estas alturas de mi vida no creía que nada pudiera hipnotizarme, a no ser las pastillas, obvio.
-Eso no es asunto tuyo, Chase.
Intenté evadirlo pero su brazo atrapó mi codo.
-¿Por qué tan hosca?
-¡Me quieres dejar en paz!
-Eres tu la que has venido a por pastillas ¿estás demente, rubia? -tenía razón.
Cada momento que pasaba mis reacciones se volvían más exageradas. Quería marcharme a casa, olvidar el día de hoy y llegar a mañana, aunque la resaca me estremeciera el mundo, prefería eso a estar consciente toda la noche; pensando y pensando, tratando de buscar argumentos ilógicos para tachar lo mal hecho.
Echaba de menos aquellos tiempos cuando apenas tenía diez años y vivía en una total ignorancia, ¡eso sí que era vida!
-Ya no quiero nada, solo déjame irme -casi supliqué
Chase ladeó la cabeza y noté que su expresión se aflojaba. Odiaba que la gente sintiera lastima por mi, era una sensación bastante desagradable que había experimentado a lo largo de mi existencia.
-¿Te acompaño a casa?
-No es necesario...
-Shana, apestas a alcohol
-Pero no estoy borracha -recalqué
-¿Y? Te puede detener la policía, es más, te llevaré ahora mismo.
-¡Ni se te ocurra!
-Entonces llamaré a Cam -al decir aquello mis ojos se iluminaron.
Cam...
Llevaba días sin saber de él y era innecesario decir que era una de las personas que más necesitaba en estos momentos.
Chase no dudó y sacó su móvil para marcarle. Pasados unos segundos volvió a intentarlo pero al parecer nadie contestaba.
-¿Qué sucede?
-Acabo de recordar que se ha ido de viaje a Florida por negocios, supongo que debe estar ocupado o cansado, una de dos.
-No puede ser...-digo para mí misma caminando de un lado a otro.
-Rubia en serio, puede llevarte...
-¡No quiero ir a mi casa, joder! -chillé alterada
Sentí como los ojos me ardían y comenzaba a perder la calma. Esta no era la primera vez que me sentía así. La ansiedad que me provocaban ciertas situaciones a veces me llevaba a extremos estresantes, como ahora. Lo sufría más a menudo cuando vivía con mi madre y mi hermano, en aquello tiempos en los que debía estudiar y trabajar a la vez para que el dinero alcanzara.
-Rubia, cálmate ¿vale?
Chase se acercó e intentó apaciguar mis nervios frotándome los antebrazos.
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Tu Nombre Con Tinta Permanente © #PGP2024
RomanceShana vive con varios demonios merodeando por su cabeza, pero lo peor es que cada uno de ellos es más peligroso que el anterior... ¿Cuál de todos será capaz de derrotarla? ¿La Costumbre...? ¿El deseo...? ¿O la Tentación...? ⚠️NO AL PLAGIO⚠️