Los dioses han decidido: el Apocalipsis debe caer sobre la humanidad por su exceso de arrogancia y su naturaleza desagradable. Se emite un voto unánime a favor de destruir a la Humanidad, pero la votación sería interrumpida por una Valkyrie que amab...
Con una sonrisa radiante, Escanor se regocija al sentir el sol en su máximo esplendor. Con cada rayo de luz que cae sobre él, su poder se intensifica, llenándolo de una energía abrasadora y arrolladora. Confiado en su conexión con el sol y en su propio poder, Escanor se prepara para enfrentar a Hades con toda su fuerza.
Sintiendo el calor del sol en su interior, Escanor se eleva hacia su máximo potencial, desatando un resplandor dorado que envuelve su figura imponente. Con determinación en sus ojos y valor en su corazón, se prepara para lanzar su ataque definitivo: el Sol Golpe, una manifestación deslumbrante de su poder solar concentrado.
El estadio se sumerge en un silencio expectante mientras Escanor se prepara para desatar su ataque contra Hades. Los espectadores contienen el aliento, conscientes de que están a punto de presenciar un momento trascendental en la batalla entre dioses y humanos. Con el sol brillando en lo alto como testigo de su valentía, Escanor se dispone a enfrentarse al dios con toda la fuerza del sol a su lado.
Los compañeros de Escanor observan con preocupación mientras su figura se eleva, envuelta en el resplandor dorado de su poder solar. Conocen bien el precio que su amigo paga cada vez que desata su transformación completa "The One". Saben que el inmenso poder del sol que canaliza a través de su cuerpo podría causarle un daño irreversible, llevándolo al borde mismo de la desintegración.
Lo que no sabían era que el Völundr que Escanor había realizado había transformado su cuerpo de una manera única y extraordinaria. Su carne, huesos y músculos se habían fortalecido y perfeccionado de tal manera que podían soportar la inmensa carga de poder solar sin sufrir los efectos devastadores que normalmente acompañarían a una transformación tan poderosa.
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En medio de la arena, el enfrentamiento entre Escanor y Hades alcanzaba su punto álgido. El sol brillaba con intensidad sobre el coliseo, iluminando la escena con una luz dorada que parecía reflejar el poderío del humano y del dios del inframundo. Cada movimiento de los combatientes era seguido con atención por el público, que observaba con asombro y tensión la batalla que se desarrollaba frente a sus ojos.
Escanor, imbuido por el poder del sol, irradiaba una energía arrolladora mientras se lanzaba con determinación hacia su enemigo. Sus golpes, cargados de fuerza y poder, cortaban el aire con una precisión impresionante, pero Hades, con su agilidad y experiencia, lograba esquivarlos con movimientos gráciles y calculados. El sonido de los choques de los ataques resonaba en todo el estadio, creando una atmósfera cargada de tensión y emoción.
El público, dividido entre humanos y dioses, observaba con admiración y temor la destreza de ambos combatientes. La humanidad animaba con fervor a su héroe, mientras que los seguidores de Hades observaban con expectación el desarrollo del enfrentamiento. Cada momento de la batalla era un espectáculo de habilidad y poder, con ambos contendientes luchando con todas sus fuerzas por alcanzar la victoria.
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