Decisiones

corrompido

Los días eran cotidianos y aburridos, al menos para gavi. Mientras que el valenciano recién incorporado seguía pegado a pedri como chicle, tal ves era de los pocos conocía o se vio creada una de las mejores amistades del equipo, pedri prefería la segunda opción, gavi se la paso viendo de lejos como ambos jugaban y hacían tonterías, y así es como paso otro día en el campo de entrenamiento.

Las tardes eran mágicas para la pareja, que sin mas que hacer se dirigían hacia sus casas, pero algo estaba planeando el valenciano, mucho mas especial de lo esperado, cuando los dos se dirigían a su casa, el mayor lo invito a quedarse en su casa, la noche era joven y debían aprovechar el hecho de que su hermano no se encontraba en casa y seguramente preguntaría por su nula ausencia.

Cuando llegaron, el joven no pudo evitar percatarse de lo grande que esta era, Ferran pregunto si deseaba hacer algo en especial, el simplemente sugirió jugar al fifa, una decisión predecible para lo nervioso que se encontraba, tratando de rememorar todos los recuerdos que compartían en la selección, o otra forma de evadir sus pensamientos, el ambiente tomaba un nuevo sentimiento, tornándose sofocante para el mismo, lleno de una necesidad inexplicable, comprendiendo que seguía sintiendo sentimientos mayores por él, pese a todo… 
Creía que esto era imposible, pero su cuerpo reaccionaba de una manera totalmente opuesta al que quería, Ferran tomaba pequeñas pausas para mirarlo directamente a los ojos, creyó que era un tipo de táctica para que perdiera, el no dirigía su mirada por el miedo que esto pudiera tener sobre él, cuando finalmente pedri gano con un poco de suerte por su parte, el otro lo tomo por los brazos para demostrar un mínimo enojo que termino por abalanzarlo hacia la cama, el otro simplemente siguió el juego hasta tener a el mayor a centímetros de su cara, que tubo que romper este momento con una llamada que surgió en el fondo de la habitación, Ferran se tomó unos segundos más de lo esperado para contestar, pedri podía escuchar como una voz de mujer se asomaba por el altavoz que inmediatamente el mayor apago, mientras simplemente se decidió a hundir su rostro entre las sábanas, que tenían una olor tan característico para el que lo hacían sentir reconfortado, un leve escalofrió sintió subir por su espina dorsal que lo hizo estremecerse y cerrar los ojos, no queriendo escuchar y sobre pensar algo, creyó que podía ver el crepúsculo nuevamente asomarse por la gran ventana, y esta se veía reflejada como fuego en su piel, para finalmente quedarse dormido.

Al despertar pudo ver como se encontraba arropado, pudo visualizar las gotas que se escurrían por la ventana y la neblina que se había formado afuera, sentía su cuerpo tan entumecido, pensó que no volvería a poder ponerse de pie, para nuevamente fundir su cuerpo en las sábanas, sintiéndose afortunado y virtuoso, sus mejillas habiendo adoptado una característica caliente y roja, su mente se encontraba en un desorden por lo confundido que se encontraba, preguntándose que habría pasado después de dormirse, y que este le haya permitido su estadía, decidiendo finalmente desafiar su cuerpo levantándose con contusión, mirando en una esquina como el mayor se encontraba recostado en el sillón, sonriendo ante el gesto, acercándose para despertarlo.

- ¿cómo amaneciste? - dijo risueño mientras se frotaba los ojos para poder mantener la mirada.
- bien, ven a dormir a la cama, que ya me voy- dijo con una voz baja, mientras desviaba la mirada y recogía algunas cosas que se encontraban tiradas por la euforia de anoche.
- podrías quedarte si quieres, puedo preparar algo- dijo mientras lo miraba con una sonrisa satisfecha de quien sabe qué.
-no puedo, Fernando se enojará más-, dijo mientras se alistaba, con una mirada desviada frecuentemente hacia el mayor, que tenía una mirada perdida en lo que él hacía. -bueno, más para mí- dijo finalmente para sonreír y levantarse, tomando la iniciativa de un abrazo que tomo desprevenido a pedri, el entrelazo sus brazos por su cintura para dejarle un beso en la cabeza, simultáneamente pedri volteaba su rostro para asegurarse que era el y no una ilusión, se sintió como un beso que nunca recibiría.
Cuando se encontraba en su auto pudo percibir en el un sentimiento de culpa, recordando todo lo que sintió un momento antes de todo, recordando todo lo que había sentido por el joven sevillano, pensó que simplemente era culpa por un interés que nunca estuvo, pero lo mantuvo latente para él, y solo para él, mientras llegaba lo que realmente esperaba. Pero por alguna razón, esa chispa que tubo con el sevillano, no lo pudo percibir con Ferran. Prolongadamente dejo su posición de erguimiento para reincorporarse y mirar el horizonte, talvez sobre pensaba demasiado.

Igual, como podría enamorarse de una persona con la que tenia tantas diferencias, y que en un inicio sintió resentimiento por él, estaba seguro que el contrario llego a sentir sentimientos semejantes, la forma en que de alguna manera se confrontaban con la mirada, realmente nunca tubo ninguna coincidencia con él, pero, aun así, él y su cuerpo lo deseaban con desesperación.

II

Ahí se encontraba nuevamente gavi con una mirada perdida en el horizonte, se sentía cansado, un peso en su cuerpo como en su mente lo agobiaban diariamente, necesitando un respiro de todo lo que sentía, decidió alejarse disimuladamente de pedri, aunque para el mayor esto fue por más que evidente. Las miradas nunca mas se volvieron a conectar, y si se veía la oportunidad gavi las evitaba a toda costa, tal vez sabía que algo en él se rompería fácilmente si lograba atravesar esa pequeña barrera que los separaba, pedri se trató de mantener constante con el para no arruinar la inexistente amistad que alguna vez tuvieron y que realmente siempre fue transformándose en algo tan inexplicable como efímero.
Una mañana pedri trato de retomar esa extraña relación que habían formado, acercándose silenciosamente y sentándose en el frio césped de la noche, esa era la noche en que resolverían todo, pensaba el, pero al percatarse de la mirada totalmente inconsciente del mas joven entendió que sería un poco más difícil de lo que pensó. Por suerte para el la noche era mas que motivadora y gratificante dándole un poco de aliento.
-gavi, podríamos ir a algún lugar en especial, como ganamos la Eurocopa, pensé que seria bueno juntarnos aparte de los otros chicos- dijo mientras mantenía una sonrisa pacifica, por alguna razón se sentía como una forma de disculpa.

- ¿con Ferran? – dijo con una vos silenciosa, resentida acompañada de una mirada perdida.
- no lo tenia en mente realmente- dijo tranquilamente, como si cada palabra que soltaba no dejaba por mas que quemaduras en el corazón del joven.
- no gracias, preferiría salir con mi familia, además, creo que tienes otros asuntos mas importantes con el- dijo finalmente para levantarse y darle como despedida a pedri una pequeña caricia en su cabello con una mirada igual de desganada.
Pedri simplemente lo siguió con la mirada por unos segundos para hundirse nuevamente entre sus brazos, ¿Qué era lo correcto? Si realmente no conocía ni un poco de lo que sentía, seguir sus pasiones o hacer lo correcto, aunque la línea entre estos dos para él era invisible. Tal ves porque no se dio cuenta de lo que realmente sentía muy en el fondo y a lo que su cuerpo respondía.

Después de estar unos minutos pensando se levantó sin más, cuando pudo percibir que la noche se atenuaba mas de lo normal que en sus noches de descanso, cuando pudo visualizar a Ferran a lo lejos caminando a un paso lento mientras lo miraba con una sonrisa un poco cansada. Cuando finalmente el mayor logro acercarse lo suficiente para hablar nuevamente lo atraería a si mismo con sus brazos, la noche era fría, mas de lo normal, pedri simplemente le dirigió una mirada atenta a sus palabras que eran mas pesadas de lo que el realmente pensaría.

- ¿Gavi ya se fue? - dijo simultáneamente mientras se dirigían al horizonte, ¿quién sabe dónde?
- Oh, sí, creo que tenía que hacer otras cosas.
-Bueno, podríamos salir nosotros ¿no? - dijo mientras trataba de realizar unos piques mientras caminaban.
- En tu casa.
Fueron las ultimas palabras pronunciadas para avivar un sentimiento de pasión de los jóvenes chicos. Cuando ambos se dirigieron hacia la casa del mayor, pedri pudo sentir un pequeño ardor en las mejillas, algo muy fuera de lo normal para lo que estaba acostumbrado.

Cuando finalmente se encontraban ahí pudo percibir como el mayor había adoptado una actitud totalmente nueva con él, como si algo en el hubiera despertado. Cuando ya se habían acomodado en el sillón, pudo percibir como el otro lo rodeaba con los brazos y le dedicaba una mirada tranquila, mentiría si dijera que algo en el no se tambaleo ante esta acción.
Bastaron unos cuantos minutos para que el menor respirara con dificultad, agarrando con un poco de rudeza a Ferran por el antebrazo mientras estaban acurrucados, pero siendo ignorado duramente por el mayor, pedri tuvo que mostrarse más necesitado para poder captar su atención, frotándose con una expresión de incomodidad, algo que él no entendía, pero su cuerpo hacia inexplicablemente. Ferran finalmente tubo la habilidad de acción para tocarlo delicadamente, se sentía como flores frotando su piel, además, la manera en la que sentía mas calor en esas partes no ayudaba al calor que se acentuaba en él, compartían vicisitudes, tal vez por eso congeniaban tan bien, pensaba.

