Voluntad de fuego.

🚬| O2: EL MENSAJE.

Llegó a su habitación y se desplomó sobre la cama, su lugar feliz. Recién había regresado de misión y estaba agotada. Podría haberse quedado dormida ahí, pero primero se tomaría una ducha para irse a descansar limpia y fresca.

Los vapores que emitía el agua caliente entibiaron su cuerpo y la hicieron olvidar la helada correntada nocturna del desierto. Se colocó su bata de baño al salir y secó su cabello con una toalla más pequeña. Luego pasó un cepillo por él y se observó en el espejo de su tocador mientras lo hacía. Fue interrumpida por el sonido de alguien tocando la puerta, así que no le quedó de otra que ir a ver de quién se trataba.

Su sorpresa fue evidente al encontrarse con Matsuri, una alumna de Gaara que estaba cubriendo un puesto en la división de comunicación de Suna, en específico el centro de aves mensajeras. La muchacha castaña ingresó a su domicilio y rebuscó en el bolso que llevaba con ella.

—Buenas tardes, Temari-san. Le traigo un mensaje urgente —comentó Matsuri—. Agh, ¿dónde lo metí?

—¿A qué se debe? ¿Sabes de dónde viene? —consultó Temari. Enarcó una ceja.

—Sólo sé que viene de Konoha y parece que es serio ya que enviaron a una de sus aves más veloces —explicó la castaña y sacó el pergamino—. Aquí está, desconozco la razón por la que le enviaron esto, pero indicaba que había que entregárselo a usted lo antes posible.

—Suena sospechoso, gracias por notificarme y traer esto —dijo Temari al recibir el pergamino—. Yo me quedaré leyendo esto, ya puedes retirarte, estás haciendo un trabajo muy bueno últimamente.

Matsuri asintió con un leve sonrojo en sus mejillas y se retiró. Temari se acomodó en el sofá de su sala de estar y abrió el pergamino con un entusiasmo inexplicable.

Por la fecha, indicaba que había sido escrito y enviado hace un par de horas atrás, trece tal vez. Con tan sólo leer un poco se dio cuenta de quién se trataba: era una carta de Shikamaru.

Estimada Temari (o mujer problemática):

Sé que no nos hemos visto en los últimos seis meses, pero necesito tu ayuda como nunca antes. Hace unas horas sucedió una tragedia caótica: mi maestro, Asuma Sarutobi, fue asesinado a manos de un miembro de los Akatsuki.

La rabia que siento es imposible de poner en palabras, mi sed de venganza avanza a cada segundo y es por eso que he diseñado una estrategia para tomar venganza y deshacerme de ese dúo del terror de una vez por todas. La razón por la que te escribo es porque me gustaría pedirte que me acompañes; no te lo pido sólo como un aliado de la aldea de Konoha, te lo pido como tu amigo.

Te daré una breve descripción de las habilidades de estos tipos para que sepas a qué estoy por enfrentarme: el primero es inmortal, él fue el responsable de la muerte de Asuma. Lo aniquiló entrelazando sus cuerpos mediante una especie de ritual, es todo un sádico, además de un fanático religioso. El otro no ha hecho la gran cosa, pero he visto que posee una fuerza casi tan descomunal como la de Lady Tsunade.

Soy consciente de que este pedido es una locura y que derrotarlos suena imposible, pero estoy convencido de que lo lograremos si me apoyas. Sé que tomarás la decisión correcta, así que confío en ti. Por favor escríbeme con tu respuesta a penas leas este mensaje. Si decides acompañarme, nos encontraremos en Konoha para poder explicarte mi plan y darte detalles más precisos.

—Shikamaru.

Temari terminó de leer la carta y se quedó pasmada en su lugar, intentando procesar la información. No caía en cuenta en lo que acababa de leer así que se tomó un momento para entender lo que sucedía.