♡14:MY INMORTAL♡

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“I'm so tired of being here
Suppressed by all my childish fears

SHANA

¿Alguna vez habéis tomado hasta no sentir nada?

En plan; estás tan mamado que no recuerdas ni la fecha de tu nacimiento...

No sé vosotros, pero yo ahora mismo me encuentro así.

Estaba sobre el frío suelo de mi apartamento, la botella de Vodka reposaba sobre las baldosas de mármol grisáceas y varios platos y vasos de cristal estaban dispersados por el suelo hechos trizas.

A veces descargaba mi furia rompiendo cosas, era algo tan satisfactorio y necesario para poder calmar mi caos.

Tomé nuevamente la botella entre mis dedos y le dí un gran buche. 

Ya el sabor amargo bajaba como si nada por mi garganta. No sé porqué, llega un punto de la ebriedad dónde ya el sabor del alcohol se vuelve normal, dónde ya no haces muecas ni te calienta el paladar.

Es como si te volvieras inmune completamente a su sabor.

—L-la vida es uuuuunaa b-asssura...—pronuncié de manera tonta

Me limpié los restos del líquido con el dorso de mi mano y negué con la cabeza sin encontrarle remedio a mis problemas.

Desde mi coacción con Audrey fuera del Edificio de Diseño Gráfico me hundí en una miseria enorme. La vida podía ser sumamente injusta a veces, hasta el punto de llegar a plantearte si de verdad has hecho las cosas bien o te mereces lo que te está pasando...

¿Yo merecía esto?

¿Merecía sufrir por culpa de un hombre que en realidad solo se quiere a sí mismo y a su ego varonil?

No, claro que no.

¿Pero como podía salir de esa relación tan tóxica y enfermiza?

Me sentía exhausta, consumida por la toxicidad de las amenazas de Audrey.

¿Y qué era lo mejor que podía hacer?

Evidentemente beber no era, pero daba igual, todo daba igual. Ya no podía ni pensar por mi misma, mi libertad se había ido por el desagüe y ni hablar de mis decisiones...

¿Podría volver a decidir sobre mi vida?

No entendía por qué mi cerebro alcoholizado solo le echaba más leña al fuego, en vez de quitarme peso, me hacía sentir peor.

Agarré mi móvil que se encontraba desparramado por el suelo y lo encendí para llamar a Cam. Necesitaba hablar con alguien y desahogarme aunque fueran unos pocos segundos. 

Con la vista nublada presioné uno de los contactos y me puse el móvil en la oreja. Varios timbres, pero no contestaba, estaba a punto de darme por vencida cuando una ronca y masculina—pero conocida—voz habló

—¿Shana...?

Oh no, he llamado a Kass.

—Kass... N-no, tú no...—me golpeo la frente por estúpida.

—¿Shana qué pasa, te noto mal, estás borracha?—mi única respuesta es reírme

—¿Booorraaaacha?—vuelvo a reír—¿Por qué hablas así? Parece que estás en un túnel...

Silencio...

Siento un suspiro al otro lado de la línea y me muerdo el dedo índice nerviosa—¿T-tu sabes qué es lo qué más me jode?

Tu Nombre Con Tinta Permanente © #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora