Capítulo 23

67 6 0
                                    

||Dos llamadas y Dos pequeños secretos||

Fugitiva

El encuentro con mi padre terminó igual que siempre.Gritandonos uno al otro, yo reprochanodole las verdades que me guardo y que se que es por gusto ,por que a él le da realmente igual,como siempre.

Salí de ahí y pasé por casa,al parecer mi madre me esperaba,o al menos eso creo por que apenas me vio fue arriba interrogandome.

—Qué te ha dicho tu padre,Dawson.

—¿Eso es lo único que te interesa verdad?

La deje delado y subí los primeros escalones de mármol.

Ella me impidió el pasó,frenando delante de mi.

—Me interesa tu vida y...

Comencé a reír dejándo al aire libre el sarcásmo le sostuve la mirada,
despreciativo,dando un paso atrás.

—¡Tu has jodido mi vida!— no se lo dije con reprocho,sino con enfadó,mi voz se tiñó fría,tanto que Nina apareció por el pasillo,pero al vernos desapareció.

Ella sonrío molevolamente.

—Te equivocas,Dawson,así es tu vida y para eso naciste.N se de que te quejas tienes un futuro que muchos,muuuchos desearían—bebió de su vaso,no habia notado que estaba bebiendo—. Pero tu decides quejarte y despreciar lo que tienes.

—No tienes corazón.

—Lástima cariño—intentó acariciar mi cara pero la aparté—.Eres igual que yo.

Volvió a sonreír y dijo por último:

—Y qué de eso no te quepa duda.

Le di la espalda y volví a la salida,seguir un segundo más aquí me provocaría la muerte,me sentía tan afixiado.Tome las llaves de la Jeep y salí sin rumbo.

Hora mas tarde me encuentro sentado en un taburete con vistas a la barra,esta un poco vacía,debe ser por la hora, eso ya me da igual.No se en que momento oscureció o como las horas pasaron tan deprisa,pero estoy desorientado y...

—Otro trago más...— alze la cabeza,que tenía apoyada en mi palma,para ver a un castaño de ojos oscuros y mi misma altura.Le pedio un trago al bartender que esta en la otra esquina.

El chico me miro un segundo y suspiro negando,esta riendo.

—¿Por cuanto tragos vas?—me preguntó,acercándose.

—No lo se,muchos —talves— Ya he perdido la cuenta ¿Y tu?

—Más de diez,quizás.

Me reacomode en mi silla para quedar recto.

—Cuál es tu motivo—me interrogó.—¿Desamor?

—Desamor—me carcaje—.No es desamor,es algo peor,pero quisiera entrar en el tema.Alguna vez te has sentido perdido.O sabes que encontraste a una persona que te aferras a ti mismo a no  dejar ir.

El chico atendió a cada movimiento y vocalizacion que salió de mi boca.

El suspiró ,y se giró al frente,jugando con el vaso vacío de tequila entre sus manos.

—Ahora mismo estoy pasando por una situación así—me asegura.

Le golpe el hombro en consuelo.

—¿Como es tu chica?—inquiere y me mira.

—Ella es...¡ella! Tiene unos hermosos ojos y un carácter que la vuelve única,creo que por eso me gusta tanto—le aclaró y le doy un ultimo sorbo a mi vaso.— Y aunque no sonríe mucho,me gusta,por que las pocas veces que la hace o simplemente se sonroja caigo a sus pies.

Prohibido y Perverso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora