Adios Negri

Nunca mas

Nunca pensó que regresaría de uno de su viajes recurrentes de trabajo y se encontraría con las peores de las noticias. La noche anterior justo el día de su llegada su hermana la fue a buscar al aeropuerto para darle la terrible noticia. Mar le había insistido tanto en que quería dormir con ella, que termino ella en el cuarto principal y Thiago desplazado a la habitación de invitados, las nubes estaban grises cubrían el cielo desde temprano, estaban anunciando que una gran tormenta se avecinaba. Ese día la vida de todos cambiaría para siempre, era el fin de una etapa y el comienzo de otra.

Su pecho estaba oprimido se veía en el espejo vestida totalmente de negro y se preguntaba si a ella le hubiera gustado que se vistieran de un color más alegre. En sus ojos se encontraban unas ojeras enormes por falta de sueño, cómo iba a lograr dormir después de lo ocurrido, ni se preocupo por ocultarlas con make up eso era lo menos importante, se le hacía muy triste saber que nunca la volvería a ver, nunca más iban a estar los MAN juntos. Apenas lograba recordar la última vez que la vio.

-.-.-.-.-.-.-.-.-

Recordaba como hace unos años atrás en alguna de las reuniones que habían tenido antes de que ella se fuera a vivir a España, revivía aún como estaba vestida estaba con un vestido azul y la hermosa sonrisa que tenía.

-¿En serio debes irte? Mar te va extrañar mucho sabias- La instó Vale, preocupada.

-Haber Tumbera la verdad es que me gustaría quedarme pero no puedo.- Negó con la cabeza

-Estas renunciando - La acuso sin más.

-Si, si lo estoy haciendo- confesó, derrotada. - Pero no estoy renunciando a ustedes, solo renuncio a él. Nunca renunciaría a ustedes, son mi familia - decía mientras unas lágrimas traicioneras recorrían su mejilla.

-Debes entender lo necesito, debo irme no soy tan fuerte como todos ustedes, yo soy la mas débil de ustedes... tienen que perdóname.-

-¿Ya lo pensaste bien?- Pregunto

-Si lo he pensado y mucho.. es lo mejor ya no quiero salir mas lastimada y estar cerca de el me lastima y no es justo ponerlos a elegir entre el y yo.-

-Gata, haz lo que necesites hacer solo tu sabes que hacer-

-Gracias Vale, yo sé que vas a ser muy feliz, Simón te ama demasiado y el cuidara de ti.-

-No te agrandes mucho pero te voy a extrañar - Le confeso la rubia

-Yo también, pero los voy a estar esperando a que me vayan a visitar.- le sonrió

-.-.-.-.-.-.-.-.-

Su hermana se encontraba en la sala, sentada y abrazando uno de los cojines con el maquillaje desdibujado y los ojos enrojecidos por el constante llanto. Estefanía se acercó con sigilo, envolviéndola en un abrazo cálido y depositando un beso delicado en su cabeza.

-Aceituna, por favor, para. Te vas a hacer daño al seguir llorando. Debes cuidarte. -Susurró mientras acariciaba con suavidad la pequeña panza de embarazo de su hermana.

-Pero no puedo, Fideo. Me duele demasiado. Me hace tanta falta. -Lloró con un tono de desesperación.

-Yo lo sé, pero debes pensar en mi sobrina o sobrino. Les hace daño verte así. Además, a ti también te hace daño. - Intentó consolarla con palabras llenas de comprensión.

-Hay, Teffi, pero la extraño tanto que me duele que ya no esté más con nosotros.

-Lo sé, morcillita. Yo también la extraño. -Susurra con un nudo en la garganta, compartiendo el dolor con su hermana.