¿MAMI? | Jensoo

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Al cerrar sus ojos su radiante y bonita sonrisa aparecía, sus ojos brillantes, sus gruesos y rosados labios, su delicada y marcada mandíbula, casi podía sentir la suavidad de su piel bajo su tacto, el sonido de su voz, su aroma... todo con sólo cerrar los ojos y dejar a su corazón recordar.

Creía haberla superado, creía haber olvidado todo lo que tuviera que ver con ella. Pero sólo bastó con tenerla nuevamente de frente a ella para que todas las sensaciones y sentimientos enterrados salieran nuevamente a flote como un golpe directo a la realidad, para que su loba que creía dormida se despertará alzando las orejas y comenzará a dar vueltas en su interior como un cachorro necesitado de cariño, después de tantos años sin sentirla lo pudo hacer y todo por ella. Jennie estaba nuevamente en Corea, había vuelto y tal vez no por ella pero se encontraba nuevamente a su alcance, Jisoo había prometido respetar la lejanía, respetar su decisión de alejarse pero sólo si permanecía al otro lado del mundo y no ahí tan cercano a ella, Jennie había vuelto y está vez no permitiría que se marchará, no de nuevo.

El sonido de la puerta abriéndose junto con el con él conocido aroma a bosque en primavera la hizo salir de sus pensamientos, se acomodó mejor sobre la camilla mirando con diversión como sus menores se acercaban hasta ella rodeandola, la preocupación pintada en sus rostros.

-¿Pueden calmarse? No me han detectado un tumor ¿vale? Apestan.-fue la primera en romper el incómodo silencio. Joohyun resopló.

-Lamento estar preocupada por ti unnie.-rodó los ojos.-Lamento quererte tanto como para sentir que mi corazón es apuñalado mientras se que estas postrada en una cama de hospital tras haber ingresado inconsistente...-se disculpó con algo de ironía sonando en su voz hasta al final convertirse en un murmullo ahogado tras haber comenzado a sollozar.-Me disculpo...

La de aroma a café hizo una mueca sintiéndose culpable, había olvidado por un momento lo sensible que era la pequeña y única omega de su manada solía ser. Con algo de dificultad de estiro sobre la cama hasta alcanzar la muñeca del menor tirando de ella hasta dejarla envuelta entre sus brazos.

-Perdón...-se disculpó.-Lo siento Hyunnie, pero sabes que odio cuando tu aroma se siente tan pesado y ansioso.-beso su sien sin dejar de dar caricias de arriba hacia abajo sobre la pequeña esplada de la pelinegra.

Poco a poco Joohyun dejó de sollozar y la atencion de todos en la habitacion fue desviada hacia el causante de un nuevo sollozo en el aire, Jeongyeon.

-L-lo siento pero es que de-desde hace mucho no pasaba algo tan emotivo entre nosotros.-hipo causando que las alfas y única omega sonrieran, oh sí, había alguien mucho más sensible y emotiva que Joohyun y esa era Jeongyeon.

-Shh, no te disculpes unnie, eso.. déjalo ser.-le animó la alfa menor de todos recostando la cabeza de la peliazul sobre su hombro que intentaba con todas sus fuerzas-sin tener éxito claro-dejar de llorar.

-Jeongyeon-unnie me había estado animando todo el tiempo, imagino que por fin ha dejado salir todo.-murmuró Joohyun a la pelinegra para que sólo ellas dos escucharán.

-Eso lo explica, se me hizo raro no verla con ojos rojos y moqueando desde que entró...

Joohyun le dio un pequeño golpe sobre su hombro.

-Unnie mala ¿Nos dirá que a pasado?.-cuestionó aún viendo a su hermana siendo el trapo para los mocos de Jeongyeon dándole una mirada de reojo a la mayor que también miraba hacia la graciosa y ya acostumbrada escena, vio como la sonrisa tembló sobre los labios de la mayor pero prefirió ignorarlo.-Podemos dejarlo para después, no se preocupe.

Jisoo asintió soltando sin ser consiente el aire de puro alivió, algo que está vez no fue ignorado por Joohyun.