{3} La habitación

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Londres, Sábado 22/10/2017

Había pasado una semana y un día, la joven paciente acababa de despertar en el hospital, ojos rojos, tubos inyectados por todo su cuerpo, Gemma se había levantado exhausta. Muchos pensarán que era mala suerte, pero el hecho de abrir los ojos provocó que las únicas personas que se preocupaban por Gemma pegaran brincos y soltaran lágrimas de felicidad. Era un milagro. Allí se encontraban Sonia, Samantha y Nicole, la hermana mayor de Gemma, reunidas tras el incidente.

La paciente al ver tanta luz después de tanto tiempo no pudo evitar, por reflejos, taparse los ojos, lo que provocó que por el brusco movimiento de su brazo se cayeran dos de los tres tubos que tenía inyectados en la piel la chica en su brazo izquierdo. No era la primera vez que Gemma permanecía ingresada debido a su enfermedad cardíaca, esta le había hecho tocar muchas veces aquel hospital. Ella reconocía aquella sala y le traía muchos recuerdos, malos y nostálgicos. Estuvo minutos confusa y desorientada hasta que escuchó a su madre tocar el timbre de emergencia, acompañado de un grito que despertó todos sus sentidos.

-¡Charlotte, Charlotte, por favor, los tubos, se le han caído!- retumbó.

El cardiograma empezó a indicar un estado de peligro y los zumbidos que advertían la velocidad de los latidos del corazón de la paciente aumentaron inhumanamente su velocidad.

Una enfermera de unos veintipoco años apareció en la sala de inmediato, suspiró para recuperar el aliento y procedió a acomodar de nuevo el suero que mantenía a la chica hidratada y nutrida, esta la reconoció velozmente y le propició una pequeña sonrisa un tanto triste.

-Hola Charlotte- jadeó la enferma.

-Hola Gemma, ¿qué tal te encuentras ahora?- la enfermera adquirió preocupación al ver que la chica empezaba a soltar algunas lágrimas que caían dejando un recorrido por sus mejillas.

-Hey, ¿qué pasó, necesitas algo?- Charlotte se volteó a mirar a la familia de Gemma y ellas la miraban apenadas temiéndose lo peor.

-¿Porqué lo hiciste?- exclamó Gemma explotando en lágrimas. -¿Porqué me dejaste?- continuó.

Las madres de la joven no pudieron evitar pensar que su niña estaba volviendo a recaer por lo que ambas lloraban desconsoladas, aun intentando evitarlo. Nicole, compadecida, las abrazaba y les daba palabras de afirmación.

-Disculpen, ¿podrían dejarnos a solas?- interrogó imperativamente la experta. Las mujeres aceptaron y dejaron el lugar aun todavía con lágrimas en la cara, a la salida, Nicole le dio una sonrisa afligida a Charlotte.

-Gemma, ¿de que estás hablando?- exclamó en un susurro la enfermera. Gemma apenas tenía fuerzas para hablar por lo que lo sus palabras sonaban como un fino hilo de voz.

-Lo sabes perfectamente, Charls- la mayor, al ver el esfuerzo que ponía su paciente en hablar, dedujo que lo mejor era dejarla descansar. -Sabías que no podíamos seguir así, es ilegal Gemma, ilegal- declaró Charlotte mientras dejaba un beso en la mejilla de su exnovia y procedía a dejarla sola, de nuevo, en aquella habitación.

-Lo siento familia Roberts, Gemma debe descansar más, apenas se ha podido comunicar conmigo. Mañana podrán entrar y traer visita si lo desean- Sonia hizo un gesto afirmativo a la enfermera personal de su hija y, junto a su mujer y su otra hija, se dirigieron a casa. Habían escogido el lugar perfecto donde vivir, al nacer Gemma, ya les informaron de su condición por lo que sus madres, al querer lo mejor para su segunda hija, decidieron mudarse lo más cercano posible al hospital y en el lugar exacto para disponer del colegio a pocos kilómetros.

Una vez llegadas a casa, la familia, todavía con lágrimas en la cara, se dispuso a cenar. Nicole, por más que no lo hiciera notar, era la más preocupada por su hermana, con el tiempo se estaba dando cuenta de que no pasaba el suficiente tiempo con su hermana, apenas sabía nada de ella, se llevaban dos años y en un año se iba a ir de casa para estudiar en el extranjero. Ella quería aprovechar su último año en aquella casa con su familia, pero sobretodo, con su hermana. En las redes sociales, varias veces le aparecían vídeos de una relación bonita entre hermanas y se sentía muy alejada de aquellos vídeos. Tenían habitaciones distintas, gustos distintos, visiones del mundo contrarias y sueños para el futuro muy opuestos, pero ella no quería que eso les sirviera de barrera separatoria entre las dos. Nicole era una chica con muchos amigos, bastante extrovertida y se podría decir que muy popular en su curso, amaba la natación, los perros y hacer muchos planes con sus amigos, principalmente ir de fiesta. Lo raro de Nicole es que ella no volvía muy tarde a casa, era muy responsable y no se emborrachaba apenas. Siempre estaba ocupada ya sea por los planes o por sus estudios, como estudiante de medicina requería mucho tiempo delante de el escritorio, esto le había hecho darse cuenta de que no se preocupaba lo suficiente de su hermana, la veía máximo dos veces al día y si llegaban a hablarse era a través de el móvil. Se sentía fatal. Estuvo toda la noche en vela dándole vueltas al asunto, pensando formas de poder conectar con su hermana sin que ella la rechazara por el hecho de haberse vuelto más independiente. De darle tantas vueltas, le vino el recuerdo de el intento de suicidio de su hermana, había pasado ya medio año pero todavía lo seguía recordando all too well.

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