𝐵𝑜𝑟𝑟𝑜𝑤 𝑎 𝐾𝑖𝑠𝑠 ᦒ 𝙈𝙖𝙠𝙣𝙖𝙚𝙯

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al final, Hyein se quedó dormido acurrucado contra Haerin, quien luego de unas horas se decidió en llevarla a su cama para que duerma más cómodamente, aunque fue difícil hacer que la suelte a la primera, Hyein la abrazaba como un koala y no la dejaba ir. Revisó la hora y ya pasaban las doce, quizás dormir sería una buena idea.

como pudo cerró su laptop y la dejó sobre la mesa de la sala, además de sus cuadernos y demás cosas, para luego hacer una maniobra y hacer que Hyein enrosque sus brazos en su cuello, para que así ella pueda alzarla desde los muslos y llevarla con más facilidad. Caminó hasta el cuarto de hyein y abrió la puerta, entrando en éste. Despegó una de sus manos del cuerpo de hyein para desarmar la cama y poder dejarla dentro de las sábanas, pero cuando iba a hacerlo la menor tomó su mano, sin intenciones de soltarla. Soltó una suave risa, bueno, al parecer ahora tendría que dormir con ella. Se quitó el hoodie, dejándose puesta la blusa y los pantalones deportivos, para luego meterse bajo las sábanas junto a Hyein. Apenas termino de acomodar las sábanas, sintió unos delgados brazos abrazar su cuerpo firmemente, y una cabellera marrón enterrarse en su cuello, si fuese por ella, ya estaria muerto de la ternura, a Haerin le parecía sumamente tierno aquello, una muestra de cariño muy bonita, sus ojos se cerraban y comenzaba a sentirse cansada, por lo que no rechistó y cayó dormida al instante.

inconscientemente abrazó la cintura de Hyein y pasó su pierna por sobre las contrarias, encerrándola entre su cuerpo de una manera cariñosa. Hyein durmió cómoda, con la cabeza en el pecho de Haerin, sintiendo los tranquilos latidos de su corazón.

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la mañana siguiente fue entre cómica y sorpresiva, Hyein se despertó con su alarma y se encontró encerrada entre los brazos y piernas de su roommate, y con su rostro peligrosamente cerca del suyo, la universidad podía esperar un rato, estaba demasiado cómoda allí, Hyein se acomodó entre los brazos de Haerin, para así poder admirarla. Una sonrisa se pinto en sus labios y sus mejillas tomaron un color durazno, resaltando sus pequitas.

Haerin se levantó media hora más tarde, con Hyein durmiendo plácidamente sobre su pecho, unas inmensas ganas de besar sus mejillas se instalaron en el corazón de Kang, pero no iba a hacerlo, no le gustaba Hyein, ¿cierto? la veía sólo como un amiga, creo, tomó su celular que estaba en la mesita y lo encendió, mirando la hora. Eran más de las nueve y media ya había faltado a dos clases, estaba perdida. Se removió en su lugar, dispuesta a levantarse y darse una ducha rápida para irse a la universidad, también para despertar a Hyein y decirle que haga lo mismo. cuando quitó sus manos de su cintura Hyein despertó inmediatamente, removiéndose sobre el cuerpo de Haerin y quejándose un poco.

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