♡15:ROSENFELD♡

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"Give me your hand
I'll show you things you've never done"

SHANA

¿Estaba loca?

¿Había perdido el juicio?

Podría ser, pero las ganas de que Kass me besara y arrancara la ropa estaban ahí.

Sus ojos destellantes de lujuría me miraron fijamente, explicándome sin palabras lo mucho que necesitaba cercanía.

Y no lo pensé, no le dí más vueltas.

Si al final, de nada serviría esconder lo que era evidente o negar lo que era innegable.

Quería que Kass me tomara y me hiciera suya.

Él no se demoró en entenderlo cuando su boca devoró la mía en un beso salvaje. Sus manos tomaron mi nuca con posesión y me acercaron más a su cuerpo desnudo.

Coloqué mis manos alrededor de su cintura y me dediqué a besarlo sin pensar en nada más.

Que le dieran a Audrey.

Este era mi momento.

Kass me tomó de las piernas y me enganchó a su cadera, rozándome con lo que escondían aquellos bóxers mojados. Sentí como mi vientre se apretada y mis dedos de los pies se encogían al notar el prominente bulto que se estaba despertando ahí abajo. Mi cuerpo en ese instante era un mar de emociones, un mar en tormenta, porque Kass no era de dejar las cosas en calma.

Me pegó a las baldosas de manera brusca y dejó mi boca para atender mi cuello y clavículas. Sus carnosos labios rozaron toda la piel sensible de esa zona y su lengua lamió cada punto nervioso hasta volverme loca.

Gemí, gemí con ganas.

Deseando que fuera más allá de lo superficial.

-Te deseo tanto, Shana...-aquella afirmación solo hizo estragos de placer en mí.

Su voz estaba ronca, tan lasciva y grave que me excitaba de más.

Le tomé del cabello e hice que me mirara a los ojos. Nuestras miradas se cruzaron y no pude evitar sentir otra punzada en mi entrepierna.

Alguien dijo alguna vez que todos los problemas se solucionaban con sexo ¿no?

Era momento de llevar a la práctica ese concepto.

-Quiero que me folles, Kass... -no me dió pena alguna admitirlo.

Y lo más sensual fue que Kass sonrío de lado, viéndose tan maldito y jodidamente sexy-Y yo quiero hacerlo, Shana.

De pronto me soltó las piernas y me giró hasta quedar frente a la cerámica del baño. Mis pechos quedaron aplastados contra el frío de las baldosas, pero aquello solo me ponía aún más cachonda. Kass se restregó contra mis nalgas y se pegó más a mí-si es que eso era posible-acercó su boca a mi oído y susurró

-Pero primero quiero ver qué tanto lo deseas...-al decir aquello mi piel se erizó

Y más corrientes sucumbieron mi pelvis.

Este hombre me estaba volviendo loca.

Me abrió las piernas con su propio pie y se metió entre ellas mientras me hacía inclinar hacia adelante, aplastando mi cara contra la pared. Su mano tocó delicadamente mis nalgas por primera vez y las acarició como si de una figura de cristal se tratase.

Luego, bajó poco más hasta el borde de mi trasero, llegando al dobladillo de mis bragas. Suavemente, con en dedo índice corrió la tela y dejó mi punto de emociones al aire.

Tu Nombre Con Tinta Permanente © #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora