2. ¡¿Y MI AUDÍFONO?!

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Después de las cinco clases que tuvimos al final, por fin salimos de la escuela y tal como dijo Felix, tuve que irme solo en el transporte ya que no me habló con absolutamente nadie aparte de aquel rubio; si cualquier persona me pregunta cómo es mi personalidad fácilmente podría decir que soy alguien al cuál no le gusta convivir con nadie, mejor dicho, no se cómo hacerlo. Siempre termino alejando a la gente por mis estupideces o porque simplemente no soy el chico que esperan que sea.

Pero sin dudas, lo que más ahuyenta al círculo social que trato de construir es mi orientación sexual. A pesar de que no lo voy diciendo a los cuatro vientos ni nada por el estilo, siempre se fijan en la pulsera que llevo en la muñeca, la que claramente es una bandera homosexual y muy linda, cada que la ven me preguntan lo típico "¿Eres gay?" A lo cual les respondo que no, soy orgullosamente bisexual.

A decir verdad, estoy muy feliz de no convivir con ese tipo de gente homofóbica, mi vida es más bonita así. Más cuando conoces a gente como Felix, el cuál le echó un vistazo a mi pulsera y empezó a gritar de felicidad porque también era parte de la comunidad, siendo un chico gay. Me agrado demasiado y bueno, ahora estoy llorando internamente porque no voy a poder ir jugando con él en los asientos de hasta atrás en el autobús.

Ya iba de salida, cuando metí la mano a la bolsa de mi sudadera para sacar mis audífonos e ir escuchando música y no a toda la bola de simios que tengo como compañeros; cuando abrí el estuche, mis ojos se abrieron y las lágrimas en ellos se empezaban a notar. No estaba mi audífono izquierdo, había desaparecido así de la nada, yo juraba que lo había guardado correctamente. ¿Ahora que voy a hacer? Tendré que ir escuchando Billie Eilish de un lado y del otro (que para colmo es con el que mejor escucho) todas las tontas pláticas que tienen.

Sí, con Felix también voy escuchando música de un lado, pero en ese caso escucho las tonterías de mi mejor amigo y no de gente con la cuál prefiero no relacionarme.

Me dí la vuelta regresando dentro de la escuela, para ver si de pura casualidad encontraba a mi adorado audífono, me niego a ir escuchando todo el ruido de fuera; ya había pasado bastante tiempo y yo también había buscado por todos los lados en los que recordaba haber pasado ese día, pero no había nada, no cabía duda, ya pasó a mejor vida.

Totalmente rendido me senté en una de las bancas del patio a descansar y reflexionar sobre mis atroces actos (perder mi audífono el cuál dije que protegería con mi vida entera) subí mi pierna al tubo que unía ambas patas del banco y recargue mi brazo sobre el para reposar mi cachete en mi mano. Mientras estaba en esta posición, a lo lejos ví al equipo de Handball pasando, estaban festejando así que probablemente vayan a competir contra otras escuelas.

De repente, mi vista se poso en uno de los jugadores, y sin sorprenderme demasiado me percate de que era nadie más ni nadie menos que el gran Lee Minho, de verdad, ¿hay algo que ese chico no sepa hacer? Digo, no me relaciono con él ni nada, de hecho, podría decir que ni siquiera lo conocía en persona hasta hoy en la mañana que choque con él en los pasillos, pero he escuchado acerca de sus logros, y con total seguridad podría decir que se llevó lo que a mí me falta: talento.

El año pasado ganó el campeonato de matemáticas que se hizo, a inicios de ciclo lo nombraron jefe de grupo tanto en su salón como en toda la escuela, así que conoce a todos, también aparece en el cuadro de honor todos los años con la calificación más alta. Y ahora también está en el equipo de handball, ¿habrá algo que no sepa hacer?

Además, es alguien totalmente atractivo como anteriormente dije, tiene a muchas mujeres detrás de él y al menos yo lo he visto con tres novias diferentes cada año. También es un conquistador, que sorpresa. Si sigo nombrando todo lo bueno que dicen de él quizás me llegue la noche.

¿Casualidad O Destino? - MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora