{1} Admirador Secreto

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Londres, Jueves 13/10/2017

Era una mañana de octubre, Londres contemplaba un clima sumamente frío que causaba altas fiebres a los habitantes de esta divina ciudad. Nuestra protagonista Gemma se despedía de Sonia, su madre, la cual se encontraba arreglando algunas cosas en la sala de estar, ella le dedicó una sonrisa cálida de despedida a su hija y continuó con su tarea. Mientras tanto, Samantha, su otra madre, la esperaba en el coche preparada para dirigir una vez más a su hija a el instituto, aquel que tantos recuerdos indeseados poseía.

Gemma, sumida en sus pensamientos y acompañada por sus auriculares, aquellos de los que no se había separado jamás y los únicos que tampoco se habían separado de ella. El coche cruzaba calles llenas de personas con paraguas de distintos colores, diseños y tamaños cada uno de ellos adaptado a el estilo del portador. Gemma era muy observadora cosa que poca gente de su edad podía tolerar y menos poseer, les creaba impotencia no poder conocer tantos aspectos de la vida como ella lo que sumaba una razón más a el acoso de la adolescente. El coche frenó frente las puertas de La Salle Education, el instituto al que ingresó desde su etapa adolescente y el cual abandonaría dentro de unos años. Gemma, únicamente tenía una amiga en aquel instituto, si es que eso se podía llamar amiga, personalmente no creo que personas como Gemma deban aguantar ese tipo de tratos de la que debe ser su amiga, pero quién soy yo para opinar...

Cientos de hojas otoñales sobrevolaban el centro y recorrían un circuito parando todas en un mismo lugar: la entrada. La brisa gélida recorría las caras de los estudiantes mientras que las gotas empapaban el pelo de aquellos que no habían considerado traer paraguas, todos se encontraban ansiosos por ver a el conserje abrir las grandes puertas color índigo para poder adentrarse a sus clases correspondientes. Gemma alzó la mirada buscando la cara familiar de su amiga, cosa que tras continuos intentos llegó a lograr. Catalina, mejor conocida como Cata o si  concretamos más "la amiga del bicho raro", se encontraba con aquel gran grupo de amigos de siempre. Catalina, de reojo, pudo observar como su amiga Gemma le miraba suplicante por unirse a ellos aunque sea solo para no estar sola, por pura pena, mediante un gesto desatento, la invitó a unirse.

Una vez en el grupo pudo observar que ser popular no era como pintaba o al menos como ella creía pintar; la única conversación que mantenían era pura vida sexual, es claro que todos tenemos ese concepto pero a Gemma se le hacía pesado no poder escuchar más que el tamaño de los genitales de los jugadores del equipo de fútbol, y algo que estaba claro es que por más falsas que fueran cada una de las personas que componían el grupo, no mentían, o al menos en ese tema, ya que la mitad del grupo era parte de el equipo de jugadores por lo que podían confirmar las palabras de las chicas. Hablando de ese tema todos conseguían una cosa: las chicas lograban ligar y los chicos subir su ego y sentirse orgullosos aparte, de recompensa, si eras afortunado, llegabas a mantener relaciones sexuales y pasar una buena noche.

En aquella escuela los alumnos se tomaban muy enserio la hora de llegada por lo que una avalancha de gente se formaba quince minutos antes de la apertura de las puertas, eso significaba que tras minutos de conversaciones sexuales el grupo ya no mostraba interés alguno en la vida sexual del otro e hizo que todo se silenciara de golpe, Gemma, medio escondida por la espalda de su amiga, pudo notar como, lentamente, las miradas se dirigían a el lugar donde se encontraba, supuso que miraban a su amiga pero cuando esta, bruscamente, la dejó al descubierto y la empujó sin piedad al centro del círculo en el que se hallaba el grupo, pudo descifrar que sus suposiciones no eran para nada acertadas. Sintió como las miradas posadas en ella aumentaban, empezó a sentirse débil y una molestia en el vientre recorría su estómago hasta formarle un gran nudo en la garganta, ella ya había sentido cosas similares en ocasiones parecidas en las que se prometió ser fuerte a pesar de todo, quería pensar en las palabras que ella y sus madres le prometieron en aquellos tiempos pero todo le llevó a los recuerdos en los que se encontraba mientras que lo juraba lo que hizo que en poco más de diez segundos sintiera gotas caer por sus mejillas y un escozor terrible en la garganta. Muchos pensarán que Gemma es una exagerada, Gemma es una persona con ansiedad social, tímida y reservada, que por más malos momentos que la hayan acompañado y torturado en su vida seguía en pie.

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