Primer encuentro.

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"Hi."

Hola.

"Okay, spanish."

¿Hablas inglés? pregunté, pensando que tal vez me estaban haciendo una broma.

-Yes. Hola. ¿Cómo estás? respondió.

Bien, gracias. ¿Qué hay de ti? Le contesté amablemente.

Luego de intercambiar algunas palabras, le envié un mensaje que decía: "actualmente es raro que un hombre intente interactuar o ser amigo de otro a través de internet"

-No soy hombre, soy una chica.

....

Perdón. Pero, por la foto de perfil, pensé que eras un chico.

-No te preocupes, puedo entender eso.

Ella respondía de una manera amable o tal vez a mí me parecía, por la forma de agregar un emoji sonriente al final de cada mensaje.

Miro el reloj y veo que son 11: 57 p.m.
Que tarde es, debería dormir ya, tengo tareas que hacer.

-Hey. Por cierto. No me has dicho tu nombre. ¿Cómo te llamas?

Tengo la costumbre de siempre dar mi nombre luego que me dicen el suyo, efectivamente está vez no sería la excepción.

Dime primero el tuyo y luego te diré el mío. ¿Te parece?

Sabía que aceptaría, nunca tuve una discusión respecto a dar mi nombre después.

-Feriel.

¿Feriel?, nunca había escuchado ese nombre. Me parece algo peculiar. Me quedé pensando.

Me llamo Emanuel. Un gusto.

-Un gusto también Emanuel.

No sé porque le di ese nombre, normalmente suelo dar mi primer nombre, en fin.

¿Cómo es que puede hablar español conmigo si habla inglés?
Sencillo, utilizando el traductor en Google. Por ello, tardaba en responder los mensajes.

He... bueno Feriel, tengo que dormir, mañana tengo escuela. Ya es mi último año y están dejando mucha tarea. En fin. Descansa.

-Hasta mañana Emanuel.

Me desconecté, no podía dormir, así que decidí leer una novela mientras esperaba a que me diera sueño.

Luego de terminar de leer varias capítulos, ya me había dado sueño. Me acomodé para empezar a dormir.

"Toc toc"

!Voy!

¿será Mamá?

Reviso la hora desde mi celular. Ya es de día y no dormí nada.- suspiro.

Mamá, buenos días, ahora salgo a comprar.

Luego de volver de comprar, miro mi teléfono.

-"Buenos días Emanuel", "¿Cómo estás ?"

Sí, era Feriel, la verdad pensé que no volveríamos hablar, por lo general cuando hablo por chat con alguna persona, siempre dejan de hablar luego de decir "hasta luego, adiós, etc."

Bueno, no tardará en hacer lo mismo, le seguiré el juego mientras tanto. Es decir hasta que se aburra.

Hola, buenos días. ¿Qué tal dormiste?, yo estoy bien.- aunque no era tan cierto, la verdad es que moría de sueño.

-También estoy bien.

Bueno, iré a desayunar, entonces hablamos luego.

Sí. Okay.

Mientras desayunaba, me ponía a pensar sobre la forma en cómo le hablé, tal vez pensó que no quería hablar con ella. Así que inmediatamente al terminar, le envié un mensaje de texto diciendo.
"Terminé, perdón por la demora" le había respondido luego de 2 horas. Estoy seguro que no responderá y si lo hace lo hará de forma cortante.

Pasaron 5 horas y no había respuesta, bueno, dije que no respondería, lo sabía. Entonces me puse a escuchar música mientras hacía la tarea. Luego de 1 hora de estar resolviendo ejercicios, sí, las matemáticas no son lo mío, por eso tardo en terminarlas. Me llegó un mensaje de Feriel.

-"Perdón, estaba en casa de mi abuela, la fui a visitar y en ese lugar no hay cobertura"

No pasa nada, lo entiendo.

-¿Estás enojado?

No, solo hacía mis tareas mientras esperaba. Creo que decir eso la calmó un poco. La verdad es que no sé si tenía derecho para enojarme, prácticamente seguíamos siendo desconocidos.
Mientras seguíamos conversando, descubrimos que compartíamos más que solo palabras en un chat. Su gusto por el anime, la pasión por la lectura y el gusto musical se alineaban perfectamente con los míos. Cada mensaje era como abrir un nuevo capítulo de un libro compartido.

De esta manera, seguimos hablando por muchos días, hasta que los días se formaron semanas. Era divertido hablar con ella. Pero la trama cambió por completo cuando Feriel dejó caer una revelación que resonó en mi pecho. Un chico se le había declarado. Aunque traté de ocultar la sorpresa, una oleada de emociones se apoderó de mí. ¿Qué significaba esto para nosotros? ¿Cómo afectaría nuestra conexión incipiente?

Intenté sonar indiferente en mis respuestas, pero en mi mente se desató una tormenta de preguntas. ¿Ella estaba interesada en ese chico? ¿Cómo debería reaccionar yo ante esto? Las palabras digitales en la pantalla apenas reflejaban la tormenta interna que se desataba.

Mientras intercambiábamos mensajes, intenté descifrar cada palabra, cada emoji. Cada respuesta de Feriel se volvía una pieza más en el rompecabezas, pero la imagen completa aún estaba lejos de formarse.

Entre pantallasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora