LEGADO - KTH & JJK

Chapter III: Umbrella

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A veces tenemos buenas intenciones, pero tomamos malas decisiones.

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Por mucho que le gustaría pasar su fin de semana en cama, también quería salir a relajarse un poco y el clima anunciando un tormenta de nieve no iba a detenerlo de salir. Se roció supresor de aroma, tomó su abrigo, una mochila y salió, paseando por las calles de Seúl que se veía fríamente maravilloso con la nieve cayendo en pequeños copos que enfriaban su rostro (que era lo único que estaba a la vista), el fuerte viento haciéndolo esconder sus manos en sus bolsillos para evitar que se congelaran.

Por mucho que le gustaría ir hasta Paradise, estaba en la dirección contraría y a media hora en auto, así que fue a su segunda cafetería favorita, empujando la puerta que anunció su llegada con un tintineo suave sobre su cabeza. Y lo único bueno de aquella temporada gélida era el cambio en los menús de sus lugares favoritos, y el hecho de que podía tomar algo caliente sin sentir que se derretía.

El ambiente del lugar relajándolo de inmediato y el aroma a café en el aire con otras cosas dulces lo hizo suspirar y acercarse al mostrador.

—Taehyung-ssi, hola— saludó la omega detrás del mostrador, sonriéndole alegremente mientras lo miraba a los ojos, no siendo discreta al olfatear el aire.

—Hola Yoonjung-ah— respondió con una sonrisa amable, mirándola por un momento antes de pasear sus ojos por las tartas y postres que se veían en el mostrador.

—¿Lo mismo de siempre? — la escuchó preguntar con voz cantarina y Taehyung tenía que admitir que era bonita, con sus ojos grandes y oscuros que mostraban amabilidad.

—Sí, solo cambia la porción de pastel de vainilla por una de limón— asintió sonriendo, y es que no podía no ofrecer lo mismo que la omega le estaba dando, porque era todo sonrisas y era amable, así que quería devolver el mismo trato que le era ofrecido.

—Oh, eres el único que pidió ese pastel desde que inicio el invierno— comentó mientras anotaba en un papel su pedido. —Quizás sea porque es muy dulce, pero me parece extraño— murmura, levantándose de donde estaba inclinada y sonriéndole, quitándose el cabello del rostro para verlo mejor.

—Es una lastima que no sepan apreciarlo— comentó guardando sus manos en los bolsillos más porque no sabía donde dejarlas que por otra cuestión. —En mi opinión, Jinwook-ssi es uno de los pocos pasteleros que conozco que hacen este pastel tan rico— murmuró, su mirada sin querer bajando a la marca de unión en el cuello de Yoonjung, que la mostraba con una sonrisa, no cubriéndose pese a que supo que miro demasiado.

—Oh, le hare llegar tu cumplido— dijo sonriente feliz por el reconocimiento de su alfa. —En un rato te llevo lo que pediste, pero quizás debas buscar otra mesa, la que usas siempre está ocupada hoy— ofreció sonriéndole antes de retirarse a la parte de atrás donde el alfa estaba mirando todo con ojos críticos, y Taehyung le ofreció un asentimiento.

Marchando hacía su lugar un poco confundido por las palabras de la omega, deteniéndose a pocos pasos de dicha mesa al ver a un omega de espaldas ocupar el lugar, encogido pese a que le estaba dando de comer despacio a su cachorro y aunque aquel era un buen lugar porque estaba ligeramente oculto, suspiró rendido mientras ocupaba la mesa en la otra esquina, contra la ventana que le causaba un poco de molestia ante lo expuesto que se sentía contra el vidrio, aunque la vista era buena.

Su celular comenzó a sonar en su bolsillo por lo que lo saco, atendiendo de inmediato al ver el nombre de Jimin.

—Jimin-ah— saludó no pudiendo evitar el sonreír.