5. Draconoid

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Gira sobre las sábanas, los rayos del sol comienza a iluminar su habitación, el ruido molesto del despertador la saca de sus dulces sueños, ronronea como una gatita, aplasta el aparato en la mesita a lado de su cama. Abre un ojo enfocandolo en el reloj.

—¡Mierda! —masculla saliendo de un salto de la cama —Voy tarde —.

Abre la primera gaveta saca varios blísters de medicamentos, toma las tabletas que se le indico en el Hospital, la traga y bebe de un vaso de agua que hay en su tocador. Recoge y acomode el edredón de su cama, hay cosas que los Srs. Dragneel le enseñaron a sus hijos para volverlos más independientes. Se retira la bata de seda con que duerme, camina con sus senos al aire hasta una puerta que hay a mano derecha, su baño personal.

Entra a la ducha, abre el grifo, el agua caliente relaja sus músculos. Desde su presentación hace tres días atrás se ha incrementado la exigencia en los ensayos, el público quiere volver a ver a «La Alegría Danzante», los principales medios de prensa y redes sociales del Reino ha puesto de portada su desempeño en el Festival, tanto que Su Majestad Hisui E. Fiore le mando un mensaje de felicitación por su regreso. Sacude la cabeza, debe apresurase.

Una vez concluido con su aseo, se viste para asistar a la Reunión Trimestral de la Compañía, por alguna razón su madre insiste su presencia. Se decide por una blusa de cuello alto blanca, pantalones y zapatos de tacón color nude, una cartera marfil y su melena rojiza esta vez con ondas en una coleta alta, sencillos pendientes con el collar. Suspira, se encamina hacia la escalera, baja, el murmullo procedente del comedor hace dirigir sus pasos. En el umbral de la estancia puede ver a sus padres desayunando, Igneel le ofrece un pedazo de su tostada con mantequilla a su esposa que lo recibe apetitosa en la boca, ve el amor que sus ojos destilan. Se aclara la garganta.

—¿Cómo quiere que Erza y yo tengamos una familia, si ustedes ponen el listón en alto? —manda a los dos un beso por el aire mientras se sienta en la silla a disfrutar de su desayuno —¿Erza y Natsu se han ido ya a las clases? —pregunta mientras bebe café, observa las noticias de la prensa.

—Excelente elección de ropa —interviene en su monólogo su madre —Creí que serías capaz de olvidar nuestro acuerdo —expreso frunciendo el ceño.

—No madre, me queda claro que solo tengo que cumplir con mi papel de ser tu heredera —sigue desayunando, este tema siempre le deja un mal sabor —Papa, ¿tienes Guardia hoy? —levanta sus ojos verdes para encontrarse unos iguales pero con marcas de tiempo en ellos.

—Sí, aunque voy a cubrir a Grandinee —aquello resulta curioso para la bailarina.

—Es extraño que Grandinee falte o cambie su turno de Guardia con lo responsable que es, eso me hace pensar que tiene un problema —el ligero movimiento de cabeza de su padre hace que confirme su teoría —Espero que se resuelva —termina de desayunar, cuando su móvil suena.

—Con su permiso —se levanta de la mesa, coge su móvil va al pasillo al hablar —Allegra Dragneel —.

—Señorita —la voz educada de Freed la hace sonreír —Disculpa llamarla temprano pero tengo noticias para usted, ¿cuándo nos podemos ver? —la pelirroja observa el reloj de pulsera en su mano.

—Dentro de una hora estaré en la compañía. Nos vemos —cuelga la llamada. Su corazón rebosa de emoción, tendrá información de Invel, no es quiera acosarlo pero es mejor precaver que tener que lamentar.

—Nos vamos —habla su madre detrás de ella, su padre le da un beso en la frente y unos en los labios a su esposa, que por respeto Allegra aparta la mirada.

Sale de la Mansión, entran al garaje, la bailarina se dirige directamente a su coche cuando la voz de su madre le detiene, ordenandole que entre al suyo, un detalle que no le da la menor importancia. Dentro del coche, acomoda su pequeña mochila, salen rumbo a la Compañía.

Haré Florecer la Nieve [Entre Flores y Nieve 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora