›The Devil in War‹ • Ruikasa

{24}

— ¿Yo? Ah, si. Soy pintor, pinte el cuadro de por allá — Kamishiro señaló un cuadro lindo y grande colgado cerca de las escaleras

La chica con quién estaba hablando se rió y trato de sacarle plática de nuevo, pero ya sus ojos estaban encadenados al reloj, que casi marcaba las 12 p.m.

Se levantó dejándola allí hablando sola y camino a Tsukasa

— Tsu

— ¿Hm? ¿Ahora que?

— Ven, necesito decirte algo

— ¿Ahora mismo? Akito dará el brindis pronto

— Es más importante lo mio. — Lo dijo en un tono demandante y jaló a Tsukasa fuera del castillo

— ¡OYE! ¡NO HAGAS ESO MALDITO! — Tenma se trataba de safar, pero era imposible

Ambos salieron a la noche sombría y melancólica. La luz de la luna se reflejaba en las ventanas del castillo hecho de piedra, al igual que se reflejaba en los ojos de ambos

Aún estando afuera, Rui no desistió con su agarre y lo llevo a algunos arbustos alejados del castillo

— ¡¿Por qué hasta ac- — El menor fue interrumpido por la mano de su demonio en la boca.

— Cállate, y agachate

Tsukasa negó, no haría nada que el mayor le dijera, pues lo "odiaba" (?)

Tenma sacó la lengua para que quitara la mano de su boca, pero fue todo lo contrario, la pego más

Kamishiro se agachó e hizo que Tsukasa cayera al suelo con él

— ¿Toya sabe pelear?

— Bueno... No demasiado bien. ¿Por?

— Ya se jodió entonces. Ojalá sea inteligente

— ¿De qué hablas?

— Shh...

En la entrada del castillo llegaron algunos hombres y tocaron la puerta. Parecían ser normales, y Rui no se alarmaria si no tuvieran espadas y grimorios en la mano

— ¿Q-quienes son? — Preguntó Tsukasa entre susurros

— ...Quédate aquí. — Rui se levantó y camino y hacia ellos.

Tsukasa se quedó mirándolo como hablaba con ellos, siendo incapaz de escuchar nada. No parecían peligrosos en absoluto, pero pensaba que tenían algo que ver con lo que había dicho de Toya

De pronto, trataron de atacar a Rui con unos cuchillos. Esos cuchillos se le encarnaron a la piel y comenzo a salir un líquido rojo.

Pero, era Rui Kamishiro. Creo que no se esperaba otra cosa además de lo que estaba apunto de hacer

La fiesta transcurrió como de costumbre. No hubo muertos ni nada parecido, solo musica y baile

Tsukasa se había emborrachado después de que Rui hubiera matado a esas personas afuera del castillo

Ahora de nuevo volvian al escenario de todas sus locuras, la habitación del rubio

El mencionado se encontraba en la cama, dormido. Y el demonio en la orilla tocando la guitarra

"Me equivoqué. Me equivoqué. ¿De donde saque todo eso? Casi evacuaba a todos de allí... No fue quien esperaba que fuera. Que idiota Kamishiro"

Jamás se había equivocado en los muchos años que lleva siendo demonio. Pero esto era diferente

Se confío de unos libros viejos y pistas. De una secta satánica tal vez ya inexistente y cartas de reyes anteriores

Si fue un juego de niños, pensaba.

Se sentía fatal, inútil. ¿Por qué el gran Rui Kamishiro se equivocó?

Miro a Tsukasa, quien había caído rendido al colchón cuándo entro a su habitación

Dejo a un lado la guitarra y comenzó a desnudar a Tsukasa

El rubio solo jadeaba y se frotaba los ojos sin llegar a despertar

Una vez cuando estuvo totalmente desnudo fue a ponerle seguro a la puerta y camino al armario

Tsukasa entre abrió los ojos y se miro desnudo, con Kamishiro de espaldas frente a él

Trató de reclamar, pero fue inútil. Ya que de su boca solo salio algo que tal vez habría sido su perdición si no estuviera ebrio

— Rui... Tengamos sexo...

.

.

Kamishiro volteó rápidamente y lo miro unos segundos. Puedo notar que decía lo que pensaba y su pensamiento no estaba de acuerdo con la moral que el profesaba

El solo quería ponerle su pijamita, no quería calentarlo

Tardo unos segundos en responder, pero su respuesta fue firme

— No voy a tener sexo con un maldito ebrio

Pero, de todos modos le gustaba que le hubiera dicho lo que pensaba.

Tenmita ebrio era más amable que Tenmita sobrio

Tsukasa jadeó y se volvió a quedar dormido. Seguramente la resaca del día siguiente iba a estar fuerte

Comenzó a  ponerle su pijama y después lo tapo. Quitó la guitarra de la cama y se acurrucó con él. Después recibiría su respectivo regaño

Se acostó, pero no se durmió. Siguió pensando en el libro y todo lo que había encontrado ¿Fue un juego de acertijos inventado o todo fue real?

Hoy comprobó el mismo que las creencias estaban por encima de su lógica y que eso lo podía haber avergonzado mucho

Pero de todos modos, lo que se suponía que debía haber pasado no paso

Y si el demonio que tanto queria no había aparecido, solo significaba una cosa;

Tenía que matar a su adorado Tenmita