Capítulo 29

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|| Noviembre Injusto ||

11 de noviembre

Lo último que escuché fue como Kyra pregunta si seguía en línea.

Senti como si hubieran derramado un balde de agua fría sobre mi,no se que hacer,no reacciono,mi cabeza es un reguero de pensamiento negativos que se exparsen como si una ráfaga de viento los volara.

Cuando vuelvo a reaccionar,ya estoy fuera de mi habitación,dirigiéndome a las escaleras a toda prisa.

Freno en seco al ver a mi madre,ella me  detiene y me impide el paso.

—Déjame ir—la miró a los ojos,al punto de derramar lágrimas—.Por favor,te lo pido—la tomo de las manos e imploro repitiendo que me deje ir.

—Estas loca si crees que te dejaré ir tras ese chiquillo—me suelta las manos y camina hasta la puerta de entrada y cierra con llaves—.Sube a tu habitación y deja de joder nuestra existencia.

Respiro profundamente,necesito calmar mi impotencia y lágrimas,algunos sollozos se me escapan,comienzo a subir a mi habitación corriendo.

Pongo seguro a mi puerta y me apresuró abrir una ventana,pero me es imposible,
fuerzo una y otra vez pero no lo consigo.

Me doy por vencida cuando saco mis propias conclusiones y me doy cuenta que las ventas han sido clausuradas desde afuera,golpeó una y otra vez el cristal.Lo único que consigo es que mi mano duela de forma desagradable.

Efectuó una mueca de dolor al tocar mi muñeca.

Voy hasta dónde mi teléfono y marcó tan rápido como logro a Kyra.

Kyra: Ly estas bien?

Yo: Necesito que vallas al hospital por mi.Necesito saber como esta Dawson,
por favor.

Kyra: Esta bien,nada más que sepa algo te llamare.

No es admisible que me estén asiendo esto.

Tire el teléfono sobre la cama luego de marcar mad de tres veces a Dawson y que nadie contestara,envíe dos mensajes pidiéndole que me llamara apenas viera mi mensaje.

Dada por vencida me senté en el suelo,recosté la cabeza al colchón y cerré los ojos,pidiéndole una y otra vez a dios que no le pasara nada a Dawson.

Dawson

Comienzo a despertar y abrir mis ojos lentamente,hay claridad por todos lados.A mi derecha hay dos grandes ventanas de cristal y a mi izquierda una puerta,todo es blanco,el techo las sábanas,el piso,las puerta.

¿Eh muerto?

Ayudo a duras penas a mi cuerpo a levantarse,trató de rehacomodarme pero mis huesos pesan y ahora siento como el dolor en mis costillas se intensifica.

Veo en mis manos unos moretones,una punzada se asenta en mis costillas,me cuesta respirar,pero nada que no se pueda hacer.

—Buenos días,jóvencito— me saluda una señora,de pelo recogido y ojos miel,
debe ser la enfermera,lo veo en su ropa—.¿Como te sientes?— interroga y se acerca con las manos en los bolsillos.

—¿Como debo sentirme?

Ella sonríe.

—Por qué estoy aquí¿Quien me trajo?

—Su amigo,no recuerdo su nombre, es de pelo castaño oscuro y delgado.Paso la noche entera afuera.

—¡Bhodi!

Prohibido y Perverso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora