En medio de un dolor punzante en el estómago, Sunghoon busca consuelo en el armario de su alfa, donde crea un nido improvisado con su ropa.
𝓢⋆ꔛ𓂅ǂ𓂅⊹ꕤǂ
El sol se filtraba suavemente por las cortinas entreabiertas de la habitación, pintando rayos dorados sobre el suelo de madera. Sunghoon, recostado en la cama, se retorcía ligeramente, presa de un dolor punzante en el estómago que le hacía gemir en agonía. Sus manos se aferraban con fuerza a las sábanas, mientras cerraba los ojos y trataba de controlar las oleadas de malestar que lo envolvían.
El omega respiraba con dificultad, tratando de encontrar un alivio que parecía esquivo. No entendía qué podía haber causado ese dolor repentino y agudo. Intentaba recordar lo que había comido, pero su mente estaba nublada por el malestar, y todo lo que podía sentir era la incomodidad creciente en su abdomen.
Trató de incorporarse, pero un nuevo arrebato de dolor lo obligó a quedarse quieto, apretando los dientes para contener un grito. Sus instintos omega le decían que necesitaba un refugio, un lugar donde sentirse seguro y protegido mientras su cuerpo luchaba contra la aflicción. Entonces, su mirada cayó sobre el armario al otro lado de la habitación.
Con esfuerzo, Sunghoon se levantó de la cama y se dirigió hacia el armario, apoyándose en la pared para mantenerse en pie. Cada paso era una agonía, pero estaba decidido a encontrar algo que aliviara su malestar. Al abrir las puertas del armario, una idea cruzó su mente febril: la ropa de Heeseung, su alfa. Recordó la suavidad de las telas, el reconfortante aroma que impregnaba cada prenda. Tal vez, rodearse con el olor familiar de su alfa podría calmar su dolor.
Con manos temblorosas, Sunghoon comenzó a sacar prendas del armario, seleccionando cuidadosamente las más suaves y reconfortantes. Entre ellas, encontró una camisa de franela que Heeseung solía usar en las noches frías, y un suéter de lana que le encantaba llevar en los días de descanso en casa. Con cada prenda que agregaba al montón, el omega sentía un pequeño destello de esperanza crecer en su pecho.
Una vez que tuvo suficientes prendas, Sunghoon se tumbó en el suelo del armario, formando un pequeño nido improvisado con la ropa de su alfa. La suavidad de las telas contra su piel le proporcionaba un alivio momentáneo, y cerró los ojos, concentrándose en la sensación reconfortante que le rodeaba.
El tiempo parecía detenerse mientras Sunghoon se aferraba al refugio que había creado, dejando que el olor familiar de Heeseung lo envolviera y lo tranquilizara. A pesar del dolor persistente en su estómago, encontró un atisbo de paz en aquel pequeño espacio entre las prendas de su alfa.
Sin embargo, la tranquilidad se vio interrumpida cuando la puerta de la habitación se abrió de golpe, revelando a Heeseung, con su rostro reflejaba preocupacion.
—¡Sunghoon! —exclamó, corriendo hacia él con rapidez.
—¿Qué está pasando? ¿Estás bien?
El omega abrió los ojos con esfuerzo, encontrando el rostro preocupado de su alfa frente a él. una oleada de alivio lo recorrió al verlo, pero el dolor persistente en su estómago le recordó la urgencia de la situación.
—Heeseung... —murmuró, su voz apenas un susurro.
—Duele... mucho.Heeseung lo tomó en sus brazos con delicadeza, sintiendo el temblor en el cuerpo de su omega.
—Tranquilo, mi amor. Voy a cuidarte —prometió, antes de levantarlo con cuidado y llevarlo fuera del armario.
Con paso rápido pero cuidadoso, Heeseung llevó a Sunghoon fuera de la habitación y hacia el automóvil, donde lo colocó con suavidad en el asiento del pasajero. Rodeó el vehículo y se sentó al volante, arrancando el motor con determinación antes de salir disparado hacia el hospital más cercano.
El trayecto fue una carrera contra el tiempo, con Heeseung conduciendo a toda velocidad mientras Sunghoon se aferraba a él, su rostro pálido y contorsionado por el dolor. Cada minuto parecía una eternidad, pero finalmente llegaron al hospital y fueron recibidos por un equipo de médicos que se apresuraron a atender al omega.
Mientras Sunghoon era llevado a una sala de emergencias, Heeseung se quedó afuera, su corazón latiendo con fuerza mientras esperaba noticias sobre el estado de su pareja. Los minutos se convirtieron en horas, y cada segundo que pasaba parecía un siglo, pero finalmente un médico salió a darle noticias.
—Tu omega está estable —anunció el médico, con una sonrisa tranquilizadora. —Parece que fue un caso de apendicitis aguda, pero lo hemos llevado a cirugía y todo ha salido bien. Estará bien.
Un suspiro de alivio escapó de los labios de Heeseung, su cuerpo temblando con la emoción mientras absorbía las palabras del médico. Se sentía abrumado por la gratitud, sabiendo que Sunghoon estaba a salvo gracias a la rápida acción del personal médico.
Una vez que Sunghoon estuvo fuera de peligro y en proceso de recuperación, Heeseung se acercó a su cama, sus ojos brillando con amor y alivio mientras tomaba la mano de su omega entre las suyas.
—Gracias por estar aquí, Heeseung —murmuró Sunghoon, su voz débil pero llena de gratitud.
—Siempre estaré aquí para ti, Sunghoon —respondió Heeseung, apretando su mano con cariño.
—Eres mi mundo, y haré todo lo posible para protegerte y cuidarte siempre.
Se quedaron unos cuantos minutos mirándose fijamente hasta que Sunghoon comenzó a quedarse dormido.
— ¿Mi nido quedo lindo cierto? — el omega soltó la pregunta antes de cerrar los ojos completamente.
—Te quedo hermoso— respondió Heeseung besando la mano de su pareja ya dormida.
𝓢⋆ꔛ𓂅ǂ𓂅⊹ꕤǂ
Hola. it's Britney.
Regrese con un OneShot sobre el HeeHoon, estaré subiendo recurrentemente oneshot de esta pareja cada vez que llegue una idea.
Bye Bye. :)

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One-shots |Heehoon|
Fiksi PenggemarColección de One-shots del Heehoon generalmente en un universo donde existen las almas gemelas. 𝓢⋆ꔛ𓂅ǂ𓂅⊹ꕤǂ La portada no es mía bbs créditos a su creador.