Salida del diario -HIATUS-

Capítulo 2: Brechas

A medida que la conciencia regresa a mí, mis fosas nasales son inmediatamente asaltadas por el olor a antiséptico y mis ojos se enrollan por la cegadora luz blanca.

Una pequeña parte de mí no puede evitar sentir que soy demasiado joven para reconocer el ala del hospital tan fácilmente. ¿Esta es, qué, mi cuarta vez aquí? Aunque la cantidad de tiempo que pasé aquí con Hermione mientras estaba petrificada probablemente me ayudó a quemar el olor en mi memoria.

¿Por qué estoy aquí, de todos modos? Lo último que recuerdo es entrar en la Cámara de los Secretos. Lockhart trató de borrar mi memoria, y luego...

No lo recuerdo.

Lo sé... Algo pasó. Algo que era extremadamente importante.

...Y no tengo ni idea de lo que era.

Sintiéndome menos con los ojos llorosos, tomo mis gafas de la mesita de noche y miro a mi alrededor. La mayoría de las camas todavía están ocupadas por estudiantes petrificados, con la forma de Hermione ocupando la cama a mi derecha. Miro al otro lado del pasillo el familiar cabello naranja extendido sobre la almohada.

¡Ginny!

Fui a la Cámara para rescatarla, y ella estaba allí, y...

Todavía no puedo recordar el resto.

Pero ella está viva, ¿verdad? ¡Ella tiene que estar viva!

Intento levantarme de la cama, pero tambalearme cuando el headrush me golpea.

¿Cuánto tiempo estuve fuera, de todos modos?

Empujo esos pensamientos a un lado mientras me apresuro a la cama de Ginny. Necesito asegurarme de que esté bien.

Sin embargo, una voz estridente me detiene antes de que pueda llegar allí.

"Señor Potter! Qué haces fuera de la cama!?"

Sé mejor que estar en el lado malo de Madam Pomfrey, aunque sospecho que la cantidad de veces que he necesitado atención médica ya me ha llevado a ese lado.

"Sólo necesitaba asegurarme de que está bien."

Su resplandor sigue descansando sobre mí.

"Ella está bien. Tú no lo será si no vuelves a la cama antes de que pueda mirarte!"

"Sí." Murmuro mientras vuelvo a mi cama.

Para un sanador, ella realmente da bastante miedo.

Madam Pomfrey comienza a agitar su varita sobre mi cuerpo en su patrón de diagnóstico habitual. Puedo distinguir vagamente su murmullo sobre "magia residual extraña, pero nada definitivo". Cuando Madam Pomfrey termina sus escaneos, Dumbledore entra.

"Dumbledore?" Pregunto. "Has vuelto?"

Dumbledore sonríe, con los ojos centelleando. "De hecho, Harry. Parecería que Lucius Malfoy había chantajeado al resto de la junta para que me suspendiera, pero decidieron enfrentarse a él. Así que sí, me han reinstalado."

Eso no me hace sentir tan feliz como hubiera esperado. Me siento más molesto por eso que nada. Extraño.

"Profesor", pregunto, "¿qué pasó en la Cámara de los Secretos?"

Su expresión se vuelve solemne. "Esperaba que pudieras decirme eso, Harry. Pasaron varias horas después de que ocurriera el derrumbe antes de que el joven señor Weasley pudiera obtener ayuda. Cuando el personal llegó a la Cámara, no había signos de ningún perpetrador. Usted y la señorita Weasley yacían en el centro de un círculo ritual, aunque todo había sido quemado por veneno de basilisco, impidiéndonos determinar cuál podría haber sido su propósito. Puedes decirme lo que recuerdas?"