Capítulo 1. Hola de nuevo

19 1 0
                                    

Hacia bastante tiempo que no nos veíamos, te distanciaste de mi al cumplir los dieciocho años. Poco mas tarde fuiste a la universidad, cambiaste de amigos y por su puesto cambiaste tu.Ya no era tu mejor amiga. Solo tu vecina.

John era de padres separados y desde que era un bebe siempre se había criado en casa de su abuela que era como su madre, mi vecina de enfrente Katy.

Ella siempre me hablaba de ti, de lo orgullosa que estaba al verte tan mayor, estudioso y responsable. Pero no todo era cierto, todos estos años he sabido que ibas en fiesta en fiesta y que no aprobabas todas las asignaturas. No te reconocía.

Me habías bloqueado de todas las redes sociales y nunca entendí el porque, porque nunca habíamos peleado por nada ni por nadie. Solo te mudaste y te olvidaste de mi. Habías cumplido 21 años el 13 de junio y como todos los cumpleaños te enviaba un mensaje felicitándote pero como en todos estos cuatro últimos años nunca recibía respuesta. Justo ese día estaba cuidando de tu hermana pequeña ya que tu abuela me lo había pedido para poder cocinarte tu comida preferida.

Y eso significaba que ibas a volver, que ibas a estar a escasos metros de mi y que por supuesto no ibas a venir a tocarme a la puerta. Pero, todo cambio esa noche.
Para entender nuestra historia  hay que remontarnos a ese día, cuando comenzó todo.
13 Junio 9:00pm
Tocaron al timbre. Y abrí creyendo que detrás de ella estuviera tu abuela.
Pero eras tu.
—Lydia—dijiste

Me quede con el pomo en la mano sin poder pronunciar palabra alguna—John—murmure,  sin aun no poder creerlo.

—Vengo a por Emily—dijiste con el semblante neutro, como si yo no fuera nadie para ti.

—Si—susurre sin aun no poder decir nada—¡Emily!—grite hacia las escaleras.

—¡Ya voy!—grito devuelta
Había un silencio incómodo. Ninguno de los dos hablaba. Me atreví a mirarte, a inspeccionarte todo el rostro mientras que tu me mirabas sin expresión alguna.

—¡Se está haciendo tarde Emily y nos están esperando!—gritaste con un tono de enfado

Me atreví a preguntar—¿Una cena de cumpleaños no?—sonreí con timidez.

—Aparta—me empujaste con el hombro y subiste escaleras arriba hacia mi habitación.

—Solo me falta terminar de atarme los cordones—dijo Emily sentada en la cama, haciéndose nudos en vez de lazos.
John se quedo parado mirando todos los cuadros que habían en la pared y enfocándose en uno en especial. El nuestro.
Estaba tras el con vergüenza ya que aun conservaba esa fotografía, de ese día en la playa. Emily te despertó del trance—Ya estoy hermanito.

—Vamos enana—le sonreíste y la cargaste como si no pesara nada. Baje detras de ti y os sostuve la puerta para que salierais pero Emily soltó—Lydia, ¿porque no vienes con nosotros?

—y...yo—tartamudee—Yo no puedo—intente hacer contacto visual con el, pero este me evitaba

—Ya la has escuchado renacuaja esta ocupada

—Ven con nosotros por fi por fi...—insistía
Lo mire, el me miro y entonces dijo—No hay sitio para ella. La abuela ha cocinado para pocas personas no podemos llevarla si no hay un plato de mas.
Me ardía la garganta de tanto aguantar el dolor de sus palabras—Adiós Emily—murmure como pude y le sonreí devuelta como si no existiera dolor alguno dentro de mi.
No me miro, no se despidió y ni si quiera pudo apenas dirigirse a mi. Me dolía su desprecio, porque ni si quiera sabía porque me trataba de aquella forma cuando nunca le hice nada malo. Y sobre todo me dolía tanto estar enamorada de el hasta las trancas y saber que yo no era nada para el, solo la vecina de su abuela.

Decidida horas mas tarde le escribí un mensaje:
¿Por que me odias? ¿Por que me tienes tanto asco que ni si quieras puedes mirarme?
¿Por que eres así conmigo?
¿Que he hecho mal John?
En los mensajes habían aparecido el doble check azul.En cuestión de minutos recibí un mensaje de vuelta y que nunca me hubiera esperado:
Porque eres una bomba de relojería.

Lo que nadie nunca te querráDonde viven las historias. Descúbrelo ahora