La pareja había planeado una reunión para celebrar su reciente llegada a la ciudad de Miami. Sonó el timbre en la planta baja y la casa se llenó de gente. Los anfitriones se veían felices y sus invitados se lo hicieron notar en más de una ocasión, así como también la falta de una persona importante, Clara. Ante la pregunta, la pareja solía contestar de forma bastante vaga y sin muchos detalles.
En las últimas semanas, la relación entre la pareja y la chica se encontraba un poco tensa. A pesar de su poco tiempo en tierras gringas, Clara ya había tenido algunas citas. Aunque la colorada quiso sacarles importancia, la pareja quiso controlarla, especialmente, Lionel. Este se encontraba hablando con algunos invitados hasta que la conversación que tuvo con su mujer y la colorada, esa misma tarde, volvió a él.
– No vas a salir así – Lionel vio bajar a Clara con un short y un top corto. No quería que otros hombres la miraran como él lo hacía.
– Si, ajá – Le dijo la colorada mientras revisaba su cartera. Antonela se encontraba en otro sillón, enfrentada a su marido.
– Te lo digo en serio – La chica levantó la cabeza y se encontró con el morocho sentado en el sillón. Se acercó al hombre, se agachó a la altura de su rostro y lo besó despacio.
– Ya te lo dije Lionel – Le dijo separándose y marcando su nombre – Solo podés controlarme en la cama – Sonrió al final de la frase. Se acercó a saludar a la morocha y también la besó.
– Estás jugando con fuego – Le susurró antes de que la colorada se alejara.
– Vengo en un rato – La vieron irse, se giraron y sus miradas se encontraron. Lionel le sonrió a su mujer.
– Conozco esa cara –
– Tengo una idea – La morocha soltó una carcajada ante la respuesta de su marido.
– ¿Me tengo que preocupar? –
– No – Le dijo negando con la cabeza – Pero podés ser parte –
Lionel salió de sus pensamientos cuando sintió su teléfono vibrar, lo sacó de su bolsillo y sonrió. El morocho se excusó y salió de la sala. Se fijó en que nadie lo siguiera y caminó hasta la puerta que se encontraba al final del pasillo. Entró rápido y cerró la puerta detrás suyo. Recorrió la habitación hasta el espejo frente a la cama. Observó su reflejo, acomodó su pelo y su ropa. Volvió a sacar el bolsillo de su celular. Abrió una de las tantas aplicaciones que tenía y algunos jadeos se hicieron escuchar detrás de él. Un escalofrío le recorrió la espalda.
– Papi – La colorada soltó algunos gemidos. Cruzaron miradas a través del espejo con Lionel. Se giró sobre su eje, caminó hasta el borde de la cama y observó a la chica. El hombre le estaba haciendo usar un vibrador controlado a distancia.
– Papi, nada – Tomó las sogas que mantenían las piernas de la chica atadas a cada pata de la cama y las ajustó, haciéndola jadear.
– Basta – Lionel soltó una leve risa ante los quejidos de Clara. Pasó su mano por su erección. El hombre la necesitaba, pero lo iba a dejar para más adentrada la noche. No quería arruinar el momento apurándose. Caminó alrededor de la cama mientras subía y bajaba la velocidad del juguete.
– Clari – La colorada evitó mirarlo – Clara – Lionel la tomó por el rostro e hizo que lo mirara. Pasó su dedo pulgar por los labios de la chica – Chupa – La colorada se negó y recibió un golpe en uno de sus pechos, haciéndola asustar. Clara tiró su cabeza hacia atrás. Lionel aprovechó, besó y marcó su cuello. Su orgasmo no tardó en formarse.
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ONE SHOTS +18 - la scaloneta -
Fanfictionalgunos de mis episodios esquizos van a estar acá, espero que los disfrutes