—Dos rebanadas del mejor pastel que tengas, y dos tazas de café caliente, por favor.Esty terminó de apuntar el pedido en su libreta para ir tras el mostrador a escoger el pastel que ella consideraba digno para aquella pareja. Observó la vitrina y, tras unos minutos, supo cuál les serviría: pastel de chocolate con crema de chocolate y fresas.
—¿Son los últimos? —Se acercó a su lado aquella mujer que era su jefa pero le gustaba considerarla una buena amiga.
—Sí, solo ellos dos quedan —afirmó Esty mientras ahora llenaba las tazas de café, usando la máquina de expresso que tenía de antigüedad desde que se había abierto la pastelería Oksook.
—Muy bien, solo ellos y entonces cerramos. —Pasó a su lado para ir a la cocina, extendiéndole una muy maternal sonrisa acompañada de una palmadita en el brazo.
A Esty le dolían los pies por estar de pie todo el día, pero le agradaba ver activa a la señora Kim aunque notaba el cansancio en sus ojos. Se había propuesto ayudarle lo más que pudiera para disminuir las cargas sobre Oksook, la señora Kim.
La conoció cuando Esty entró a la pastelería por primera vez, admirando las delicias que había en la vitrina completamente encantada. Kim Oksook había heredado la pastelería que su padre había construido y creado en su honor, la pequeña Oksook, así que ahora con 73 años, era ella la que se encargaba de crear nuevas recetas y de seguir las que su padre y madre le habían enseñado. Gracias a eso pudo conquistar al paladar de Esty y ganarse no solo una empleada sino una gran amiga.
Llamó su atención que aquella frágil jovencita deseaba degustar la rebanada de pastel que había elegido con un vaso de leche bien fría.
—¿Estás segura de que no quieres café? Tenemos variedades distintas y hasta descafeinados —le había cuestionado Oksook en su momento.
—Es que... —comenzó Esty, algo tímida por la explicación—... Las cosas dulces como este pastel me gustan acompañarlos con algo que pueda ayudarme a saborear los ingredientes; y como el café es amargo, por lo general siempre lo tomo con leche y bien endulzado, así que si junto ambos sabores no puedo saborear ni uno ni el otro porque es demasiada azúcar en mi paladar. La leche fría es la mejor opción para mí.
Maravillada por la declaración de aquella extraña y aparentemente solitaria chica, su mente guardó el recuerdo en el baúl de su corazón y con una sonrisa de cariño le trajo un vaso de leche fría.
Desde ese instante la señora Kim se propuso observar la reacción de la chica mientras comía la rebanada servida. Le complació ver que en aquel rostro extranjero se formaron cientos de expresiones en cada bocado hasta tomar el último, todas ellas demostrando lo mucho que le había gustado. Y lo que más sorpresa le trajo, además de que era extranjera y hablaba bien el coreano, fue la pregunta que le hizo después:
—¿Tendrá un espacio disponible para una nueva empleada?
La señora Kim sintió que se le había realizado un milagro, pues llevaba ya más de un tiempo en busca de alguien que pudiera trabajar por ella. Esty sintió una conexión con el lugar y la dueña en cuanto puso un pie en la pastelería y, gracias a eso, llevaba ya año y medio siendo la aprendiz de Oksook.
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Our Love Story |Jk|Jh| ©
FanfictionVivir requiere de mucha valentía, mucho más si lo es en un país diferente, con una vida nueva y lejos de familia. Un claro ejemplo, Johi y Esty, dos mejores amigas que persiguen sus sueños desde México hasta Corea del Sur. Ambas chicas logran conoc...