Aidan, inmortal y testigo del paso de los siglos, enfrentaba un dilema único. Mientras su amor por Aria persistía a lo largo de las eras, también debía soportar el peso de verla morir una y otra vez. La inmortalidad lejos de ser una bendición, se convertía en una carga que lo atormentaba.
La historia se desplegaba en una era medieval, donde Aidan luchaba con su propia existencia. Los encuentros con Aria eran fugaces y preciosos, pero cada despedida lo sumía en la soledad inmortal. El tiempo dejaba cicatrices invisibles en su alma, una marca de las pérdidas acumuladas a lo largo de los siglos.
Aidan se sumergió en la búsqueda de respuestas para librarse de la inmortalidad. Consultó a sabios ancianos, exploró antiguos pergaminos y desafiante desafío a fuerzas más allá de la comprensión humana. Sin embargo, cada intento de renunciar a su don inmortal llevaba consigo consecuencias inesperadas.
En su afán por encontrar una solución, Aidan descubrió que la inmortalidad era una cadena que lo mantenía prisionero en un rincón oscuro del tiempo. Mientras tanto, Aria, en sus reencarnaciones, lidiaba con el peso de su amor eterno, sintiendo la presencia de Aidan de manera vaga pero constante.
Este capítulo exploró las complicaciones de la inmortalidad, planteando la pregunta inevitable: ¿Es posible que Aidan y Aria encuentren la libertad sin renunciar a su amor eterno? La respuesta oculta en el tejido mismo del universo, pero la determinación de Aidan no flaqueaba mientras continuaba su búsqueda.
ESTÁS LEYENDO
Ciclos Inquebrantables
RomanceLa historia sigue la travesía épica de Aidan y Aria, cuyo amor desafía las barreras del tiempo. Después de perder a Aria, Aidan decide emprender un viaje a través de las eras para salvarla. Enfrentan desafíos cósmicos, descubren secretos universales...