Sin percatarse ya no había espacio que los separe, no lo dejarían, ambos seguían un ritmo de desesperación en un beso profundo y largo, sintió sus brazos rodearle la cintura, un descontrol que se desataría si seguían, tuvo que separarse del mayor de un empujón del cual desvió la mirada para toser parcialmente y de alguna manera aliviar su vergüenza por no poder continuar el beso.

- ¿desde cuándo? – dijo mientras lo abrazaba cariñosamente con una voz cansada, pensando que de esta manera calmaría un poco de la lujuria que contenían sus cuerpos.
- siempre me gustaste, pero pensé que no te interesaba- dijo mientras buscaba su boca entre las palabras sueltas.
-pero…- dijo como titubeando, -siempre supe que eras omega, era mas que evidente, solo un tonto no se daría cuenta- pedri llego a recordar un poco a ese tonto en sus pensamientos que corrían como flashbacks por su cabeza. Ferran los volvió a unir en un tierno beso que era dirigido por él, con una sonrisa mas que de felicidad. Pedri podía sentir como todas sus sensaciones respondían y vibraban al compás, abalanzándose en el tratando de tener un poco mas control en la situación tan vulnerable en la que se encontraba, el contrario reacciono coordinadamente hundiendo sus dedos en sus caderas atrayéndolas simultáneamente hacia él, nunca podría tener suficiente de él.
En un momento de la lujuria Ferran sugirió ir mas haya, tocando los pezones del mas joven con una excitación mas que evidente entre los pantalones, pedri sintió su cuerpo temblar ante el repentino tacto, conectando nuevamente su mirada con la del mayor mientras seguían un beso desesperado.
Aunque sintiera que no estaba preparado, su cuerpo respondía todo lo contrario, esa pasión que nunca fue desatada seria finalmente desatada con la persona que más amo…Sentía que su cuerpo era puro fuego, esto reflejado por las mejillas rojas que tenía. Sin darse cuenta Ferran ya se filtraba entre su ropa, dejando besos en su vientre y pecho, atrayendo consigo una fricción a su paso, esto solo aumento cuando chupo y lamio sus pezones que se colaban a su paso. Pedri se dedicó a nivelar sus respiraciones y abrir la boca, tan destruido.

- ¿realmente lo quieres? – dijo con una mirada profunda, sentía que podía ver a través de él, que podría infectar su piel.
- si, te deseo- fue lo ultimo que dijo para empezar su sesión de pasión y deseo.
Aunque pedri fuera virgen e inexperto eso no le impidió tomar un poco de dominancia, su mente por otro lado se encontraba totalmente en blanco, su estado era el de total inconciencia, creyendo por algunos minutos que realmente había entrado en celo y no había contado bien los días, las sonrisas que se les escapaban surgían por una alegría desde muy en el fondo, de encontrarse y tenerse… sentía que uno de sus miles anhelos se había cumplido, y que podría sentirse nuevamente lleno, pero eso no seria tan fácil, hallar la felicidad no seria tan fácil, una felicidad verdadera, una que fue única y buscada por miles de años por filósofos y sofistas.

Comprendía que de alguna manera esa anhelada felicidad era prácticamente imposible, pero podría completar esta con un pequeño sentimiento que lo representara, y pensaba que, junto a él, lo lograría, que si se entregaba finalmente podría sentirse realizado, caería en todo lo que se privo por amor. Cuando finalmente Ferran tomo la iniciativa de llegar más lejos, posicionándose entre sus piernas mientras las empujaba y abría a su paso, sintió que su cuerpo se des acería entre sus manos. Cuando ambos estaban más que seguros, se tuvieron que separar para poder quitarse totalmente la ropa, mientras pedri terminaba de quitarse el bóxer Ferran lo tomo de la espalda, rodeándolo con los brazos en su cintura, regalándole un beso apasionado, pedri se tenía que doblar un poco para poder seguir el beso. Sus cuerpos totalmente descubiertos mientras seguían un ritmo suave, ya no sentía el frio que se colaba por la ventana, simplemente sentía lo cálido y reconfortante de sus cuerpos unidos, Ferran acariciaba su pecho, tratando de alguna manera mantener un sentimiento de paz y tranquilidad mientras lo preparaba para lo que cambiaría toda la química de su cerebro.

- ¿es tu primera vez? – dijo mientras se colaba entre su cuello, deseaba que se impregnara de su olor, de su ser.
- ¿se nota mucho? – dijo mientras dejaba un ultimo beso en su cabello.
Ferran simplemente respondió a esto con una sonrisa, -seré suave- fue lo último que dijo.

