Capítulo 20

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—¡Madre!—masculle estática,con una mano apoyada en mi ventana.

Mi corazón palpita tan fuerte que puedo sentirlo en mis oídos,quiero tomar calma,pero me era difícil en esta circunstancia.Ella se ve realmente enojada,crei que pronto comenzaría a salir humo del centro de su cabeza.

—Emberly—exclamo al unísono,
despectiva,con una ceja en alto.Esta muy enojada, demasiado para mi gusto.
Se paró de la cama y caminó de un lugar a otro,mientras yo, la sigo con la mirada,mi rostro destila vergüenza,
por lo que me mantengo cabizbaja.

«Todo por escaparme» ¡Maldita Sea! me golpeé mentalmente,soy realmente tonta.

—¿Con quién estás saliendo? Pregunta iracunda,con el rostro contraido.
—¡Responde! ¡Young!—exige autoritaria,
en un tono demandante.

—¿Quien te aviso qué salí de casa?Articule incredula.Eso fue los únicos monosílabos que se desprendieron desde el fondo de mi garganta.Y creo que no fue muy buena idea.

—¡No puedo creer que andes por ahi!¡Con cualquier imbécil!—dijo con desprecio al final de la frase.—¡¿Asi te eduque?!—¿Eh? Eres una vergüenza para la familia.?¿Como puedes?....

No deje que terminará de decir.Corte sus palabras con la llegada de las mias.No iba aguantar,es mi madre,por tanto no tengo derecho de faltarle el respeto,pero menos tengo que aguantar tanto espabiento de su parte,soy mayor de edad,y no hecho nada malo.

Se acercó a mí, firme,con un impulso irritante,permanecí quieta casi que sin respirar.Su rostro estuvo a la altura del mio,bien cerca, mirándonos cara a cara.

—¿Sigues siendo virgen?—Dijo con los ojos moviéndose de un lado a otro buscando una respuesta en mi rostro.
Su pregunta me tomó por sorpresa,me descolocó tanto que la mire con una tristeza indefinida.

Un golpe  en el estómago hubiera dolido menos.

Mi popria madre descanfiando de mi.

Joder eso si no lo esperaba

Acaso no tengo dieciocho,¿Que tendría mala si lo hago?Ya no soportare más.

—No puedo creer que me preguntes eso.—dije aguantando el pesar dentro de mi ser.

La cachetada hizo eco por toda la habitación,mi mejilla se calentó,mi cara se volteó junto con mi cabeza,mi mano fue directo al lugar afectado,ardía y se sentía caliente.

Cuando por fin la mire,ella me observaba sin gota de culpabilidad o arrepentimiento en sus palabras,como si lo que hubiera hecho estubiera más que bien.

—Apartir de hoy,estas castigada—Volvio a repetir dejando en claro la mismo del principio de la conversación.Organizo su cabello desgreñado y se encaminó a tomar el pomo de la puerta.Dio la espalda y antes de salir dijo: —No quiero hacerte daño,hija,todo lo que hago es por tu bien,Emberly...—acaboy cuandocrei que yo no estaba finolizo dejándome pasmada.—No me gustaría nada,saber que te llevas con los Fitz.—lo último sonó un poco cínico,arrugó la cara y me detalló con el rabillo del ojo mientras que simultáneamente se desaparecia de mi.

Cuando por fin salí del shock en el que me encontraba deje que un largo suspiro saliera y me senté en el sofá,acomodando mis codos en mis rodillas y estrechando mis manos en mi rostro.

...Me sentí confusa.

...Mala persona.

El sentimiento de ira e impotencia abundando dentro de mi mente,
haciendome sentir débil y sola,las ganas de llorar no se hicieron presente y me agradecí a mi misma por eso,sabía que si caía,pasaría la noche entera llorando a solas, acurrucada en mi cama,como toda mi vida ,llorar, refugiarme en la soledad y sentirme una basura conmigo misma.

Prohibido y Perverso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora