Voluntad de fuego.

🚬| O4: LA ESTRATEGIA.

Habían pasado un par de horas desde que salieron de Konoha, así que se detuvieron para poder repasar la estrategia.

—Bueno, te escuchamos, Shikamaru —dijo Kakashi cuando se detuvieron.

—Bien, este es el plan —anunció Shikamaru—. Me vi en la obligación de modificarla debido a que ahora contamos con usted, Kakashi sensei.

Shikamaru sacó dos cápsulas de uno de los bolsillos de su chaleco y le entregó una a Kakashi y la otra a Temari.

—Utilizaremos estas cápsulas para tomar la sangre del compañero del inmortal cuando tengamos la oportunidad. Luego me la darán a mí para poder colocarla sobre su navaja y hacerle creer que ha ganado cuando, en realidad, está matando a su compañero.

«Su capacidad de amoldarse a cualquier situación que se le presente es impresionante, pudo modificar su estrategia en tan poco tiempo…» pensó Kakashi.

—¿Ya has pensado en cómo vamos a atacarlos en primer lugar? —consultó Temari con su mirada fija en los ojos de Shikamaru.

—Sí. Primero les haré creer que usaré mi jutsu de posesión de sombras, se darán cuenta así que utilizaré como señuelo unos kunai con papeles bomba para ponerlos alerta. Luego los atacaré con las cuchillas de chakra de Asuma y les haré creer que también tienen papeles bomba. Cuando en realidad, los utilizaré como una extensión de mi jutsu de posesión de sombras. Una vez que los tenga, haré que el inmortal intente matar a su propio compañero con su navaja, pero como sé que ese plan puede fallar necesito que Temari esté lista con su jutsu de viento cortante.

La rubia asintió y Shikamaru continuó su explicación.

—Lo que pase después de eso es impredecible, así que tenemos que estar atentos. Necesito que no sólo piensen en sus ataques, sepan analizar los movimientos del enemigo y piensen dos veces antes de actuar. Ya conocemos los poderes del tal Hidan, pero no sabemos de lo que es capaz su compañero así que tengan especial cuidado con él.

—Excelente, ¿eso es todo? —preguntó Kakashi.

—Sí. Ya podemos ir —dijo Shikamaru y los tres se levantaron—. Ah, y procuren que esa maldita navaja no los toque o de lo contrario podrían morir. Hasta el más pequeño rasguño nos pone en peligro.

Los otros dos asintieron, la advertencia de Shikamaru sonaba salida de una película de terror, pero era la realidad a la que se enfrentarían y ninguno daría el brazo a torcer. Retomaron el camino por un par de horas hasta que se detuvieron en otro sitio, deberían encontrar al dúo antes de poder atacar.

Kakashi utilizó su sharingan para identificar al enemigo, logró encontrarlos al norte, a pocos minutos de distancia.

—Nos encontraremos pronto, estamos a diez minutos de distancia de ellos —anunció mientras se colocaba su banda ninja sobre su ojo izquierdo—. Debemos estar alertas.

Los shinobi más jóvenes asintieron y comenzaron a acercarse lentamente a la zona en la que los atacarían. Al cabo de unos minutos los localizaron: era hora de poner el plan en marcha.

Los tres se colocaron en diferentes posiciones, escondidos a los ojos del dúo Akatsuki, y Shikamaru dio inicio a su estrategia. Los persiguió con su sombra mientras caminaban y Kakuzu fye el primero en hacer un comentario al respecto.

El dúo pegó un brinco para alejarse del jutsu de Shikamaru y la batalla comenzó. Hidan y Kakuzu esquivaban la insistente sombra, y a eso se sumó una explosión: eran papeles bomba.

—¿Crees que unos tontos papeles bomba nos detendrán? —exclamó Hidan cuando el polvo de la explosión se disipó.

Su distracción casi le permite a Shikamaru atraparlo, pero lograron librarse de él y seguir escapando de la sombra… un gran error.