Cuando ambos se encontraban en la habitación, pedri había ya bajado un poco la lujuria, comprendió todo lo que esto implicaba, pero prefirió dejar los pensamientos para el final. Mientras el mayor se acercaba a el con una mirada cómplice, con una botella de lubricante, aunque no fuera muy necesario porque ya estaba mojado, el otro considera que sería así más fácil. Pedri simplemente abrió más las piernas mientras el otro se colaba entre ellas para introducir lentamente un dedo con bastante lubricante, pedri se sentía tenso, podía sentir como lo absorbía y la fricción que hacia en su dedo, el mayor siguió adelante hundiendo totalmente su dedo hasta tocar completamente sus nudillos, mientras el otro dejaba pequeñas quejas y un grito mudo que era callado por la vergüenza, tuvo que esperar unos segundos para finalmente mover su dedo y simular embestidas, pedri podía sentir lo lejos que llegaba, la manera en que su interior tomaba su forma, no podía creer lo apretado que se sentía, lo bien que era sentir ese estiramiento, soltó otro gemido sordo cuando el contrario introdujo otro dedo, esta ves adoptaba un movimiento mucho más rápido, podía sentir como el otro estaba tan desesperado de poder follarlo. Los saco rápidamente para tomar su miembro entre sus dedos y untarlo en lubricante mientras atraía a pedri hacia su pelvis mientras rosaba su entrada, jadeo ante la sensación. El mayor alineo su miembro y se introdujo lentamente, jugando simultáneamente son las piernas de pedri mientras las frotaba y empujaba ligeramente. Cuando se encontraban totalmente unidos y no había espacio que los separe, sintió su cuerpo totalmente en fuego, la sensación de tenerlo adentro era gratificante, dejaba pequeños quejidos cuando sentía al mayor moverse ligeramente tratando de adoptar una nueva postura, cuando finalmente sentía que se había adaptado totalmente empujo sus propias caderas hacia las del mayor, entendiendo esta situación para empezar a moverse con un ritmo ligero pero profundo, pedri gimió al sentir que toco ese punto, y Ferran sabia lo que hizo, él tenía mucha más experiencia , podría hacerlo sentir mucho mejor.

Ferran prosiguió a follarlo con desesperación, tocando cada punto que hacía gemir a pedri, su miembro entraba y salía escurriendo entre esto todo el lubricante, pedri solo atino a entrelazar sus brazos para atraer al mayor y mantener un equilibrio que se rompía con cada golpe.
-bésame- dijo entre gemidos, con una voz tan maltratada.
Ferran simplemente cumplió el pedido agarrando su cabello entre sus dedos con fuerza continuando un beso largo y profundo, el mayor empujo con mas fuerza en un momento del beso, pedri sintió que se vendría si seguían ese ritmo tan descompensado, Ferran pudo pensar lo mismo que el, cuando comprendió su estremecimiento y continuo sus fuertes embestidas, pedri se apartó del beso para gemir fuertemente murmurando en el momento de puro éxtasis lo mucho que lo quería y lo bien que se sentía. Cuando finalmente se liberó de todo, viniéndose, derramándose en su vientre, que se escurría, Ferran volvió a conectar sus bocas pese a la sobre estimulación, buscando su propio placer, empujo con mas fuerza mientras el otro seguía estimulado, gimiendo ante los fuertes golpes. Hasta que sintió como un último golpe fue dado, llegando mucho mas profundo de lo normal, que lo hizo abrir la boca por un gemido mudo, sintió como el mayor se liberaba en su interior, muy profundo, lo ultimo que hizo fue dar un gemido de satisfacción ante la liberación. El mayor se mantuvo unos segundos junto a él para después salir de su interior lentamente mientras veía como su semen se escurría de su interior, pedri se apoyó entre sus hombros para poder apreciar esta escena tan erótica.

El tiempo era lento y su corazón se detenía cada vez más.
Ahora que todo había acabado, su mente lo volvió a atrofiar, ¿Cómo fue tan fácil llegar a esto?, ¿él era fácil?, pensaba mientras estaba al lado del mayor, Ferran se percató de esta situación, buscando atenuar sus preguntas.
-te quiero tanto, estuviste increíble- dijo mientras dejaba cortos besos por su cuello.

Esto no puede ser, como su cuerpo puede reaccionar de manera tan descontrolada, sentía su cuerpo arder en llamas, la tristeza y decepción le nublaron la mente. Sus ojos se dilataban y sus pestañas eran más pesadas.
-tal vez no te diste cuenta, pero somos destinados…

El niño lloriqueando le dijo que solo quería dormir un poco.